El pleno del Congreso de los Diputados aprobó este jueves las 22 recomendaciones del Pacto de Toledo que deben servir como base para la nueva reforma de las pensiones que el Gobierno presentará durante la legislatura y quiere pactar también con sindicatos y patronal. Estas son las principales claves del texto:

Las pensiones deben crecer con el coste de la vida

Quizá el acuerdo más mediático sea el que pide volver a recoger en la ley que las pensiones deben crecer al menos lo que crezca el IPC de cada año, para así evitar que los perceptores pierdan poder adquisitivo. Para el año que viene, las prestaciones crecerán un 0,9%, pero el Gobierno no estaba obligado a decretar este aumento.

La hucha de las pensiones

El Congreso también pide al Gobierno en las recomendaciones que rellene el mermado Fondo de Reserva "una vez se recupere el equilibrio de las cuentas de la Seguridad Social". 

El cálculo de la prestación

Se establece que la pensión deberá calcularse progresivamente en base a las cotizaciones realizadas durante 25 años de vida laboral. Eso sí: se abre la puerta a que el trabajador elija los 25 años que más le convengan, para evitar que un bache al final de su carrera le perjudique. 

Los ingresos del sistema

Las recomendaciones mantienen las cotizaciones sociales como el principal instrumento de financiación de la Seguridad Social. Pero piden complementarlas con fondos procedentes de los Presupuestos. Además, se plantea la necesidad de que la Seguridad Social deje de pagar gastos que no le corresponden, como las políticas de empleo.

Retrasar la jubilación

Se aboga por retrasar la edad de jubilación real para acercarla a la legal, de 67 años. "Es necesario profundizar en la prolongación voluntaria de la vida laboral más allá de la edad ordinaria de jubilación", se establece igualmente.