El cambio climático adelanta de nuevo la aparición de la procesionaria, una oruga peligrosa para niños y mortal para perros

El Ayuntamiento de Huesca solicita colaboración ciudadana para detectar nidos de procesionaria.
Huesca solicita colaboración ciudadana para detectar nidos de procesionaria.
AYTO. HUESCA
El Ayuntamiento de Huesca solicita colaboración ciudadana para detectar nidos de procesionaria.

Los pinos de parques y jardines de algunas regiones de AndalucíaCeuta o el Levante español ya han comenzado a experimentar la presencia de grandes bolsones de procesionaria, una especie de oruga peligrosa para el hombre y que incluso puede llegar a ser mortal para los animales domésticos. Su aparición se ha producido casi un mes antes de lo que venía siendo habitual debido al incremento de las temperaturas y la escasez de lluvias, consecuencias del cambio climático que experimenta el planeta.

"La presencia de procesionaria ha vuelto a adelantarse un año más debido al aumento de las temperaturas antes de lo que venía siendo habitual", explica la directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), Milagros Fernández de Lezeta, quien recomienda estar alerta ante la posible presencia de este tipo de insectos que suponen un riesgo importante, especialmente para niños y perros.

En un comunicado, Anecpla ha alertado del riesgo que implica la temprana aparición de esta plaga y ha instado a la ciudadanía y a la Administración a tomar las medidas de prevención y vigilancia necesarias.

El pasado 11 de febrero, dos hermanas de 5 y 10 años, tuvieron que ser atendidas de urgencia después de haber entrado en contacto con una oruga procesionaria mientras paseaban con sus padres por el parque de San Amaro, en Ceuta. Según publica El Faro de Ceuta, instantes después del contacto con esta especie, el cuerpo de ambas niñas, que ya están fuera de peligro, se encontraba lleno de picaduras y rojeces y su temperatura corporal comenzó a elevarse de forma alarmante. 

Cuidado con sus pelos

Un mínimo contacto con esta especie puede generar desde dermatitis a lesiones oculares, pasando por urticarias y reacciones alérgicas

"Ni tan siquiera es preciso el contacto directo con las orugas, ya que cuando estas se sienten amenazadas lanzan sus pelos al aire generando irritaciones y alergias. Estos pelos, también denominados tricomas son pequeños dardos envenenados. Cada oruga dispone de unos 500.000 tricomas a lo largo de su cuerpo que, al contacto con la piel de la persona afectada, puede llegar a generar diversas reacciones alérgicas debido a la liberación de histamina", continúa la nota de Anecpla. 

Efectos en los animales

Un tipo de reacciones alérgicas que, en el caso de los animales domésticos, pueden llegar incluso a ocasionar la muerte. Los síntomas del contacto con la oruga que los perros pueden manifestar son inflamación del hocico y cabeza, picores intensos en las partes afectadas y abundante salivación

En caso de que lleguen a comérselas, la ingestión del tóxico que lleva el insecto puede provocar la necrosis de lengua y garganta, y a consecuencia de ello, la muerte del animal.

Los métodos de control más habituales, indican las mismas fuentes, son la destrucción de bolsones, los tratamientos con insecticidas, el empleo de trampas de feromonas o la instalación de barreras físicas en aquellos lugares o zonas sensibles de ser infectadas.

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