Hogares e industria llevan todo el año recortando su consumo de gas, que cayó de forma continuada entre enero y agosto

Una persona enciende un fuego en una cocina de gas.
Una persona enciende un fuego en una cocina de gas.
EUROPA PRESS
Una persona enciende un fuego en una cocina de gas.

El debate sobre cómo recortar el consumo de energía está en todas partes, en las medidas que acaba de anunciar el Gobierno y en las conversaciones cotidianas. Sin embargo, hogares e industria ya empezaron a recortar su consumo hace meses y en lo que va de año se ha producido una disminución continuada. Comparado con los mismos meses desde de 2021, lo que arrojan los datos es un comportamiento similar o superior a principios de 2022, que se empezó a variar en marzo, después del inicio de la guerra en Ucrania, para iniciar un descenso acusado y progresivo a partir de entonces.

La Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES) ha actualizado este jueves sus estadísticas de consumo de gas, que reflejan no solo descenso continuado del uso que hicieron de él hogares e industria a lo largo de los meses de este año, hasta agosto. También permite constatar algo que quizá es más significativo, porque tiene en cuenta circunstancia similares de temperatura, que salvo en algún mes, el recorte en en ahorro entre enero y agosto de 2022 se produjo también en con respecto a los mismos meses de 2021, cuando no había ni guerra en Ucrania, los precios no habían llegado a la escalada actual y no había saltado la alarma sobre el riesgo de desabastecimiento en la UE. 

Por otra parte, la estadística muestra un notable incremento -del hasta el doble y más- del uso de gas natural para generar electricidad este año en comparación con respecto al año pasado y un comportamiento dispar por lo que respecta al repostaje de gasolina y diésel a partir de que en abril empezó a aplicarse el descuento de 20 céntimos por litro. En un caso aumentó en los meses siguientes y en el otro, diminuyó.

De acuerdo a la progresión entre enero y agosto de 2022, el consumo convencional de gas natural, que engloba a hogares e industria, ha tenido una progresión que empezó en enero con 30.791 gigavatios/hora (GWh) y descendió a 25.679 en febrero; 26.238 en marzo; 20.683 en abril; 18.563 en mayo; 16.306 en junio; 14.006, en julio, y 11.787 GWh en agosto.

Como en otros años, el consumo de gas este año empezó a descender a medida que la subida de las temperaturas dejaba de hacer necesaria la calefacción por ejemplo. Por tanto, habrá que ver cuáles son las cifras que irá publicando Cores correspondientes a los últimos meses de este año, cuando volverá el frío y, con ella, la calefacción o un mayor uso del agua caliente.

Sin embargo, si se comparan estos primeros ocho meses del año con los mismos de 2021, lo que se ve es que este año empezó con un consumo muy similar o ligeramente superior al del año pasado y que empezó a diferenciarse después de que empezara la guerra en Ucrania a finales de febrero y que a partir de abril empezó a acentuarse mucho más esa diferencia de consumo de gas en hogares y en la industria.

En este sentido, el uso fue muy parecido en enero y febrero -31.274 GWh en enero de 2021 y 30.791 en enero de 2022 y 24.248 y 25.679 en febrero de 2021 y 2022-. En marzo de 2022 hubo un leve descenso con respecto al consumo de ese mes en 2021 -26.238 GWh frente a 26.564- y en abril empieza a abrirse esta diferencia que no dejó de ampliarse hasta agosto, el último mes con datos disponibles. 

Con el ataque de Rusia sobre Ucrania el riesgo de un posible desabastecimiento dejó de ser tabú en la UE. Los gobiernos más dependientes del gas ruso no lo descartaban en absoluto y en España el Ejecutivo intensificó sus mensajes de que el problema sería el de un precio más caro.

En este escenario, en abril de este año el consumo de gas en hogares e industria fue de 20.683 GWh, cuando ese mes en 2021 fue de 22.717; en mayo de 2022, de 18.563 frente a 21.114 GWh en 2021. La brecha de consumo de gas se hizo más acusada en los meses de verano. En junio de 2022 hogares e industria usaron 16.563 GWh, frente a 19.790 en junio de 2021; en julio, la diferencia fue de 19.070 en 2021 a 14.006 en 2022; y en agosto, de 17.723 GWh el año pasado a 11.787 este año.

