La Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), la antigua Selectividad, podría retrasarse en su convocatoria de 2021 si así lo determinan las autoridades sanitarias en los lugares donde en junio y julio, cuando está convocada esta prueba, la transmisión comunitaria de la Covid "no esté controlada".

Así lo ha dispuesto este martes la Comisión de Salud Pública, en una reunión en la que se han acordado qué medidas de seguridad y prevención deberán observarse en el desarrollo de este examen para entrar a la Universidad que en las distintas comunidades tendrá lugar entre los meses de junio y julio.

Pero antes de enumerarlas y en el capítulo de "organización de la prueba", los directores generales de Sanidad del Ministerio y las comunidades advierten de podrían sufrir un retraso. "En situación de transmisión comunitaria no controlada las administraciones competentes y las autoridades de Salud Pública indicarán de manera coordinada si son necesarias o no medidas adicionales o postergación de los exámenes”, ha informado el Ministerio.

La advertencia se refiere a la EBAU y a "otras pruebas de similares características convocadas en el ámbito de las enseñanzas no universitarias”, aunque la Comisión de Salud Pública ha trabajado este martes en el supuesto que sí podrán celebrarse y para ello ha fijado una serie de medidas de precaución.

Enfermos, asintómaticos o en cuarentena

Así, no tendrán acceso al centro de exámenes estudiantes o profesores con síntomas compatibles con Covid, que tengan diagnosticada la enfermedad aunque no tenga síntomas, que estén en ese momento en periodo de aislamiento domiciliario o en cuarentena por haber tenido contacto estrecho con alguna persona diagnosticada de Covid.

Para personas especialmente vulnerables al coronavirus -por edad o por tener hipertensión, enfermedades cardiovasculares o pulmonares o diabetes-, la indicación de la Comisión de Salud Pública es que si son alumnos, sigan las indicaciones de su médico de referencia. Si se trata de profesores u otros trabajadores, podrían verse exonerados de acudir al trabajo ese día. Lo harán "siempre que su condición clínica esté controlada y lo permita".

Antes de entrar, se deberán evitar aglomeraciones y "desplazamientos innecesarios de personas". Para ello, se propone escalonar las entradas y salidas y ampliar el número de sedes para hacer los exámenes.

Medidas de higiene

Dentro del lugar del examen, será obligatorio mantener una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros y se reducirá el aforo de las aulas para limitar los contactos. Los exámenes deberán tener lugar en lugares ventilados  y limpios, donde deben desinfectarse superficies y espacios.

La ventilación debe empezar al menos 15 minutos antes de que lleguen los estudiantes y se deberá mantener ventilación natural cruzada de manera permanente, "a ser posible, abriendo ventanas y puertas". Si no, "se usará ventilación mecánica". 

Profesores y estudiantes tendrán que lavarse las manos de manera "frecuente y meticulosa", particularmente para la manipulación de los exámenes, y llevar mascarilla, "salvo en las exenciones detalladas". En todo caso, advierte la Comisión de Salud Pública, no podrán quitársela "para toser o estornudar" y en caso de hacerlo "se debe cubrir la nariz y la boca con un pañuelo al toser y estornudar. 

Si se utilizan pañuelos deberán depositarse después en "un cubo de basura preferentemente con tapa y pedal" y se advierte a estudiantes, profesores y demás profesionales presentes que debe "evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca, ya que las manos facilitan la transmisión”.

Al terminar, los estudiantes deberán abandonar el centro siguiendo la señalización y los flujos marcados para ello y no podrán quedarse "formando grupos" en el exterior del aula.