Horas después de la amarga victoria del PP en las elecciones generales, Alberto Núñez Feijóo avanza ya en su propósito de intentar gobernar pese a no tener una mayoría suficiente. Así, tras emplazar la pasada noche al candidato del PSOE, Pedro Sánchez, a mantener contactos en los próximos días, desde este lunes ya prepara su ronda de contactos con Vox y PNV para "lograr los apoyos necesarios de cara a su investidura". Es decir, comenzará a negociar con sus socios preferentes cuyos apoyos están supeditados a que el otro no entre en el gobierno. 

Tal y como han informando fuentes del PP tras la reunión "informal" del Comité de Dirección celebrada en la mañana del lunes, Feijóo contactará "próximamente" con Vox para empezar a conocer "de primera mano sus impresiones de cara a la nueva legislatura", así como "con otros partidos del arco parlamentario". Ya sea PNV y Coalición Canaria, de quienes aún confía conseguir su apoyo a su candidatura en el Congreso de los Diputados, como a otros partidos con los que cuenta con el no.

El exterior de Génova luce el triunfalismo; en su interior impera la decepción. Los populares han desplegado en la sede nacional del PP una nueva lona con la cara de Feijóo triunfante por ganas el 23-J. Mientras, en el interior de la séptima planta, el comité analiza los datos y planea los próximos pasos. 

Por el momento, la primera conclusión es que la transferencia de voto que esperaban de la izquierda desencantada con Pedro Sánchez se cortó por el miedo a Vox. De ahí que las expectativas de hace unas semanas se hayan desinflado en unos 32 escaños, pasando de los 168 diputados que auguraban en Génova hace unos días a los 136 que salieron de las urnas.