La madre de la niña de 5 años hallada muerta en la habitación de un hotel de Logroño será trasladada esta este viernes a la Jefatura Superior de Policía de La Rioja para tomarle declaración, han informado fuentes de la investigación.

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La mujer, que desde el pasado lunes está ingresada en la Unidad de Psiquiatría del Hospital San Pedro de Logroño en calidad de detenida, no ha declarado hasta ahora ante la Policía aunque está previsto que esta tarde pase a disposición judicial al cumplirse 72 horas desde su detención.

Cuando la detenida pase a disposición judicial, haya decidido o no declarar ante la Policía, se le tomará declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Logroño, que es el que está de guardia y es el que intervino cuando el pasado martes apareció en el río Ebro el cadáver de su madre y abuela de la niña. La investigación de este hecho le corresponde al Juzgado de Instrucción número 3, al que remitirán todas las actuaciones que realice el de guardia.

Hasta ahora, la mujer se ha mostrado "poco colaborativa" y mantiene una actitud "ausente", según explicó la víspera el delegado del Gobierno en La Rioja, José Ignacio Pérez Sáenz, quien añadió que, de lo poco que ha transmitido, "niega haber cometido un acto delictivo", reconoce que "la niña ha fallecido" pero que "ella no la ha matado".

El pasado lunes, la Policía encontró el cadáver de la menor sobre la cama y a su madre sentada en el alféizar de la ventana de la habitación del hotel, donde se habían registrado la víspera; el martes apareció ahogada la abuela materna de la pequeña en el Ebro, en las cercanías de la plaza de toros de Logroño. Las tres pasaron juntas el domingo sin que se sepa hasta qué hora estuvo la abuela, quien no se registró en el hotel.

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A última hora de ese día, el padre de la niña, que tenía su custodia, presentó una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Haro, ciudad riojana donde residen, porque su exmujer había incumplido el horario de entregarle a la menor.

Además, un hermano de la detenida, que vivía con ella y con la madre de ambos, encontró unas cartas de despedida escritas por las dos mujeres en las que, según Pérez Sáenz, se deduce "la voluntad de ambas de quitarse la vida" y "se podrían considerar otros ámbitos en relación a la niña, pero no incriminatorios respecto a lo que fueran a hacer con ella".