El otoño también amenaza con ser crudo para bares y restaurantes y el miedo a la inflación desbocada ya se ha cobrado varias víctimas. La Asociación de Hostelería de Sevilla (AHS) mostró su preocupación por el hecho de que hasta 100 establecimientos "hayan cerrado o estén en proceso de traspaso en la provincia" como consecuencia de "la inflación, y la subida de precios y de luz", que está provocando que sea "uno de los peores veranos de la historia para el sector".

Para el colectivo, los datos de desempleo arrojados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) la pasada semana confirman que la situación económica para la hostelería de Sevilla es "insostenible". Los números que maneja la asociación indican que el mes de agosto ha dejado en la provincia casi 1.350 parados más, siendo el segundo sector que más empleo ha perdido durante este verano. Según los cálculos de la patronal en base a esta pérdida de empleo, en la provincia, en torno a un centenar de bares y restaurantes han cerrado sus puertas "definitivamente" o se encuentran en "un proceso de traspaso de local".

En este sentido, la patronal lanzó una advertencia a los hosteleros, "dado que aquél que no logre hacer números y no consiga hacer una buena gestión empresarial que equilibre las cuentas del negocio durante los próximos meses de otoño, se puede ver abocado al cierre".

En palabras de Antonio Luque, presidente de la patronal sevillana, "necesitamos ayudas de las administraciones para que dejemos de ser los últimos de la fila y evitar el cierre de nuestros negocios. Se trata de una crisis más que atraviesa la hostelería después de la pandemia. Durante la crisis provocada por la Covid-19, el sector fue uno de los más castigados. Hoy en día, lejos de recuperarse, la hostelería suma nuevas dificultades para que el sector prospere, dado el conflicto bélico en Ucrania, la inflación existente que ha encarecido de forma desorbitada buena parte de las materias primas y proveedores de hostelería; a lo que se suma la subida de la luz", añadió.

Por todo ello, y para salvar uno de los sectores económicos "que mantiene el turismo de la provincia y de Sevilla", la patronal reclama ayudas al Gobierno, a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Sevilla con el objeto de obtener rebajas fiscales que ayuden al mantenimiento de los negocios y del empleo. En la capital hay 3.500 establecimientos hosteleros, que representan el 12% del PIB hispalense. Mientras, en la provincia hay un total de 8.000 empresas relacionadas con este gremio.