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Dificultades Específicas de Aprendizaje, qué son y cómo es su intervención en el aula: "Es necesario un abordaje preventivo y holístico"

Una profesora explica una actividad a un alumno
Una profesora explica una actividad a un alumno
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Una profesora explica una actividad a un alumno

Dislexia, discalculia, disgrafía o disortografía. Son una constante en el día a día de las aulas, ya que afectan a entre un 3 y un 4% de niños en edad escolar, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional del curso 2020/2021. Son las denominadas Dificultades Específicas de Aprendizaje (DEA), alteraciones de base neurobiológica que afectan a procesos cognitivos implicados en el lenguaje, la lectura, la escritura y/o el cálculo aritmético. Estos trastornos inciden de forma importante en el rendimiento escolar, por lo que es vital un diagnóstico temprano y una correcta intervención.

Las alteraciones que causan las Dificultades Específicas de Aprendizaje afectan a aprendizajes específicos del alumno, provocando dificultades en:

  • La lectoescritura: dislexia, es la DEA más común y está caracterizada por dificultades en la precisión y fluidez en el reconocimiento de palabras y un déficit en las habilidades de decodificación lectora y deletreo.
  • La escritura: disgrafía (dificultades motrices, tanto en el trazado como en la forma de la letra) y disortografía (dificultad para transcribir las palabras de forma correcta y seguir las normas ortográficas).
  • La lengua oral: retraso en la adquisición del lenguaje y disfasia (conocida como trastorno específico del lenguaje, cuando perduran las dificultades del lenguaje a partir de los cinco años).
  • Las matemáticas: discalculia (baja capacidad para el cálculo mental, entender los números, y para el procesamiento matemático)

Estas dificultades pueden ser temporales y afectar al aprendizaje del niño durante un periodo de tiempo determinado o, si la detección es muy tardía o la intervención inadecuada, prolongarse durante la etapa adulta, afectando a sus estudios superiores o a un futuro empleo. 

En cualquier caso, las DEA no son consecuencia de discapacidades intelectuales o sensoriales ni generan en sí mismas, en la mayoría de casos, una discapacidad, aunque pueden darse simultáneamente con otros trastornos. Es decir, un niño con TDAH o Trastorno del Espectro Autista (TEA) o una enfermedad rara, por ejemplo, podrá tener dificultades en la escritura, lectura, lenguaje oral o cálculo matemático, pero estos problemas no serán la causa de su discapacidad intelectual.

La importancia de un diagnóstico temprano

Las Dificultades Específicas de Aprendizaje afectan a un grupo muy heterogéneo de niños y suelen confundirse entre sí debido a que muchas de ellas pueden solaparse. Por este motivo, es vital realizar un "diagnóstico diferencial", asegura Laura Plaza, profesora de Audición y Lenguaje (AL) y psicopedagoga especializada en neuropsicología infantil: "Es importante realizar una valoración neuropsicológica y logopédica, para conocer las funciones alteradas y preservadas".

Las DEA suelen diagnosticarse en la etapa de Educación Primaria, "cuando profesores y padres observan dificultades en el rendimiento académico", aunque se pueden prevenir de forma temprana ya en Infantil, prestando atención a distintos signos de alerta: "En la lectura, por ejemplo, se pueden observar indicadores de riesgo como déficit en memorizar secuencias, ordenar palabras, comprensión de vocabulario, fluidez verbal, etc".

Otras 'banderas rojas' son una adquisición tardía del lenguaje, alteraciones de la lateralidad, dificultad en la adquisición de conceptos básicos como colores, números o días de la semana, reconocimiento del esquema corporal o problemas de conciencia léxica, silábica o fonológica. Conocer estos signos e intervenir de forma precoz en ellos permitirá realizar una recuperación temprana de las funciones neuropsicológicas deficientes del menor y que el problema no se agrave con el paso del tiempo.

Necesidades Específicas de Apoyo Educativo

Los niños con Dificultades Específicas de Aprendizaje tienen necesidades educativas, ya que requieren un refuerzo y mayor apoyo en su día a día en el colegio. Las DEA se engloban dentro la categoría de Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NEAE), en la que se encuentran también:

  • Necesidades Educativas Especiales (NEE)
  • ​Retraso madurativo
  • Especiales Condiciones Personales o de Historia Escolar (ECOPHE)
  • Incorporación Tardía al Sistema Educativo (INTARSE)
  • Altas Capacidades Intelectuales(ALCAIN).
  • Trastornos del desarrollo del lenguaje y la comunicación
  • Trastornos por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH)
  • Encontrarse en situación de vulnerabilidad socioeducativa

De forma habitual, es la propia escuela quien detecta que existe una Dificultad Específica del Aprendizaje, aunque también puede ser la propia familia. En este caso, debe aportar al centro escolar el dictamen emitido por un neuropsicólogo y el tutor, junto con el equipo de orientación del centro, establecerá las necesidades y las medidas educativas que el alumnado necesita. Las medidas de apoyo educativo para estos alumnos son variadas y abarcan desde adaptaciones curriculares hasta profesorado especializado en Pedagogía Terapéutica (PT) y Audición y Lenguaje (AL) o programas especiales.

"El problema reside en las medidas aplicables al alumnado que sugiere la Consejería de Educación: en un examen, incrementar hasta un máximo de un 35% sobre el tiempo previsto para ello, adaptar el tipo y el tamaño de fuente en el texto, realizar una lectura en voz alta de los enunciados de las preguntas al comienzo o realizar los ejercicios en un aula separada. Una respuesta educativa que, en muchos casos, queda reducida a la adaptación en los exámenes y otros instrumentos de evaluación, en lugar de un abordaje preventivo, holístico y multidisciplinar, que verdaderamente responda a las necesidades docentes de prestar una atención educativa de calidad a estos alumnos", afirma Plaza. Esta intervención deberá ser individualizada y adaptada a las necesidades de cada niño, defiende la docente..

Los profesores, clave en el diagnóstico e intervención

Los docentes tienen un papel fundamental, ya que pueden detectar de forma temprana las 'banderas rojas' del desarrollo evolutivo del niño, además de ser responsables de su correcta intervención desde el aula. "La relación entre profesor y alumno es un vínculo potencialmente inspirador, que orienta, detecta y hace accesible el aula a las necesidades educativas que presenten los alumnos", comenta la maestra.

El perfil del alumnado con DEA es muy variado y no solo se limita a sus dificultades de aprendizaje en escritura, lectura o matemáticas. Derivados de ellas se pueden producir problemas emocionales: pérdida de motivación por los estudios, baja autoestima o incluso ansiedad y depresión.

Sin embargo, para que los docentes sepan cómo abordar las Dificultades Específicas de Aprendizaje en el aula es preciso que estén en continúa formación. Solo de esa manera, defiende Plaza, tendrán las "herramientas y técnicas para su prevención, detección e intervención" y podrán "adaptar las diferentes situaciones de aprendizaje". "Que haya profesorado que entienda cómo aprende el cerebro pone sobre la mesa alternativas desde la neuroeducación que impactan en la atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo", añade.

Además, la psicopedagoga especializada en neuropsicología infantil cree necesario que exista "equidad, que garantice la igualdad de oportunidades en las aulas y un diseño universal del aprendizaje desde el inicio que asegure la accesibilidad de todos los alumnos". También garantizar los recursos suficientes en profesorado especialista en PT y AL, "para que los alumnos que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales" y una actualización de la normativa de aplicación en la regulación de las dificultades de aprendizaje, "actualmente reduccionista".

Formación de docentes de la Fundación Querer

Comprometidos con mejorar la atención de niños con Dificultades Específicas de Aprendizaje a través de la labor docente, la Fundación Querer, en colaboración con La Caixa, imparte jornadas de formación a profesores. El pasado mes de noviembre se celebraron diferentes charlas y mesas redondas en CaixaFórum Madrid, donde se trataron diferentes aspectos de las DEA desde una visión holística del alumno.

Carolina Ruíz, una de las docentes durante la formación
Carolina Ruíz, una de las docentes durante la formación
FUNDACION QUERER

Durante la formación se abordaron aspectos como la detección temprana de las DEA, herramientas y recursos para hacer accesible el aprendizaje en el aula, indicadores de riesgo desde un punto de vista neuropsicológico y medidas educativas en el aula, entre otros. Las jornadas tuvieron una gran acogida por parte de los asistentes, que destacaron su "enfoque práctico" y que se facilitaran "recursos para conocer las necesidades de estos niños".

Por su parte, Laura Plaza, responsable de esta formación, asegura que "preparamos las conferencias thinking outside the box, ofreciendo unas jornadas más allá de lo convencional, en cuanto a la atención a la diversidad de todos y la equidad en las aulas". "Los maestros son la pieza fundamental en todo el proceso de enseñanza. Tienen la llave para mejorar el futuro del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo y, cuando comparten el conocimiento y se facilita formación, repercute directamente en el futuro de una sociedad más preparada", añade.

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