Insuficiente para el Govern e inadmisible para PP y Ciudadanos, la concesión del Gobierno de que la mesa de partidos tenga un "relator" como figura "neutral" en la mesa de partidos que dialogarán sobre el futuro político de Cataluña ha provocado este miércoles una ofensiva total contra el presidente, Pedro Sánchez, que ha recibido ataques por todos los frentes. Incluido el PSOE, donde los barones observan con pavor una cesión que están seguros de que afectará a sus expectativas electorales en mayo.

Poco antes de que Sánchez recibiera en La Moncloa a la Selección Femenina de Fútbol Sub-17, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, trataba de hacer ver en la sala de prensa que el relator es algo "puramente práctico". "Ninguna originalidad ni novedad".

Según ha explicado, en una reunión el pasado mes de enero con el vicepresidente catalán, Pere Aragonés, y la consellera de Presidencia, Elsa Artadi, surgió "de manera natural" la idea de acompañar el diálogo entre el Gobierno y el Govern en la comisión bilateral con un "espacio más libre y menos encorsetado" formado por partidos.

Apareció entonces la necesidad, ha añadido Calvo, de que alguien coordinara los trabajos, de ahí la figura del "relator". Calvo lo confirmó el martes, justo el día que el president, Quim Torra, difundió los 21 puntos que planteó a Sánchez. Entre ellos, un "mediador internacional".

Para Calvo debe ser un hombre o mujer española, "aceptable" por los partidos cuando convoque o les diga "por ahí no avanzáis". Y debe conocer la situación catalana. No recibirá retribución sino que "echará una mano por amor al arte".

"Un relator, alguien que esté allí. No tiene más, no es un observador internacional ni alguien que venga a mediar", ha reiterado Calvo quitando importancia a una figura que este miércoles ha provocado duras críticas y reproches en todos los frentes.

La versión del relator que ha dado Calvo no ha gustado a nadie. Es más, ha provocado un incendio en Madrid y Barcelona con consecuencias aún incalculables.

Artadi, uno de los contactos del Govern con los que conversa el Gobierno, ha afirmado que las palabras de Calvo demuestran que "es más necesario que nunca alguien que dé fe sobre lo que se habla".

A pesar de que el Govern quiere un "perfil internacional", la principal diferencia tiene que ver con la composición de la mesa de partidos. En Barcelona defienden que desde el principio se ha asumido que participarán formaciones de ámbito estatal con independentistas y "soberanistas". De forma un tanto confusa, Calvo se ha mantenido este miércoles en que tienen que ser catalanes, ignorando que ya existe un espacio así que preside Torra en el Parlament.

La reacción de Artadi ha sido que está "totalmente fuera de lugar que pongan la figura de mediador en una mesa que ya existe y que es un mandato del Parlament".

Frente a la naturalidad con la que Calvo se ha referido a la decisión de formar la mesa de partidos, Artadi ha advertido de que "estamos lejos de llegar a un acuerdo" sobre un órgano que, al menos para el PDeCAT, contribuiría a allanar unos cada vez más improbables Presupuestos. ERC mantiene la enmienda a la totalidad que registró martes.

"Unos dicen una cosa; otros, otras, y pasa una tercera", ha dicho Artadi, contribuyendo a la sensación de Gobierno y Govern se reservan información.

Si el fondo no ha convencido al Govern, las formas ha provocado un incendio en el PP, en Cs y en el PSOE.

A Sánchez le queda Podemos, que sí estaría dispuesto a que la mesa sea de partidos estatales. A diferencia del PSOE, que tiene su reflejo catalán en el PSC, Podemos no es lo mismo que Catalunya en Comù y podría quedarse fuera. Para su portavoz, Irene Montero, "el relator es una buena noticia si ayuda al diálogo".

El presidente del PP, Pablo Casado, ha acusado a Sánchez de "alta traición al Estado", lo ha llamado "felón" y ha asegurado que su negociación con la Generalitat es "lo más grave que ha pasado desde el 23-F".  En una entrevista a Efe que se publica íntegra este jueves no ha descartado incluso presentar una moción de censura como la que en junio llevó a Sánchez a La Moncloa.

El presidente de Cs, Albert Rivera, ha rechazado tal posibilidad y, en su lugar, ha exigido "elecciones ya". En dos ruedas de prensa en una mañana, Rivera ha pedido la comparecencia urgente de Sánchez en el Congreso para explicar "las concesiones a los independentistas"  y ha convocado una concentración el domingo en la plaza de Colón en Madrid, donde coincidirán con la que, por su parte, también ha convocado el PP.

Las llamas ha llegado hasta el PSOE, donde ya el martes dirigentes como la diputada y exportavoz socialista en el Congreso Soraya Rodríguez censuró la figura del relator en redes sociales.

Este miércoles, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado su "perplejidad" por que el Gobierno haya aceptado un relator, dando alas a los que creen que "va a ser posible un referéndum de autodeterminación". "Sobre España hablan todos los españoles, no solo los militantes del PSOE", ha advertido Page, que se ha erigió en cabecilla entre barones y dirigentes socialistas y ha reclamado convocar un Comité de Política Territorial del partido.

El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández-Vara, ha llamado la atención sobre "las cosas que son difíciles de explicar son aún más difíciles de entender".

Desde La Moncloa, Calvo ha atribuido las palabras particularmente de García-Page a la "desinformación", ya que el relator será para los partidos, no para el Gobierno.

"Cuando tenemos que intervenir en público hay que tener información para poder acertar en lo que decimos sin equivocarnos", ha apuntado la vicepresidenta.

A una semana de que empiece el juicio contra el procés, Pedro Sánchez se convertirá este jueves en el primer presidente español que visita el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, la instancia judicial a la que apelarán los procesados si son condenados por el Tribunal Supremo.

Sánchez visitará en la ciudad francesa dos instituciones, el Consejo de Europa y el Tribunal de Derechos Humanos, con cuyo presidente se reunirá.

En los actos que tiene programados, Sánchez asegurará que la defensa de los derechos humanos son "una prioridad" desde el inicio de su Gobierno.