La tercera ola de coronavirus aumenta la inquietud en las aulas: "Hay que actualizar los protocolos"

  • Profesores, padres y alumnos defienden la presencialidad pero exigen mayores garantías de seguridad.
  • En zonas muy afectadas por la pandemia la comunidad educativa pide el cierre temporal de los colegios.
Varios alumnos dan clase en un colegio.
Varios alumnos dan clase en un colegio.
MARISCAL / EFE
Varios alumnos dan clase en un colegio.

El porcentaje de clases en cuarentena por la Covid sigue siendo bajo en España, pero tras las Navidades se está produciendo un importante incremento. Antes de las vacaciones, el 0,6% de las aulas, unas 2.500, estaban confinadas, según la información facilitada por las comunidades al Ministerio de Educación. Ahora, esa cifra es del 1,4%, lo que significa que más de 5.800 se encuentran en cuarentena. Pese a este auge, ni el departamento que encabeza Isabel Celaá ni las consejerías se plantean "de momento" cerrar los colegios ni volver a una situación de enseñanza online como la de marzo. Ni siquiera por municipios o provincias. Las autoridades insisten en que los centros son seguros pero la preocupación y la incertidumbre crecen entre la comunidad educativa.

Profesores, padres y alumnos coinciden en lo imprescindible que resulta la enseñanza presencial pero reclaman que se dé con todas las garantías y, ante una tercera ola de la pandemia que está elevando las cifras de contagios de forma exponencial, exigen extremar la seguridad. "Estamos en una situación mucho peor que la de septiembre y los protocolos con los que estamos trabajando se elaboraron a finales del curso pasado y principios de este. Por eso pedimos que se actualicen, porque además hay mucha divergencia entre las comunidades en el modo de proceder. Todas las actividades de la vida social se están moviendo y donde únicamente no cambia nada es en los centros educativos", reclama Nicolás Fernández, presidente de la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE).

Este sindicato reivindica cuestiones como un plan de supervisión de la ventilación realizado por personal técnico cualificado en el control de CO2, la instalación de medidores de dicho gas y de purificadores de aire, la puesta en marcha de campañas de PCR o de antígenos que "en muchas comunidades no se están realizando", la dotación de mascarillas FFP2 y que los docentes, como "personal laboral esencial", sean un grupo prioritario en la segunda fase de la vacunación. ANPE incide igualmente en dotar a los centros de profesionales de enfermería que realicen las funciones del responsable Covid.

"Y el ministerio debe liderar y coordinar todo esto, reunirse con las consejerías y adaptar estos protocolos y estas cuestiones", agrega Fernández, que lamenta que, ante la falta de "criterios claros y concretos", en muchos casos los centros están actuando de maneras distintas a la hora de decidir por ejemplo cuándo confinar a un profesor o si hacerle una prueba al finalizar ese aislamiento. De esta forma, según ha podido saber este diario, mientras hay casos en los que profesores y alumnos son considerados parte de la misma burbuja y si se registran positivos se manda a casa a todo el grupo, en otros, salvo que el contagiado sea el propio docente, tiene que continuar acudiendo a su puesto de trabajo. 

No podemos valorar 100% cómo se están implantando las medidas porque tenemos un vacío de información

La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa) considera por su parte que "en principio" las aulas no están siendo problemáticas pero se queja de que sigue sin ponerse en marcha el "observatorio de vigilancia de la implantación de medidas Covid" que vienen pidiendo a los Gobiernos central y autonómicos. "Es verdad que son sitios más o menos seguros pero seguimos sin tener toda la información de cómo hemos vuelto después de Navidad. No podemos valorar al 100% cómo se están implantando las normas ni si son viables porque tenemos un vacío de información", afirma su presidente, Pedro José Caballero.

Desde el alumnado, la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (Canae) remarca que "ir a clase es seguro" y habla de que es importante contar con procedimientos dentro de las aulas, pero también en la forma de acceso a ellas, en el transporte, y en los momentos anteriores y posteriores a la llegada a las instalaciones educativas. "Todas las medidas para garantizar esta seguridad son necesarias", apunta su presidenta, Andrea G. Henry.

Zonas con incidencias muy altas

Los tres colectivos abogan por que el cierre de colegios sea la última de las opciones pero admiten que la pandemia se está descontrolando y que hay zonas especialmente afectadas. Es el caso de la Comunidad Valenciana, actualmente la región con mayor incidencia, por lo que asociaciones de padres y madres de alumnos y representantes de los trabajadores han abogado por volver a la enseñanza a distancia. También en Andalucía directores, sindicatos, varios ayuntamientos y familias han pedido a la Consejería de Educación que implante de nuevo la enseñanza online de forma temporal, al menos en aquellos municipios con una incidencia superior a los mil casos por cada 100.000 habitantes.

En esa circunstancia se encuentran casi el 31% de los 778 pueblos andaluces. Conil, Jerez de la Frontera, La Línea o San Fernando son algunos ejemplos y sus regidores avalan la petición de suspender provisionalmente la presencialidad. La provincia de Cádiz está marcando récord de infecciones en los últimos días y el sindicato Ustea considera que no se están pudiendo ofrecer las máximas garantías sanitarias, "fundamentalmente porque la Consejería de Educación ha aprobado medidas que son sobre todo cosméticas". La organización sindical cree que se han desoído "demandas tan fundamentales como la bajada de la ratio, acompañada de un importante incremento de la inversión y las plantillas". En línea similar, ANPE denuncia que algunas comunidades rescindieron los contratos del profesorado de refuerzo a final de diciembre.

"Si la pandemia continúa a este ritmo, ya que se programaron varios escenarios, si se tiene que pasar al 3 o al 4 que se haga y si se tiene que volver a la educación telemática que se vuelva, pero siempre de manera excepcional. Porque tenemos que compaginar la vida laboral y la familiar y la situación es muy complicada para todos pero solo nos faltaba que a las familias nos aprieten más", señala Caballero, que pide que las decisiones que se tomen se consensuen con la comunidad educativa. "Queremos protocolos que digan cuándo hay que confinar un centro o una zona", añade Fernández, quien explica que existe una gran incertidumbre entre el profesorado.

La brecha digital

Tanto ANPE como Concapa, igual que Canae, exigen que si se tiene que optar por impartir las materias de forma online no haya ningún alumno que se quede atrás y es que la brecha digital sigue existiendo. "Veníamos exigiendo medios y recursos tecnológicos que no han llegado, tenemos plataformas de conectividad que no funcionan bien... Y tampoco se ha trabajado nada en adaptar el currículo a una situación de confinamiento, un currículo que en ninguna materia puede ser el mismo que cuando la clase es presencial", remarca el presidente del sindicato.

"No podemos permitir que haya dos ritmos de educación para los alumnos porque supondría una verdadera discriminación", alerta asimismo el presidente de la confederación de padres. Ahondar en una educación a dos velocidades "crearía un desbarajuste en los críos que costaría una generación poder recuperar". 

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