Bruselas cede a la presión de la mitad de la UE y abre el debate este jueves en la Cumbre de Praga sobre un tope temporal del precio de gas

Pedro Sánchez y Olaf Scholz, dirigentes de dos países con posturas opuestas de cara a limitar el precio del gas que debatirá el Consejo Europeo esta semana en Praga
Pedro Sánchez y Olaf Scholz, dirigentes de dos países con posturas opuestas de cara a limitar el precio del gas que debatirá el Consejo Europeo esta semana en Praga
EP
Pedro Sánchez y Olaf Scholz, dirigentes de dos países con posturas opuestas de cara a limitar el precio del gas que debatirá el Consejo Europeo esta semana en Praga

La posibilidad de que la UE establezca un límite a todo el gas que importa a países terceros -que es prácticamente todo el que consume- ha pasado en poco más de un mes desde la petición por parte de algunos Gobiernos y el ninguneo por parte de la Comisión Europea a convertirse en un punto del debate del Consejo Europeo informal que se celebrará este jueves y viernes en Praga. Tras resistirse durante semanas, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se abrió este miércoles a explorar una posibilidad que, como en Alemania y Países Bajos, levanta temores sobre posibles efectos perjudiciales en el suministro de gas. Sin embargo, consciente de la presión que llevan semanas ejerciendo una mayoría de países, entre ellos España, aceptó estudiar un límite al precio de todo el gas que llega la la UE. Eso sí, desde su punto de vista deberá ser temporal y hasta que la UE sustituya el índice que hoy marca el precio -el mercado holandés TTF-, por otro menos volátil y dependiente del gas ruso. Además deberán ponerse salvaguardas para que un gas más barato no suponga un aumento del consumo.

La flauta sonó a primera hora de este miércoles en el Pleno del Parlamento, en Estrasburgo, donde Von der Leyen accedió por primera vez a estudiar un límite general del precio del gas. Es una idea que no gusta a la Comisión, reacia a una medida que considera demasiado expeditiva y arriesgada para el suministro.

En su lugar, prioriza negociar precios con suministradores fiables como Noruega o Estados Unidos, crear una plataforma de compras conjuntas en la UE o, incluso, permitir algo que rechazaba hace unas semanas: extender la 'excepción ibérica' por toda la UE, de manera que se limite el precio del gas que se utilice para generar electricidad, con el consabido pago por parte de cada país de la compensación a sus eléctricas por la diferencia entre el precio limitado y el real. 

Von der Leyen volvió a repetir todas estas opciones -además de la original de limitar el precio del gas que la UE compra a Rusia- ante el Parlamento Europeo sabiendo que para una mayoría de Estados miembros esto ya no es suficiente. Hasta 15, con Italia, Francia, España y Bélgica a la cabeza, firmaron la semana pasada una carta para pedir un tope general al precio de todo el gas -venga de donde venga y e independientemente de que se utilice para generar el electricidad, para la industria o para calefacción- y Von der Leyen recogió el guante en Estrasburgo. Eso sí, día después de que el viernes pasado su comisaria de Energía, Kadri Simson, tuviera que enfrentarse en Bruselas a una mayoría de ministros europeos que le echaron en cara -que mostraron su "decepción" en palabra de la española Teresa Ribera- su negativa a no escuchar el mandato que se le había dado en el Consejo de Energía del 9 de septiembre, en el que una mayoría de países le pidió una propuesta no solo para limitar el precio del gas ruso, sino de todo el que entra en la UE.

Límite temporal

Este miércoles se mostró dispuesta a estudiar un tope al precio del gas en Estrasburgo. Y horas más tarde explicitó la idea en una carta a los jefes de Estado y de Gobierno que se reúnen este jueves y viernes en Praga. "Propongo que trabajemos junto con los Estados miembros para desarrollar una intervención para limitar los precios en el mercado del gas natural", planteó a los Estados miembros como segunda opción después de una serie de medidas entre las que contempla la negociación con suministradores fiables y la creación de una plataforma común de compra de gas para que la UE haga valer su fuerza negociadora.

Von der Leyen dice haber "escuchado atentamente" las discusiones de los ministros de Energía para proponer estas medidas y también un eventual límite al precio del gas, ante el que la Comisión mantiene sus reticencias. Según plantea a los Estados miembros, debería establecerse de manera "temporal", mientras la UE sustituye el índice del mercado holandés de futuros (TTF) por otro que refleje más fielmente los precios del mercado y siempre que se pongan en marcha "salvaguardias" para que un gas más barato no suponga consumir más gas.

"Dependiendo de la introducción de una referencia complementario [al holandés TTF], deberíamos considerar una limitación del precio al TTF de manera que siga asegurando el suministros de gas a todos los Estados miembros y eso demostraría que la UE no está dispuesta a pagar cualquier precio por el gas", apunta Von der Leyen en su carta a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

Satisfacción en España

Aunque el planteamiento de la Comisión mantiene mucha cautelas y el debate en Praga no conducirá previsiblemente a ninguna decisión firme, porque se trata de una Cumbre extraordinaria y porque la Comisión debería hacer una propuesta formal-, la disposición de Von der Leyen a explorar un límite al precio de todo el gas en la UE provocó "satisfacción" en el Gobierno español.

El Ministerio de Transición Ecológica  difundió un vídeo de la ministra y vicepresidenta tercera Teresa Ribera expresando su "satisfacción, agradecimiento y reconocimiento" por las palabras de Von der Leyen ante el Parlamento Europeo. "

"Es importante dejar claro cuánto estamos dispuestos a pagar introduciendo referencias de precio máximo y modificando el que hasta ahora ha sido el indicador más importante para cualquier empresa que  active sus contratos, sus ventas, en el ámbito de la energía vinculado al gas", dijo Ribera que, como la Comisión, también comparte la necesidad de reformar el índice TTF.

Sánchez y Scholz

Con las palabras y la carta de Von der Leyen, la Comisión vence en parte sus reticencias a limitar el precio del gas, que comparte con Alemania o con Países Bajos, temerosos de que esto pueda suponer que proveedores alternativos a Rusia que la UE busca denodadamente para reducir su dependencia de Moscú prefieran venderle el gas a otros países con precios más elevados.

Un día antes del Consejo Europeo que volverá a reunirlos, el canciller alemán, Olatz Scholz, y el presidente español, Pedro Sánchez, celebraron este miércoles en A Coruña la cumbre bilateral España-Alemania. En rueda de prensa, ambos dirigentes dejaron claro que su postura es diferente por lo que respecta a limitar el precio del gas.

Sánchez apostó por que una medida de este calado permita seguir avanzando la UE en la reforma de su sistema eléctrico que España reclama desde el año pasado. Consideró que el límite a los beneficios de las energías inframarginales que se acordó el viernes pasado es un "buen primer paso" que debe completarse con otros, como el tope al precio del gas. 

"Tenemos que seguir dando [pasos] para explorar la posibilidad de poner un precio límite al gas que importamos mediante un sistema que habrá que estudiar bien para que no se desincentive la llegada de gas a Europa", dijo el presidente español.

Este último elemento, la referencia al suministro de gas, fue una concesión a la preocupación por parte de Alemania de que un límite al precio del gas en la UE ahuyente a los productores hacia países dispuestos a pagar un precio más alto.

Scholz se refirió a ello al término de la Cumbre hispano-alemana: "Se requiere cooperar estrechamente entre países que producen y venden [gas] y donde está la demanda. Los precios no solo son elevados en Alemania y en la Bolsa de los Países Bajos [TFF] , también en Corea y en Japón".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento