La violencia de las bandas juveniles, como los Dominican Don't Play (DDP) o los Trinitarios, continúa presente en las calles de muchas de las principales ciudades de España. Madrid, donde recientemente dos jóvenes relacionados con estos grupos han fallecido apuñalados, es el principal foco de actividad delictiva en nuestro país y donde más han evolucionado estas organizaciones, otrora conocidas como bandas latinas al estar formadas inicialmente solo por dominicanos, puertorriqueños, colombianos y ecuatorianos, entre otros.
Sin embargo, estos grupos también están presentes en otras grandes ciudades españolas, como Valencia, Barcelona o Zaragoza, aunque con menor protagonismo que en Madrid, según confirman fuentes policiales consultadas por 20minutos. En la capital aragonesa, de hecho, este pasado fin de semana se ha desplegado un dispositivo policial especial en las zonas de ocio después de que el pasado día 30 de enero se produjese una pelea entre bandas a la salida de una conocida discoteca de la capital maña. También se ha constatado actividad por parte de estos grupos y ha habido detenciones de entidad en los últimos tiempos en Vitoria, Irún, Pamplona, Toledo y Guadalajara.
Entre los recientes golpes policiales a estas bandas, destaca el desmantelamiento en octubre del pasado año de la cúpula de Blood, uno de los grupos criminales de origen latino más peligrosos, en la conocida como operación Laya. Las investigaciones, que duraron unos diez meses, comenzaron tras la detección de un aumento de los delitos de robos con violencia, hurtos y agresiones con arma blanca en zonas del País Vasco y Navarra.
"Las bandas volvieron a activarse después del parón como consecuencia del confinamiento decretado por el Gobierno en marzo de 2020 por el coronavirus. Su actividad del día a a día se centra sobre todo en los robos con violencia o intimidación y los robos con fuerza para poder mantener la economía de su organización", explican desde la Policía, que confirma el uso habitual en la comisión de delitos por parte de estos grupos de armas blancas, como machetes, cuchillos o navajas. "Se pueden adquirir en ferreterías. Es más fácil que acceder a armas de fuego", precisan.
Elevado número de menores de 14 años
Las mismas fuentes llaman la atención sobre la enorme juventud de sus miembros. En la mayoría de estos grupos, un elevado número de componentes de base son menores de 14 años porque son "inimputables" desde el punto de vista legal.
En España, la conocida como Ley del Menor señala en su artículo 3 que "cuando el autor de los hechos sea menor de 14 años, no se le exigen responsabilidades de acuerdo con esta Ley, sino que se le aplicará lo dispuesto en las normas sobre protección de menores previstas en el Código Civil y demás disposiciones vigentes". En la práctica, el Ministerio Fiscal deriva el caso a Servicios Sociales cuando tiene constancia del caso, pero en ningún momento se puede actuar contra el menor porque judicialmente no es responsable.
Cada vez hay más españoles
En Madrid, las bandas juveniles ya están formadas al 90% por españoles, como confirmó la semana pasada la delegada del Gobierno en la región, Mercedes González. La dirigente socialista explicó que se trata en muchos casos de chicos nacidos en España de padres de primera o segunda generación, es decir: que sus progenitores han nacido también en nuestro país pese a que su familia de origen sea de otra nacionalidad.
La tendencia en el resto de España es similar, pero no se llega al porcentaje que existe en la comunidad madrileña. "Cada vez hay más presencia de españoles en las bandas juveniles, pero sigue habiendo un amplio abanico de nacionalidades (magrebíes, rumanos...)", señalan las fuentes policiales consultadas.
¿Cuántas bandas juveniles hay en España?
El Ministerio del Interior trabaja con un censo de más de 600 grupos juveniles violentos activos en la actualidad en toda España, según figura en la ultima la actualización del 'Plan de actuación y coordinación policial contra grupos organizados y violentos de carácter juvenil', en vigor desde 2014.
De ellas, hasta 87 son bandas juveniles. El resto del censo incluye grupos de jóvenes de extrema derecha y extrema izquierda, además de colectivos asociados a la violencia en el deporte, como los ultras, los seguidores más radicales de los equipos de fútbol
Según Interior, el número total de grupos juveniles violentos controlados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ha pasado de 595 en 2019 a 627 en 2021, lo que indica una tendencia al alza.
Esta información consta en una respuesta parlamentaria del Gobierno a una pregunta de a EH Bildu. En la misma, se desglosan las operaciones en el marco de la Instrucción 17/2014 de la Secretaría de Estado de Seguridad:
En 2014 se llevaron a cabo 183 detenciones en 473 diligencias policiales contra grupos organizados y violentos de carácter juvenil. Un año después se alcanzó la mayor cifra de la serie, con 265 arrestos, para bajar a 141 en 2016 y 91 detenciones en 2017.
Por su parte, en 2018 se practicaron 141 detenciones en 313 operaciones, una cifra que baja hasta 136 arrestos en 2019, para cerrar 2020 con el mínimo de la serie: 77 detenciones en 286 diligencias policiales.
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