Las cuatro (más una) exigencias que Puigdemont lanza a Sánchez para investirle

Carles Puigdemont, durante su rueda de prensa en Bruselas.
Carles Puigdemont, durante su rueda de prensa en Bruselas.
OLIVIER HOSLET / EFE
Carles Puigdemont, durante su rueda de prensa en Bruselas.

Acuerdo "histórico" o nuevas elecciones. Carles Puigdemont sabe que tiene el futuro de la política española en sus manos y tiene pensado jugar hasta el final las siete fichas de las que dispone, en forma de diputados de Junts en el Congreso. Así, este martes en Bruselas ha puesto sobre la mesa sus cuatro condiciones (más una) para, como mínimo, empezar a negociar la investidura de Pedro Sánchez, aunque también ha incluido al PP en la fórmula al poner en igualdad a los dos grandes partidos nacionales.

El expresidente catalán aseguró, no obstante, que España no está capacitada para resolver "conflictos políticos"; además, el pacto posible, sostuvo, "no es un pacto cualquiera" porque incluye a Junts, contra quien denunció constantes ataques. El que fuera principal impulsor del procés dijo no moverse por la venganza ni buscar soluciones "personales". Y esta es su lista para sentarse a hablar:

¿Te parecería bien amnistiar a los líderes del procés para desbloquear la investidura?

1. La legitimidad del independentismo

Puigdemont no dudó en hablar directamente de condiciones, pero esta serían solo un primer paso... las negociaciones se abrirían una vez que estas fueran aceptadas por Sánchez. "La primera es identificar las claves de este conflicto", comenzó, antes de añadir que el 1-O fue "la respuesta legítima del pueblo de Cataluña". También sumó "el incumplimiento de los pactos, especialmente las inversiones" por parte del Gobierno central, a lo que sumó "la aplicación salvaje" del 155. 

"Cataluña es una nación", repitió en varias ocasiones a lo largo de su comparecencia. De este modo, pide el reconocimiento "de la legitimidad del independentismo catalán", y que este "se deje de considerar una amenaza y se deje de tratarnos como terroristas". Para el expresident quien quiera los votos de Junts tiene que "acabar con la criminalización" del movimiento secesionista.

2. Amnistía desde el 9-N

Como segunda condición llegó la que quizás es la más relevante: la amnistía. "El 1-O no ha sido un delito, ni la declaración de independencia lo fue", sostuvo Puigdemont, que sitúa la depuración de responsabilidades no solo en lo acontecido en 2017, sino en la consulta del 9-N, que para muchos fue el primer paso del procés. 

Para Puigdemont la pregunta es "si los dos grandes partidos están preparados para negociar" con ellos. Él expresó que ignora la respuesta, pero pide "unas condiciones" para un proceso de negociación "serio, honesto y ambicioso". Si esto no pasa, para los secesionistas, "no tendría sentido" porque "en la política española todas las precauciones son pocas".

3. "Abandono de la vía judicial"

El avance en las negociaciones tendrá que darse también para el líder independentista siempre y cuando se produzca "un abandono de la vía judicial". Desde Junts inciden en que el conflicto es "político" y por eso tiene que resolverse desde ese punto de vista, aunque alerta de la "incapacidad" del Gobierno central para escoger esa vía hasta el momento.

4. La figura del mediador

De hecho, Puigdemont no confía en PSOE y PP y por eso pide un "seguimiento" para medir el cumplimiento de los acuerdos. "La total falta de confianza hace que este mecanismo sea imprescindible", sostuvo, refiriéndose de forma implícita a la figura de un mediador -o relator, como llegó a tener sobre la mesa el PSOE en 2019- . Junts, con todo, no se fía ni del PP ni del PSOE en los tiempos que corren. En ese escenario incluye la medida de que el catalán sea lengua oficial de la UE, algo que ya está en marcha por parte del Gobierno en funciones.

... y 5. Un referéndum pactado

Y entonces llegó el referéndum. Al final de su comparecencia el expresidente catalán mencionó una condición que si bien no es previa sí parece implícita en el marco negociador que se pueda construir. "Solo un referéndum pactado puede sustituir el mandato del 1-O", expresó, y además desde su punto de vista "no hay impedimentos constitucionales" para que este se lleve a cabo en un futuro.

"Ninguna de estas condiciones es contraria a la Constitución ni a los Tratados europeos. Son condiciones previas para evitar nuevas elecciones y que, si se dan, nos comprometen y nos obligan a trabajar. Solo dependen de la voluntad política", terminó, porque para él "estamos haciendo política". Solo en ese mapa, concluyó Puigdemont, "se pueden dar negociaciones" porque de momento "sería imprudente ahora hacer una lista de objetivos" que salgan de las conversaciones. El reloj empieza a girar, y en Waterloo esperan respuestas.

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