La Semana Santa no ha funcionado como la tabla de salvación de muchos bares y restaurantes del centro de Barcelona que confiaban en una mayor llegada de visitantes que se ha visto truncada por las restricciones de movilidad por el interior de Cataluña y por el cierre perimetral autonómico.
Mientras la obligada vida de barrio ha mantenido a flote la hostelería de proximidad, que se ha beneficiado de la clientela que se ha quedado en casa, establecimientos del centro han ido cerrando la persiana (el Gremi de Restauració calcula que un 30% del total) en los últimos meses.
En Ciutat Vella han caído Cal Pinxo, en la Barceloneta, con más de 60 años; el Senyor Parellada del Born o el Agut de la calle Gignàs del Gòtic (que ha servido comida tradicional catalana durante 97 años). El Eixample ha perdido Can Soteras, con 105 años de historia.
No todos los establecimientos se han visto afectados solo por la caída en picado del turismo. También han perdido al cliente local que no pisa el centro por el teletrabajo o las clases universitarias telemáticas
Esta es la puntilla a una situación de cierre total en primavera y otoño de 2020 y limitaciones horarias que el sector lleva sufriendo un año. Uno de los turnos que puede suponer hasta el 50% de la facturación, el de la cena, no se puede ofrecer en los locales desde hace medio año.
No todos los establecimientos se han visto afectados solo por la caída en picado del turismo. También han perdido al cliente local que no pisa el centro por el teletrabajo o las clases universitarias telemáticas.
En el resto de distritos, también hay cierres, como el de Kuai Momos en Gràcia, 130 Restaurant en Sant Gervasi, La Cuina de l’Uribou en Les Corts o Madeleine Mon Amour en Sant Martí.
Este jueves ha trascendido que el chef Albert Adrià, hermano de Ferran Adrià, disuelve la sociedad elBarri, lo que anuncia la clausura de sus cinco locales en Barcelona: Tickets, Bodega 1900, Hoja Santa, Pakta y Enigma.
Senyor Parellada
En marzo se conocía el cierre definitivo de Senyor Parellada, un clásico del Born con 38 años de historia. El restaurante de Ramon Parellada desaparece de Barcelona, pero persiste la Fonda Europa de Granollers.
Cal Pinxo
La Barceloneta se ha quedado huérfana de este establecimiento especializado en paellas desde hace 60 años, icono de la gastronomía del barrio marinero y en un emplazamiento privilegiado.
Agut
El restaurante de la calle Gignàs ha cerrado definitivamente, dejando a 13 trabajadores sin empleo. Los dueños buscan un traspaso que asegure seguir ofreciendo cocina catalana.
Café Schilling
El conocido local de la calle Ferran cerró antes de la pandemia, pero dio paso a un local de comida rápida enfocado al turismo de las Ramblas que sí que está afectado por la Covid.
Can Soteras
La crisis económicas causada por la Covid se ha llevado por delante un estandarte de la cocina catalana, ubicado durante la friolera de 105 años en la esquina de la Diagonal con el Passeig de Sant Joan.
El Gran Café
Fue una de las primeras víctimas de la pandemia. El Gran Café de la calle Avinyó dejó de existir en septiembre del año pasado. Aunque parecía un restaurante centenario, abrió a inicios de los años 80.
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