La Policía Nacional comunicaba este martes la detención de los dos presuntos autores de lo que ellos mismos denominan "uno de los robos más mediáticos de los últimos años": el de 45 botellas de vino en el hotel-restaurante Atrio de Cáceres (2 estrellas Michelín) valoradas en 1.648.500€, según las autoridades. A pesar de su detención, el botín no se ha podido recuperar.

Los hechos ocurrieron en la noche del pasado 27 de octubre de 2021 y, nueve meses después, las dos personas implicadas han sido arrestadas en el puesto fronterizo de Karasovici Sutorina, en Croacia. Se tratan de un hombre de 47 años, con doble nacionalidad rumana y neerlandesa, y una mujer de 29 años, de nacionalidad mexicana. 

La investigación y detención ha sido posible gracias a la coordinación de la Policía Nacional en colaboración con agentes de Europol e Interpol, la Policía Fronteriza de Croacia y la Agregadurías de Interior de España en Rumanía y Países Bajos, los cuales siguen tratando de conocer quién o quiénes fueron los receptores de las botellas.

Tanto el martes como este miércoles la Policía ha compartido en su cuenta de Twitter las imágenes de lo que consideran una operación que requirió una "planificación milimétrica". En los vídeos se aprecia cómo uno de los ladrones entra sin ser visto por una puerta y, pocos instantes después, reaparece cargando dos grandes bolsas, en las que presuntamente llevaría las botellas de vino.

Tal como indican en la publicación, una de esas botellas "data del año 1806 y está valorada en 310.000 euros, siendo un ejemplar único en el mundo". Este vino se trata de un Chateau d´Yquem, pero también se llevaron 38 botellas de Romanée Conti, con un precio medio de 12.000€ en la carta del restaurante, y un Montrachet Grand Cru 1999 Magnum, con un valor de 25.500€.

Si bien se ha procedido a la detención de los ladrones, la investigación no ha conseguido recuperar ni averiguar el paradero del botín millonario. La Policía espera que los sospechosos esclarezcan los detalles de esa y otras preguntas pendientes, como quién hizo el encargo del robo. 

La pareja ya había actuado de esa forma

Ambos detenidos cuentan con antecedentes penales por robos en restaurantes de Madrid, donde adquirieron precisión y especialización en este tipo de delitos. En concreto, en el barrio de Salamanca, ya habían perpetrado tres robos de botellas valiosas en diversos restaurantes.

El hombre había sido arrestado hasta en tres ocasiones por actuaciones similares en restaurantes madrileños y, unos días antes de dar el golpe en Atrio, la pareja estuvo en otro afamado establecimiento de la capital española.

"La pareja había hecho de esto su modo de vida, pues la venta de este tipo de vinos produce muchos beneficios", ha afirmado Carlos Soria, jefe de la brigada de la Policía Judicial de Cáceres, en una rueda de prensa en la que también ha participado la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García; el jefe de la Unidad de Delitos Económicos de la Comisaría General, José Ángel González, y el jefe superior de la Policía de Extremadura, Alfredo Garrido.

El robo, paso a paso

Yolanda García ha destacado "la especialización" con la que actuó la pareja, ya que realizaron la tarea con mucha discreción y sin que se advirtiera la sustracción hasta la mañana siguiente.

Se registraron el 27 de octubre de 2021, fecha del robo, con documentación falsa suiza y con la planificación del mismo bien estudiada, pues ya se habían alojado en el hotel en tres ocasiones anteriores para analizar el terreno en julio, agosto y septiembre.

Esa misma noche cenaron en el restaurante y visitaron la bodega invitados por el personal, una práctica habitual con los clientes por parte de este establecimiento. Luego, subieron a la habitación, y poco después, en torno a la una y media de la madrugada, el hombre volvió a salir en dirección el sótano. 

En el mismo momento, ella fue a la recepción, para distraer al personal del hotel y que no hubiera nadie visionando las cámaras, con la excusa de pedir algo de comer, a pesar de que la cocina ya estaba cerrada. Sin embargo, el trabajador se acercó a la cocina por si podía conseguir algo rápido para picar.

Mientras tanto, el hombre había llegado a la bodega y, después de acceder con una llave maestra previamente sustraída, la abrió y salió con tres grandes mochilas, una en cada mano y otra a la espalda, en las que portaba las 45 botellas de vino envueltas en toallas del propio hotel.

Hacia las cinco y media de la madrugada, la pareja abandonó el hotel a pie y salió del casco antiguo de Cáceres, que también está vigilado en varios accesos por cámaras de seguridad. El robo fue descubierto al mediodía del 27 de octubre, cuando el equipo se disponía a preparar el servicio de comida y bajó a la bodega, que cuenta en sus estanterías con 3.400 referencias en vinos de todo el mundo.

Tras la denuncia del robo, comenzó la investigación por parte de la Policía Nacional hasta dar con los presuntos autores en Croacia.

La detención, nueve meses después de los hechos

Los autores fueron identificados por la Policía Nacional a los tres meses de cometerse el delito gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad. Desde entonces, les siguieron la pista durante seis meses por varios países hasta su detención en Croacia cuando entraban en un vehículo por la frontera con Montenegro.

Tras el robo, los delincuentes han estado viajando por Europa, utilizando pasaportes falsos y utilizando el coche para no dejar rastro en los aeropuertos, hasta que pudieron ser localizados y arrestados por las autoridades nueve meses después del robo.

Ahora, se encuentran en Croacia a la espera de la emisión de una euroorden para su extradición a España, lo que podría ocurrir en unas dos semanas, y ponerlos a disposición del Juzgado de Instrucción nº 4 de Cáceres.

Preguntas sin resolver

Aún quedan preguntas que faltan por esclarecer. Los gerentes de Atrio, Toño Pérez y José Polo, aseguran que el robo en su bodega fue por un encargo, pero no se sabe quién pudo dar la orden. 

Para ellos, era "imposible valorar la pérdida", según Polo, aunque han conseguido que su aseguradora fije una cantidad para indemnizarles por la sustracción de la histórica botella, "que ha visto el devenir de los 215 años más recientes de la historia de Europa". 

No es conocido  Y es que la amplia investigación desarrollada para esclarecer el millonario robo no ha conducido a la recuperación del botín.

Asimismo, tampoco se sabe el modo en que las botellas han sido comercializadas por los ladrones, ni a qué precio, ni quién ha sido el último receptor. No obstante, la policía no descarta que se pueda dar con el paradero de los vinos.

Por ello, la investigación seguirá abierta, ya que "nunca se cierra una investigación hasta esclarecer totalmente los hechos", ha apuntado el jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros de la Policía Judicial.