La crisis del coronavirus ha tejido nuevos entendimientos entre los que hasta ahora eran grandes adversarios. Almeida, uno de los exponentes del PP, y Colau, icono de los comunes, han firmado juntos un acuerdo en el que se integran otros cinco alcaldes de las ciudades más pobladas de España. Los gobiernos municipales de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga y Murcia piden al ejecutivo un cambio del marco financiero global para atender la crisis del coronavirus.

Se trata de siete medidas que les permitan acceder a los fondos públicos y europeos. Así, en el primer punto, los ayuntamientos piden que se les permita hacer uso de los remanentes acumulados de ejercicios económico anteriores sin ningún tipo de limitación. "No hay mejor destino posible para esos ahorros conseguidos con esfuerzo y disciplina en la administración municipal que colaborar en la lucha contra el COVID-19, proteger a los más vulnerables y participar en la muy necesaria reactivación económica", dice el comunicado bajo el título G7.

La batería de medidas implica además la suspensión de los plazos establecidos para la presentación de los planes económico-financieros mientras dure el estado de alarma, la flexibilización de los criterios de estabilidad presupuestaria y la regla de gasto para aumentar el gasto público y su acceso a los fondos europeos extraordinarios para la mitigación de la crisis.

Estas ciudades cuyos habitantes son "los que afrontan de forma más aguda tanto el daño terrible de la enfermedad, la actividad económica y la prestación de servicios públicos esenciales", solicitan también "que se habiliten fondos nacionales en los que podamos participar para financiar los grandes déficits de tarifa que se están generando en el transporte municipal, incrementar la prestación de servicios sociales y participar en el desarrollo de políticas de empleo". 

Por último dichas capitales- que acogen más de 8 millones de habitantes (17% de la población española)- exigen que el Estado les permita avalar líneas de crédito para ayudar a autónomos y pymes así como establecer mecanismos de financiación y recursos para que se desarrollen programas de empleo en las grandes ciudades coordinados desde los ayuntamientos.

Los siete regidores – Ada Colau (Barcelona), José Luis Martínez-Almeida (Madrid), Susana Carrillo (Málaga), José Ballesta (Murcia), Juan Espadas (Sevilla), Joan Ribó (Valencia) y Jorge Azcón (Zaragoza)– han calificado la conferencia de cordial. Y todos ellos han llegado a la misma conclusión: "Necesitamos mecanismos de financiación suficientes. Vamos a enfrentar una época muy difícil desde el punto de vista social y económico y los ayuntamientos tenemos un superávit que tenemos derecho de poder utilizar en estos momentos", apunta el alcalde de la capital española.

La cumbre de alcaldes, el G-7 como se ha denominado, ha sido un primer paso en el entendimiento entre responsables de distintos colores políticos. Según revela Martínez-Almeida, las reuniones continuarán. Es más, en la próxima, no serán siete sino 10, para que puedan unirse Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Bilbao.