Más gas para electricidad

Por el contrario, el consumo de gas que se utiliza para generar electricidad experimentó un notable aumento, del doble o más, en los primeros ocho meses de este año en comparación con los del año pasado. Según Cores, menos en abril el uso de gas natural en el sector eléctrico fue muy superior y doblando o más en los meses de enero a agosto de 2022 con respecto a esos mismos meses del año pasado.

El sector eléctrico hace referencia al gas que utilizan las centrales de ciclo combinado para generar electricidad. Es decir, es el gas al que afecta el límite de momento a 40 euros MWh de su precio que dicta la 'excepción ibérica'. El mecanismo empezó a funcionar con una "tormenta perfecta" por la ola de calor, la falta de viento y la calima que en junio aumentó la necesidad de gas para generar electricidad. Esta mayor demanda no cesó por causas entre las que el Gobierno apunta un verano con temperaturas históricas y con el aumento de las exportaciones de electricidad a Francia y Portugal. Por otra parte, quienes en un principio no eran muy favorables a la excepción ibérica -la Comisión Europea o Alemania, que ahora se abren a que se generalice en la UE- advirtieron de que un gas más barato para generar electricidad podría llevar a un aumento de su consumo.

Lo que muestran las estadísticas de Cores es que solo en abril el consumo de gas para generar electricidad fue menor que el mismo mes del año pasado -6.298 GWh frente a 6.5254- y que el resto de meses el uso fue mucho mayor en 2022 que en 2021, antes y después de que empezara a funcionar la excepción ibérica, el pasado 15 de junio.

Antes, entre enero y mayo, el consumo de gas para generar electricidad en 2022 empezó siendo de 10.784 GWh en enero; de 9.349 en febrero; 7.582 en marzo, y 7.491 en mayo. En 2021, estos valores fueron de 5.69 en enero, 3.098 en febrero, 4.323 en marzo y 4.868 en mayo.

Con el precio limitado a 40 euros el MWh del gas que se utiliza para generar electricidad y también con el inicio de un verano plagado de olas de calor, en junio de 2022 el consumo en las centrales de ciclo combinado fue de 13.023 GWh frente a 6.506 en junio de 2021. En julio la diferencia fue de 14.006 GWh en 2022 y 7.736 en 2021. En agosto de 2022, de 16.387 GWh frente a 8.415 en agosto de 2021.

Gasolina y diésel

En cuanto al carburante, la estadística de Cores refleja que el consumo de gasolina de 95 y 98 octanos no se detuvo, e incluso se incrementó, por los altos precios de este año en comparación con el anterior, antes y después del descuento de 20 céntimos por litro que empezó a aplicarse a partir del 1 de abril. Como es habitual y también se refleja en los datos de 2021, en verano aumentó el consumo de gasolina, también en 2022, a pesar de los altos precios.

Sólo en julio de este año el consumo de gasolina de 95 y 98 octanos fue ligeramente inferior que el mismo mes de 2021 -534.585 toneladas frente a 540.217-. El resto de meses hasta agosto, repostamos más que el año pasado, con y sin descuento.

Antes, en enero de 2022 el consumo de gasolina fue de 394.961 toneladas; en febrero, de 416.513, y en marzo, de 433.894. En 2011 fue de 293.136 en enero; 299.510 en febrero y 407.322 en marzo.

A partir de que el 1 de abril entró en vigor el descuento de 20 céntimos por litro, el consumo de ese mes fue de 471.602 toneladas (377.439 toneladas en abril de 2021); en mayo, de 478.873 (432.549 en 2021); en junio, de 501.447 (483.500 en 2021), y en 565.762 en agosto (540.653 en 2021).

El consumo de diésel, el gasoil que emplea como combustible de automóviles siguió un camino distinto, con aumentos y descensos entre enero y agosto de este año. Empezó en 108.753 toneladas en enero y siguió con 114.630 en febrero, 143.367 en marzo, 117.165 en abril, 130.630 en mayo, 114.723 en junio, 86.197 en julio y 111.182 en agosto.

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