Una campaña hipotensa para el PP, los socialistas contra el umbral psicológico y la incógnita de Vox: el camino hacia el 19-J

  • Moreno teme a la complacencia de sus votantes y al buen tiempo como enemigos de la "mayoría suficiente".
  • Espadas tiene en 33, la peor cifra de los socialistas, la cosechada por Díaz en 2018, el umbral psicológico.
  • Olona lucha por sus propias expectativas tras una campaña insatisfactoria.
Juanma Moreno y Juan Espadas se saludan antes del debate del lunes.
Juanma Moreno y Juan Espadas se saludan antes del debate del pasado lunes en Canal Sur.
EP
Juanma Moreno y Juan Espadas se saludan antes del debate del lunes.

Este domingo se abrirán las urnas en Andalucía y el candidato favorito teme al buen tiempo y a los atascos de vuelta de la playa. Asegura que pedirá a la Guardia Civil un dispositivo especial que aligere el tráfico. La abstención y el buen tiempo son, por tanto, los dos principales temores de Juanma Moreno. También las reminiscencias de lo ocurrido en 2012 con Javier Arenas, cuyo resultado no fue acorde a los esperado y no ocupó San Telmo.

Moreno planteó una campaña hipotensa y en clave andaluza. El terreno de juego donde se ha jugado el partido. Ni Juan Espadas, candidato socialista, ni Macarena Olona, de Vox, han conseguido alterar al presidente de la Junta de Andalucía, inalterable en los dos debates como si los otros cinco candidatos en liza hablaran de temas ajenos. "Señora Olona, haga usted su debate, que yo haré el mío", dijo. 

Las expectativas electorales del PSOE no son las mejores, pero nadie acusa a Espadas de ser mal candidato, tampoco desde las filas populares. De hecho, ni PP ni PSOE se han echado en cara la corrupción en sus partidos en esta campaña: en los mítines no han aparecido los ERE; tampoco la Gürtel.

El exalcalde de Sevilla sujeta el puño y la rosa en el momento de más baja popularidad del socialismo en Andalucía, una tierra que gobernó ininterrumpidamente entre 1982 y 2018. "La única fuerza que va a frenar a la ultraderecha es el PSOE. Y lo haremos con un proyecto ambicioso, comprometido con los servicios públicos, que apuesta por el empleo y con capacidad para gestionar los fondos europeos", dijo en Cádiz este viernes, la mañana del cierre de campaña.

Todavía convaleciente de la pérdida de la Junta tras las elecciones de diciembre de 2018, los socialistas apelan a las exigencias de Vox de entrar en el gobierno y llaman a la movilización de sus partidarios. Espadas ha tratado hasta el último minuto de despertar de su letargo a unos votantes socialistas faltos de estímulos para volver a las urnas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no es quien más gusta en Andalucía. "Cuanto más vengan él y sus ministros, mejor", decían fuentes de la organización de la campaña del PP. El candidato del PSOE tiene en 33, el número de escaños obtenidos por Susana Díaz en 2018, el peor de la historia para los socialistas, el umbral psicológico que no debe bajar. 

Lucha por la Vicepresidencia

"Ni de coña". Con esta contundencia asegura Juan Marín que nunca integraría un gobierno donde estuviera Vox. El hasta ahora vicepresidente de la Junta de Andalucía, quien defiende una grata experiencia de gestión junto a Moreno, no sólo tendrá imposible, a tenor de las encuestas, mantener los 21 diputados. También la supervivencia de los liberales en el Parlamento de Andalucía. 

"Hemos trabajado codo con codo desde el principio, desde el minuto uno, cuando nos decían que era imposible. Cosas como ésta no han sucedido nunca en Andalucía. ¿Por qué? Porque ha habido mucho compromiso y mucha lealtad entre Juanma y yo", declaró en su entrevista de campaña a 20minutos. "Lo que funciona no se toca", se enroca. Moreno, que ofreció tanto a Marín como al resto de los consejeros naranjas integrarse en puestos de salida en una hipotética lista conjunta, sueña con la posibilidad de un 52+3 o de un 53+2. Sumas de calculadora en la furgoneta de campaña. 

"Yo me estoy esforzando para intentar sacar el mejor resultado posible, lo más cerca de esos 55 escaños, porque esos 55 escaños hace más fuerte a Andalucía", dijo Moreno a este periódico, con la sensación de que le iba a faltar campaña porque estaba creciendo al 0,3% o 0,5% diarios según sus propios trackings. "Mayoría suficiente", "absolutísima", "importante". Los marcos semánticos en los que se ha movido el PP, sinónimos todos para decir que no quieren gobernar con Vox, sino en "solitario", sin estar "maniatado".

La errática campaña de Olona

Vox pelea contra sus propias expectativas en estas elecciones. La candidata, fichada por Linkedin por Iván Espinosa de los Monteros en 2018 y erigida en icono para sus enardecidas masas después por sus intervenciones en el Congreso, comenzó con polémica la campaña por su empadronamiento en Salobreña. La campaña no parece haber sido la mejor ni estirado los pronósticos, que Santiago Abascal puso en 26 diputados. Las últimas encuestas, sin embargo, le otorgan entre 18 y 20.

“Después del 19 de junio va a tener mi mano así, tendida. Pero le recuerdo que si tan sólo necesita un voto o una abstención, no va a ser presidente si Vox no está dentro del Gobierno”, amenazó Olona en el debate de Canal Sur, donde también le preguntó a Moreno si sería su vicepresidente. "Eso es un delirio", contestó el candidato del PP. Todas las formaciones políticas arrojan a Moreno como un perdigón la posibilidad de que Olona colme sus aspiraciones y llegue a vicepresidenta.

La izquierda del PSOE

"Hay que llamar a la movilización a la gente que no está de acuerdo con lo que está pasando y ha empezado a resignarse con el aluvión de encuestas, como que no pueden hacer nada. Si hay una alta participación, el revulsivo caerá del lado de la gente que quiere avance y progreso y eso beneficiaría, sin lugar a dudas, al bloque y, por supuesto, a nuestra coalición de izquierda", arengó a sus bases Inma Nieto, candidata de Por Andalucía, a este periódico. La última encuesta de DYM para 20minutos les aventuraba entre 6 y 7 escaños.

La opción que ahora encabeza Nieto fue la más votada por los dos segmentos más jóvenes en 2018, desde los 18 a los 34 años. Esa impronta generacional, dicen las encuestas, será imposible de mantener. Ese andalucismo parece haber sido capitalizado desde el Palacio de San Telmo. Lo fue bajo el paraguas de Teresa Rodríguez, que tras divorciarse de la dirección general de Podemos en Madrid, presenta una opción puramente andalucista de forma paralela. Los debates han elevado exponencialmente sus aspiraciones y ya sueña con un grupo parlamentario: 5 escaños.

Los que quieren que odiemos a nuestra gente son los que defienden los intereses del Ibex 35, de los ricos. Son los de siempre: es el jefe que te explota en tu curro, es el casero que te sube el alquiler para echarte de tu casa, es el cura que te echa el sermón contra la libertad de amar y de ser en la boda de tu amiga, es el que te bordea y te acosa por la calle desde los 14 años. Esos son la extrema derecha”, han sido algunas de sus proclamas, estas en concreto lanzadas este jueves en Cádiz. Conjugar el andalucismo frente a Olona, a quien bautizó como Iberdrolona porque tiene 700 euros en la eléctrica. “Perdámosle el miedo, enfrentémosla con valor. No vale ante ella un izquierda hipotensa, que hable bajito, que arrastre los pies. Ante ellos, firmeza”. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento