Helena Resano Periodista
OPINIÓN

España se quema

Interior de una casa calcinada por el incendio de Pont de Vilamara.
Interior de una casa calcinada por el incendio de Pont de Vilamara.
ACN
Interior de una casa calcinada por el incendio de Pont de Vilamara.

Solo cuando te toca a ti o a alguien cercano a ti entiendes lo que supone. Es el mensaje con el que han trabajado desde la DGT en su campaña de este verano: han atropellado a la cantante Amaia y al actor Eduard Fernández. Dos caras muy conocidas que protagonizan uno de los anuncios más impactantes de los últimos años, de esos que te dejan pegado al televisor y que, efectivamente, consiguen concienciarte sobre un problema que cuesta vidas.

España se quema. Suena a catastrófico, pero es que está pasando. Quizás hayamos generado una especie de anestesia protectora ante imágenes que nos pueden impactar demasiado. Pero es necesario sacudirse esa apatía y abrir bien los ojos. Seguramente esos incendios que están cansados de ver un día tras otro no estén quemando nada cerca de su casa ni de su pueblo ni del valle en el que creció, pero los incendios están arrasando buena parte de nuestros paisajes. Y en algunos casos, llegando hasta las puertas de las casas de urbanizaciones enteras. El lunes veíamos en directo en el informativo cómo una casa gallega ardía bajo las llamas, completamente consumida por un fuego que no distingue carreteras ni vías de tren ni bosques ni viviendas. Solo quedaba la estructura: por dentro, la nada. Hasta hacía unas horas esa casa, era un hogar, como el suyo o como el mío.

Incendios tenemos todos los veranos, pero este está siendo catastrófico

Hace unos años era habitual contar en los informativos cómo California se consumía bajo incendios incontrolables: incendios que generaban hectáreas y hectáreas de suelo quemado y enormes columnas de humo que se veían desde otros estados. Era la tónica verano tras verano. Uno, recuerdo, no hace mucho, se llevó por delante las mansiones de muchas caras conocidas al norte de Los Ángeles.

Pues bien, eso está pasando aquí. Incendios tenemos todos los veranos, pero este está siendo catastrófico. Las condiciones meteorológicas no ayudan. El calor intenso y continuo que estamos sufriendo desde hace semanas es el combustible de un problema que se extiende por el sur de Europa. Los campos están secos, falta agua, el suelo arde y los medios, en muchas ocasiones, resultan escasos.

El problema es que llegará el otoño y se nos olvidará abordar las soluciones

El problema es que llegará el otoño y se nos olvidará abordar las soluciones a algo que empieza a convertirse en una constante. No hace falta que tengamos las llamas en las puertas de casa para intentar atajar este problema. Lo urgente, lo prioritario, es tener personal preparado para luchar contra el fuego. Personal al que cuidemos, personal que, recordémoslo, se juega la vida. Pero no solo profesionalizando los equipos lograremos abordar el problema. Es urgente prevenir: como el proyecto de los llamados 'rebaños de fuego'. Además de prevenir, fomentan la sostenibilidad de los montes, repueblan las zonas rurales y evitan el sobreesfuerzo en las tareas de extinción cuando llega el verano. En octubre estaremos a otra cosa, seguro, pero sería bueno no olvidar el horror de estos días para evitar que se repita. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento