El PSOE se lanza a una campaña 'en negativo' para intentar la "remontada"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles en el Congreso que la decisión de adelantar las elecciones generales fue de él mismo con su "conciencia". "No podía continuar como si no hubiera ocurrido nada. Ningún líder que merezca serlo puede mirar para otro lado cuando los suyos sufren un castigo tan inmerecido y tan injusto", añade.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso el pasado miércoles
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles en el Congreso que la decisión de adelantar las elecciones generales fue de él mismo con su "conciencia". "No podía continuar como si no hubiera ocurrido nada. Ningún líder que merezca serlo puede mirar para otro lado cuando los suyos sufren un castigo tan inmerecido y tan injusto", añade.

Cambio de estrategia del PSOE. Toda vez que dan por comprobado que la 'campaña electoral de la gestión' no ha funcionado -perdieron casi todo el poder territorial en las elecciones del pasado domingo-, los socialistas han decidido pasar a la acción y entrar de lleno en la campaña de las emociones. Las 'negativas', en su caso, con una serie de vídeos en los que aprovechan lapsus, errores o políticas del contrario para, por ejemplo, recordar las "mentiras" del PP con la guerra de Irak, el 11-M o la catástrofe medioambiental del Prestige. Además, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recrudecido el tono, acusando incluso a los populares de estar a favor de la explotación infantil.

La estrategia no es nueva. De hecho, desde que Alberto Núñez Feijóo se hizo con la presidencia del PP hace poco más de un año, el PSOE se propuso desacreditarle como mandatario y deshacer el perfil de buen gestor con el que desembarcó en Madrid. En la dirección federalista circuló un documento en el que resumían lo conseguido: la caída en la valoración media de Feijóo de hasta un punto -5,2 en el barómetro de abril de 2022 y un 4,28 hace semanas-; una pérdida de "doce puntos" en el indicador de confianza del CIS y seis puntos menos en preferencia como presidente. Pero tras la derrota en las municipales y el adelanto electoral para el próximo 23 de julio, el plan ha ido a más.

De hecho, el partido ha contratado una "herramienta" para anuncios electorales en Facebook e Instagram desarrollada por una empresa que pertenece a Aleix Sanmartín, politólogo y comunicador. En sus redes, además, se define como "especialista en ganar elecciones imposibles", según recogió El País en un perfil que le dedicaron. Lo hizo, por ejemplo, con Juanma Moreno en Andalucía en 2019. Pero no solo: también ha trabajado con Guillermo Fernández Vara, Ximo Puig o Fernando López Miras, presidentes de Extremadura, Comunidad Valenciana y Murcia, respectivamente. Además de trabajar en campañas electorales en México, Panamá o Uruguay.

Eso sí, Ferraz le desvincula de los vídeos electorales, de los que la sección de comunicación asume "toda la responsabilidad". Se trata de pequeños clips cortos y efectistas con los que los socialistas tratan de sobreponerse al PP. Aprovecharon, por ejemplo, un lapsus cometido en una entrevista en TVE por Borja Sémper. El portavoz del PP aseguró que querían "derogar el sanchismo" para que "la mentira vuelva a operar en política". Los socialistas respondieron afirmando que la mentira "es lo que quiere el PP para España", una frase que acompañaron con imágenes de José María Aznar y Mariano Rajoy en tiempos del 11-M o del naufragio del Prestige en 2002. Se puede ver incluso el extesorero del PP Luis Bárcenas. Múltiples referencias a los momentos más comprometidos del Partido Popular en las que, sin embargo, no había rastro del PP de Pablo Casado ni el de Núñez Feijóo.

"No es así, señor Feijóo. Hablar inglés es imprescindible", se podía ver en el otro clip, lanzado días después. En esta ocasión, los socialistas aprovecharon que Feijóo reconociese que su "problema" era con el inglés para compararlo con fragmentos del propio Sánchez y sus vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera hablando un perfecto inglés.

A todo ello se suma, además, la subida de tono protagonizada por el propio Sánchez. En redes y fuera de ellas. En Twitter, acusó a los populares de fomentar "la explotación laboral infantil". Lo hizo después de que PP y Vox votaran en contra de una propuesta legislativa impulsada por la Comisión Europea para luchar contra la explotación laboral en general, con un apartado específico para la infantil.

En el Congreso, siguió su línea contra las derechas. "La tormenta va a ser tremenda, van a tratar de crispar hasta límites insospechados para que nos desmovilicemos", aventuró el presidente, que señaló el supuesto dominio de la derecha "en grandes medios de comunicación, que van a generar una campaña de desprestigio en prime time y a insultar". "Son copias del método de sus maestros norteamericanos", lanzó.

"A día de hoy, las campañas se ganan más por la emoción que por la razón", reflexiona Juan Carlos Blanco, periodista y consultor. En conversación con 20minutos, asegura que la pregunta del próximo 23 de julio no sobre la gestión de Pedro Sánchez, sino sobre su propia persona. Según Blanco, el presidente tiene "claro" que necesita movilizar a los suyos emocionalmente. Toda vez ha quedado comprobado que el intento de "imponer" la conversación sobre la buena marcha de la economía en los días previos a las elecciones municipales y autonómicas no le funcionó. "Nadie se acuerda ya de los anuncios que realizó", argumenta. ¿Será suficiente? Blanco lo ve difícil, pero también cree que es la única y última bala que le queda a Sánchez.

El fracaso de la campaña de los anuncios lo reconoce también el PSOE. De hecho, lo admitió Isabel Rodríguez esta semana. En una entrevista radiofónica, la portavoz del Gobierno dijo que, pese a seguir "estudiando" las causas del batacazo electoral del domingo, era claro que "quizá" ahora deberían mandar sus mensajes "de otra manera" o "enfocarlos mejor". "No se va a hablar de economía en esta campaña. Tenemos una gestión que presentar, pero es hora de decidir qué quiere España ser de mayor", reflexionan fuentes socialistas.

Además, otros miembros del partido se defienden asegurando que no es el PSOE quien ha impuesto el marco, sino que les ha venido dado. Recuerdan las acusaciones de "pucherazo" lanzadas por Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, el viernes anterior a las elecciones. "Se va a ir como llegó, con un intento de pucherazo", lanzó la dirigente popular antes de que los españoles votaran. "La derecha actual está haciendo moderado a [Mariano] Rajoy", reflexiona también un diputado de la bancada socialista.

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