El Gobierno central y las comunidades autónomas vigilan muy de cerca la evolución de los contagios de Covid-19. La incidencia acumulada ha crecido en los últimos días (hasta 193,6 casos por cada 100.000 habitantes) y este lunes el Ministerio de Sanidad notificó 21.309 nuevos casos, una cifra considerablemente superior a la registrada el pasado fin de semana (17.681 infecciones). 

El coronavirus vuelve a ganar terreno en Cataluña a diez días de Navidad

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES), Fernando Simón, fue muy claro: España ya no vive un evolución descendente, sino "una posible meseta", algo que no "interesa" y que hace que la situación actual sea "delicada".

En la antesala de la Navidad, este escenario preocupa porque podría ser consecuencia directa del puente de diciembre, unos días en los que a pesar de los cierres perimetrales se produjo un aumento de la movilidad, unos viajes que se repetirán las próximas fiestas. Por ello, varias comunidades ya han anunciado que no descartan endurecer las medidas para Navidad si la evolución es negativa esta semana.

"Hemos logrado con el esfuerzo de todos conseguir bajar la curva de contagios de un pico que se alcanzó a principios de septiembre (...) pero desde luego si las cosas empeoran y la curva se tuerce, habrá que tomar medidas", advirtió el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado. En la misma tesitura se encuentra la Generalitat de Cataluña, que en los próximos días determinará si retoca el Plan de Navidad.

De la evolución negativa tampoco escapa Baleares.De hecho, el gobierno autonómico ya ha reforzado las limitaciones en las islas desde hoy y hasta el día 29. Extremadura, Castilla-La Mancha o Navarra también miran con recelo la evolución de los indicadores. El presidente valenciano, Ximo Puig, señaló que el hecho de que España esté ahora mismo mejor que otros países de la Unión Europea no debe traducirse en un exceso de confianza y dijo que los próximos días son una "prueba muy grande".

Andalucía inició su desescalada el pasado fin de semana porque los casos bajan. La flexibilización se dictó hasta el 10 de enero. Sin embargo, el consejero de Sanidad, Jesús Aguirre, dijo que la regulación puede variar en cualquier momento y apeló a la responsabilidad. "No va a haber un policía detrás de cada comida de Navidad", apostilló.