Este jueves por la tarde millones de españoles deberían haberse desplazado hacia la costa o la montaña para disfrutar del puente del Día del Trabajador. Sin embargo, la pandemia de coronavirus ha obligado a los ciudadanos, como ya ocurrió durante las vacaciones de Semana Santa, a quedarse en casa. No obstante, las salidas de las grandes ciudades han registrado retenciones a causa del incremento de los controles fijos en las carreteras para evitar los desplazamientos a segundas residencias.

Al comenzar la tarde de este jueves, se han producido atascos en la A-3 a la altura de Moratalaz (Madrid) en sentido salida, que han alcanzado los 2,5 kilómetros y que se han prolongado durante horas. También ha habido complicaciones en la circulación en otras vías de las inmediaciones de la capital, que a última hora solo persistían en la A-6 hacia A Coruña y rondaban los 300 metros.  

En Sevilla, las retenciones han sido una constante a lo largo de la tarde, especialmente en la A-4, la A-49 (hacia Huelva), la A-92 y la A-66 (hacia Mérida), siempre en sentido salida. No obstante, ninguna de ellas ha alcanzado extensiones significativas. 

En Barcelona, también se han registrado atascos, concretamente en la C-17 en sentido salida. Asimismo, las complicaciones también han sido la pauta a lo largo de la tarde en la A-8 a la altura de Castro Urdiales (Cantabria) hacia Asturias.

Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) inciden en que estas retenciones no obedecen a una salida masiva de la ciudadanía a la carretera, sino al aumento de los controles, en un dispositivo similar al de Semana Santa. De acuerdo con el Ministerio del Interior, ese despliegue fue eficaz, ya que los desplazamientos se redujeron en más de un 80% respecto a ese mismo periodo festivo del año anterior.

Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han fijado unos 300 puntos fijos de control a vehículos en carreteras principales, a los que se añaden los instalados en vías convencionales y que estarán apoyados por efectivos dedicados a seguridad ciudadana. Además, las policías autonómicas y locales también han aumentado la vigilancia.