El PSOE ve más cerca la investidura de Sánchez tras confirmar Puigdemont "conversaciones" con varios partidos

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en la Moncloa.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en la Moncloa.
Europa Press
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en la Moncloa.

Pedro Sánchez avanza hacia un nuevo mandato como habitante del Palacio de la Moncloa. Es lo que creen dentro del PSOE, donde son optimistas con la posibilidad de volver a armar "una mayoría" en torno a los socialistas que permita al ahora presidente del Gobierno en funciones volverlo a ser con plenas facultades. La estrategia de Ferraz, sede general del partido, es clara: discreción, pero paso firme en las negociaciones, que se desarrollarán en el mes que falta para que el Congreso de los Diputados celebre el primer intento de investidura de la legislatura, que correrá a cargo del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

En las filas socialistas no dan nada por hecho todavía. Sin embargo, sí ven un cambio en Junts, el partido de Carles Puigdemont. Absolutamente alejado del pragmatismo en los últimos años y fuera de toda negociación en la pasada legislatura -donde no era necesario al no pertenecer a la conocida como 'mayoría de la investidura'-, observan ahora una ventana de oportunidad. Lo reflexiona así uno de los diputados socialistas, que fija la atención en que el expresident, fugado de la Justicia en Bélgica, destacara ayer en un post en la red social Twitter la "responsabilidad" que supone "estar en el centro del tablero". Los siete diputados de Junts son necesarios para inclinar la balanza tanto para la izquierda, como para la derecha, pues ambos bloques rondan los 171 o 172 diputados.

Cierto es, no obstante, que también negó la existencia de negociaciones, pero sí admitió "conversaciones con diferentes actores políticos", aunque avanzó que haría públicas sus condiciones el próximo martes. Eso sí, otras fuentes destacan que ya fue un "gran paso" el acuerdo que alcanzaron con los independentistas para hacer a Francina Armengol presidenta del Congreso de los Diputados en primera votación con 178 'síes', dos más de los necesarios para la mayoría absoluta.

Con todo, el PSOE tiene clara la hoja de ruta. Sus intenciones pasan por estar en un segundo plano durante este mes. Es decir, dejar que la iniciativa la lleve Feijóo en sus negociaciones para la investidura, a la que no le dan ni un atisbo de poder salir adelante. "Nosotros trabajaremos en lo nuestro mientras", advierten, conscientes de que las negociaciones no serán fáciles. Por varios motivos, además. En primer lugar, porque el acuerdo no solo apelará a ERC y a Junts, que piden referéndum -en Moncloa llevan años insistiendo en que no se producirá- o la amnistía, una medida a la que sí llevan semanas abriéndole la puerta.

También deberán convencer a EH Bildu y al PNV, inmersos en una batalla de cara a las autonómicas que celebrará el País Vasco el próximo año. En este marco es en el que los socialistas leen el paso dado por el actual lehendakari Íñigo Urkullu, que ayer planteó la celebración de una convención constitucional que tenga como objetivo una reinterpretación de la Carta Magna y permita "avanzar" en el autogobierno vasco, y dirigir la cuestión territorial hacia "un modelo plurinacional del Estado". El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, aseguró que el Gobierno no comparte la propuesta, pero que la considera "legítima" y la valoró "en positivo" al ubicarla dentro "del marco constitucional". Este último argumento es el que usan los miembros del Gobierno -incluido el presidente- cuando se les pregunta por la amnistía.

Asimismo, no cabe olvidarse de Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz que formará parte -de nuevo- del Gobierno de coalición. Este será el paso más fácil porque las dinámicas de trabajo ya están creadas y la relación entre Sánchez y la vicepresidenta segunda es buena y fluida. Además, el partido de Díaz, que quedó como cuarta fuerza política, está tratando de jugar un papel fundamental al acercar posturas entre los independentistas catalanes y los socialistas, aunque esto no quiere decir que Puigdemont no pida que le visite en Waterloo, donde reside, una delegación del PSOE. En la actualidad, las únicas diferencias que mantienen socialistas y los de Sumar es en los tiempos, pues estos últimos desearían que las negociaciones estuvieran mucho más avanzadas.

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