Fortalezas y análisis de Ciudadanos y su candidato Edmundo Bal para el 4-M

El exvicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado; la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas; el candidato del partido a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal; la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y el 'número 3' de Cs para las elecciones a la Asamblea de Madrid, César Zafra (abajo), durante un acto del partido en la Plaza del Dos de Mayo este sábado.
El exvicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado; la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas; el candidato del partido a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal; la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y el 'número 3' de Cs para las elecciones a la Asamblea de Madrid, César Zafra (abajo), durante un acto del partido en la Plaza del Dos de Mayo este sábado.
EUROPA PRESS
El exvicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado; la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas; el candidato del partido a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Edmundo Bal; la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y el 'número 3' de Cs para las elecciones a la Asamblea de Madrid, César Zafra (abajo), durante un acto del partido en la Plaza del Dos de Mayo este sábado.

Paradojas de la política, las perspectivas electorales de un partido no tienen que ver, necesariamente, con su peso actual en una determinada cámara parlamentaria. Es, sin duda, lo que le ocurre a Ciudadanos en las elecciones madrileñas del próximo 4 de mayo.

El casi 20% de los votos que obtuvo el Ignacio Aguado en 2019, que con 26 escaños le auparon a la vicepresidencia de la Comunidad de Madrid, queda muy lejos de las perspectivas actuales de su sucesor, Edmundo Bal, un candidato de emergencia para una cita con las urnas en las que Cs se juega su peso como proyecto nacional. 

Ahora la expectativa es, en el mejor de los casos, superar la barrera del 5% y lograr así representación en la Asamblea de Madrid, pudiendo además eventualmente sumar para reeditar el Gobierno de PP y Ciudadanos sin que entre en él Vox, uno de los grandes objetivos electorales de Bal.

Cs ha enfocado toda su campaña en superar la barrera del 5%, el todo o nada para un partido que pelea por no seguir el camino de todas las fuerzas políticas que se han situado en el centro a lo largo de la historia democrática de España.

Este porcentaje clave es el mínimo que se exige en la Comunidad de Madrid para sumar escaños y lograr representación en la Asamblea, con al menos siete diputados, un procedimiento pensado para evitar una excesiva fragmentación política y que, en suma, puede provocar que cientos de miles de votos terminen siendo inservibles

Por el momento, la mayoría de los sondeos privados y la encuesta 'flash' del instituto público de José Félix Tezanos, dan poco margen para la esperanza en el partido naranja. A nivel interno, fuentes del partido aseguran que algunos trakings los sitúan en la barrera necesaria para la representación. 

El hasta ahora portavoz parlamentario de Ciudadanos se ha volcado por completo en campaña para tratar de levantar el vuelo, aunque tenga que hacerlo in extremis. 

Elecciones en Madrid | ¿A quién vas a votar este 4-M?

"Radicalidad" de Vox o "centro" con Cs

Desde el principio, la estrategia política de Bal se ha basado en plantear la dicotomía entre la "radicalidad" de Vox y el "centro" de Ciudadanos, "más necesario que nunca" en una de las contiendas electorales más polarizadas que se recuerdan

Desde Cs reafirman su compromiso de reeditar un Gobierno con la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección por el PP, Isabel Díaz Ayuso, y de no pactar con la izquierda en Madrid. Reiteran, además, el objetivo repetido una y mil veces en campaña: alejar de la Puerta del Sol tanto a Podemos como a Vox.

En el partido liderado por Inés Arrimadas se miraba a los debates electorales como la última baza en la que podían jugarse su futuro. El objetivo pasaba porque la experiencia y la gestión de Bal destacase respecto al ruido que emitiesen sus adversarios políticos. 

Pero la energía con la que el candidato defendió su programa en el debate a seis de Telemadrid no ha parecido convencer a los madrileños, y diversas encuestas acabaron situándole como perdedor del debate.

La evolución de la campaña tras el punto de inflexión del debate se realizó en la Cadena SER, abandonado por el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, tras dudar la candidata de Vox, Rocío Monasterio, de la veracidad de la carta en su contra con balas y una nota amenazándole de muerte, podría impulsar a Ciudadanos, piensan sus estrategas, y reforzar su mensaje de que lo que está en juego, dado por sentado que la izquierda no sumará, es si el socio de Ayuso es Vox, con su discurso alarmista y distópico sobre Madrid, o el partido liberal.

La movilización, factor clave

La movilización, que puede marcar un récord histórico este 4 de mayo, es otro de los factores claves que juegan en contra de Bal, ya que se traduciría en una fuerte polarización en el voto en perjuicio de las fuerzas centristas. 

La participación máxima en unas autonómicas madrileñas se registró en 1995, cuando se situó en un 70,4%, y todo apunta que ésta vez podría superarse ese porcentaje. 

Alrededor de 10.000 madrileños de centro, que en muchas ocasiones habrán votado por Ciudadanos, pero que ahora se lo piensan, ante el declive evidente de su partido y las fluctuaciones de la situación política general, podrían tener una palabra decisiva en el 4-M.

La que va de que Ciudadanos desaparezca de la Asamblea de Vallecas, afrontando una crisis que puede sea definitiva, o de que, por el contrario, Bal mantenga a su partido con representación y vuelva, incluso, a ser decisivo para la gobernabilidad de una autonomía tan importante en toda España. 

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