La pandemia y la crisis que ha conllevado han puesto de relieve las deficiencias y carencias, ya no solo del sistema sanitario o económico, sino también del social; sacando a relucir aspectos que quizás en tiempos anteriores a la Covid-19 no habrían adquirido la importancia que se le da ahora. 

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Es el caso de las viviendas. Apartamentos, pisos, chalets... la población entera ha tenido que estar confinada en sus casas durante meses; y muchos, al haber pasado más tiempo del habitual aislados en el interior, se han dado cuenta de que el sitio donde viven, o el entorno, no es el que en verdad desearían. Concretamente, un 28% de los encuestados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) confiesan que, si tuvieran las condiciones necesarias -como la posibilidad de teletrabajar o de adquirir una casa-, se irían a vivir a otro lugar

OCU

La encuesta, hecha entre consumidores españoles de 25 y 74 años, ofrece datos sobre esta tendencia a cambiar, o querer cambiar de lugar de residencia tras la crisis provocada por la Covid-19.

Partiendo de la base de que más del 65% de los participantes viven en entornos urbanos, es significativo el hecho de que al 36% de ellos les gustaría trasladarse a un entorno semirrural (en un pueblo), y al 26% a uno rural. La tendencia a cambiar a residencias más tranquilas se repite entre los que viven en un entorno semiurbano, es decir, en los alrededores de la ciudad, que también se irían a un entorno completamente rural (el 19%), aunque la mayoría preferiría irse a un pueblo (41%).

En cuanto a los que viven en un entorno semirrural o rural, "la crisis del coronavirus les ha hecho valorar más el hábitat en el que viven, por lo que ahora no estarían dispuestos a moverse o incluso querrían dejar el pueblo en el que viven para irse a un entorno completamente rural", indica la UOC en el informe.

UOC