La semana pasada, el Senado debatió y votó la ley de Ciudadanos para la Dignidad Laboral de las Personas con Cáncer. Una propuesta que fue aceptada a trámite por la Cámara Alta, pese al incomprensible y poco humanitario voto en contra del PSOE.

Los liberales hemos abogado siempre por hacer economía con cabeza, para tener políticas sociales y de bienestar con corazón. El proyecto político de Ciudadanos se basa en garantizar la verdadera libertad para las personas, la que se obtiene con la igualdad de oportunidades y permitiendo que cada uno pueda construir su plan de vida según le parezca. Por ello, esta Ley de Dignidad Laboral de las Personas con Cáncer y otras enfermedades graves viene a sumarse a los hitos conseguidos por Ciudadanos con la ley que prohíbe la esterilización forzada de mujeres en España y con la Ley de Accesibilidad Cognitiva para personas con discapacidad.

El texto que hemos presentado en el Senado pretende mejorar con medidas concretas las condiciones laborales de las personas que sufren la lacra del cáncer u otras enfermedades graves, al tiempo que facilita el acceso y acogimiento a prestaciones y servicios sociales. Tratamos de aliviar, en la medida de lo posible, el día a día de los pacientes.

Tratamos de aliviar, en la medida de lo posible, el día a día de los pacientes

A la vista de los resultados que hemos experimentado con el teletrabajo tras la pandemia, creemos que este debe ser un derecho fundamental al que puedan recurrir los trabajadores con una de estas enfermedades, así como ofrecerles la posibilidad preferente de contar con una jornada laboral reducida.

También reivindicamos para aquellos pacientes que padezcan secuelas físicas tras haber superado la enfermedad la opción de ocupar otro puesto de trabajo del mismo grupo profesional que la empresa tuviera vacante en cualquier otro de sus centros. Sin olvidarnos, además, de que deben tener acceso preferente e inmediato al Ingreso Mínimo Vital.

Por otra parte, la ley de Ciudadanos promueve, a través de la creación de una herramienta profesional y rigurosa, la publicación de los datos de la incapacidad temporal, su impacto y su repercusión en la salud laboral, que sirva también para mejorar la formación en atención primaria y agilice las resoluciones de los tribunales de incapacidad laboral.

Del mismo modo, consideramos de enorme importancia conseguir la reincorporación a la vida laboral de estos trabajadores una vez que hayan superado la enfermedad, con todas las facilidades y atendiendo a sus necesidades físicas y psicológicas. Sin olvidarnos de compensar y cubrir los perjuicios económicos que conlleva una enfermedad de estas características con numerosos tratamientos que deben aplicar.

Es nuestra obligación arrimar el hombro desde las instituciones en la lucha contra el cáncer

Como servidores públicos, es nuestra obligación arrimar el hombro desde las instituciones en la lucha contra el cáncer, y hacerlo también para que la vida social y laboral de estas personas, que se enfrentan a retos durísimos cada día, sea más llevadera. Desde Ciudadanos hemos trabajado cada propuesta teniendo en cuenta las iniciativas que nos llegan desde la sociedad civil, sentándonos a escuchar con mucha atención a entidades como la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer).

Por aquellas mujeres de mediana edad que logran superarlo con sumo esfuerzo y quieren retomar la cotidianidad en la oficina con sus ilusiones y retos profesionales intactos. Por aquellos hombres en la recta final de su trayectoria laboral a quienes la huella de la enfermedad les lastra en mayor medida y requieren de unas nuevas condiciones para poder seguir ejerciendo su labor con el mismo entusiasmo del primer día. Por aquellos jóvenes que se ven sorprendidos por el maremoto del cáncer y anhelan retomar sus sueños profesionales donde los habían dejado de manera forzosa. En definitiva, que se trate de un punto y seguido. Y no de un punto y aparte.

Los liberales lo seguiremos haciendo con el mismo ahínco y dedicación de siempre. Se lo debemos a estos luchadores que dan una batalla ejemplar contra el maldito cáncer, un enemigo al que, entre todos y desde todos los frentes, debemos plantar cara.