El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, se reunirá este miércoles con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, para discutir las posibilidades que existen de que el Ejecutivo apruebe con los republicanos los Presupuestos Generales del Estado. La reunión tendrá lugar apenas unos días después de que la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, haya iniciado su ronda de reuniones con todos los grupos, y reflejará de nuevo el choque en el Ejecutivo sobre con quién se deben sacar las cuentas adelante.

EH Bildu se entrevistará este miércoles con Iglesias y la próxima semana con Carmen Calvo para hablar de PGE

Fue el propio Rufián quien confirmó el encuentro este martes en una rueda de prensa en el Congreso, en la que no ofreció muchos detalles sobre una reunión que tendrá lugar por la mañana (cuando Iglesias también se entrevistará con EH Bildu) y que servirá para hablar "de todo el escenario que se abre, de lo que tenemos ya y lo que tendremos mañana", según explicó el portavoz de ERC. Los republicanos han tendido su mano en las últimas fechas al Gobierno para aprobar los Presupuestos, si bien también han rechazado cualquier pacto que incluya a Cs, con quien el Gobierno quiere pactar.

Todos los actores son conscientes de que una eventual convocatoria de elecciones en Cataluña dificultaría sobremanera que ERC se sumara a los Presupuestos. Pero el estallido del espacio político de JxCat y la recomposición del Govern catalán parecen alejar unos comicios en el corto plazo. Y eso facilita el acercamiento de los republicanos al Gobierno (y viceversa), aunque parece muy complicado que los de Rufián se sumen a una negociación que contemple también a Cs.

Por ello, la reunión de este miércoles entre Rufián e Iglesias supone un nuevo intento de Unidas Podemos de presionar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que se decida a optar por la vía de la investidura en lugar de por el pacto a su derecha. Por lo pronto, Iglesias y Sánchez han acordado comenzar a negociar las cuentas con ERC. Y aunque la parte socialista del Ejecutivo sigue planteando abiertamente su deseo de hablar con Cs y la formación naranja se ha dejado querer, el presidente ha marcado su territorio ante la formación de Inés Arrimadas en los últimos días.

Guiños a ERC

Sánchez y Torra acuerdan perfilar el orden del día de la mesa de diálogo en Barcelona, pero no concretan la fecha

Así lo hizo, por ejemplo, en el último pleno de control al Gobierno, en el que Arrimadas avisó de que es imposible un pacto en el que estén ERC y Cs, el mismo discurso que emplean los republicanos. Sánchez respondió acusando a la dirigente naranja de no haber salido "de la foto de Colón", y le reconoció a Rufián que Cs "ya ha elegido" socios: PP y Vox, con quien gobierna en varias comunidades.

Además, en un nuevo guiño a ERC, la semana pasada Sánchez se puso en contacto con el president de la Generalitat, Quim Torra, para retomar las reuniones de la mesa de negociación sobre la crisis territorial de Cataluña. El encuentro (que se celebrará en Barcelona) aún no tiene fecha, pero ofrece argumentos a ERC para acercarse al Gobierno, ya que el hecho de que la mesa se reactive es una exigencia ineludible para los republicanos.

En esa línea, la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, se mostró satisfecha este martes por el hecho de que Iglesias vaya a reunirse con ERC y EH Bildu. "Yo también tengo reuniones para eso, para que haya Presupuestos", y lo que haga el vicepresidente segundo implica a todo el Gobierno porque el Consejo de Ministros trabaja como un "equipo", sostuvo. "Hay mucho que hacer porque es el parlamento más fragmentado de la historia y trabajamos para que no sea el parlamento del bloqueo", apuntó Lastra.

Por su parte, su homólogo de Unidas Podemos, Pablo Echenique, enmarcó la reunión de Iglesias con ERC y EH Bildu en la "normalidad". "Los ministros se reúnen con grupos parlamentarios, no es extraño", afirmó Echenique. Y más, sostuvo, cuando la otra opción para aprobar los Presupuestos es Cs, un partido que a juicio de Unidas Podemos no tiene como "objetivo" negociar unas cuentas, "sino dividir al Gobierno de coalición".