La celebración del carnaval es una de las fiestas más populares y divertidas de España, donde las personas se disfrazan, bailan, cantan, desfilan y se burlan de la moral establecida. Existen diversas hipótesis sobre los orígenes de los carnavales, también llamados carnestolendas.
Actualmente, en España, tenemos cinco carnavales declarados Fiesta de Interés Turístico Internacional y siete carnavales en la categoría de Fiesta de Interés Turístico Nacional, pero ¿de dónde viene esta festiva tradición y qué significado tiene?
Origen histórico y cultural del carnaval
El carnaval es una celebración que se realiza antes de la Cuaresma, el período de 40 días que precede a la Semana Santa, donde los cristianos se preparan para la Pascua mediante el ayuno y la penitencia. El carnaval, por tanto, es una forma de liberarse de las restricciones y disfrutar de los placeres de la carne, y que corresponde con una de las teorías del origen del nombre: carne vale, 'adiós a la carne'.
Sin embargo, el origen real del carnaval se remonta mucho más atrás, a las fiestas de la antigua Grecia y del Imperio romano, donde se invertían los roles sociales y se celebraban diversos rituales para dar la bienvenida a la primavera, a la fertilidad o a la renovación de la naturaleza. Estas fiestas se adaptaron al cristianismo, que las incorporó al calendario litúrgico, pero conservando algunos de sus elementos, como los disfraces, las máscaras o los bailes.
Los carnavales modernos, tal como los conocemos hoy, tienen una larga historia, que en España se remonta a la Edad Media y alcanza su auténtico esplendor durante el Renacimiento, donde esta festividad se celebraba ya con entusiasmo y gran participación popular.
Algunos de los carnavales más emblemáticos de España son el de Cádiz, donde se destacan las chirigotas, que son grupos musicales que interpretan canciones humorísticas cargadas de críticas sociales; o el de Tenerife, donde se elige a la reina del carnaval y se realizan espectaculares desfiles con carrozas y disfraces.
La evolución del carnaval en España
Los carnavales en España han evolucionado con el tiempo, pasando por períodos de prohibición y resurgimiento, así como por innovaciones y adaptaciones a los cambios sociales y culturales. Por ejemplo, durante la dictadura de Franco, los carnavales estuvieron prohibidos por considerarse una amenaza para el orden y la moral, pero se siguieron celebrando clandestinamente y también bajo otros nombres para jugar al despiste, como el de fiestas tradicionales (en Ciudad Rodrigo) o las fiestas de invierno (en Santa Cruz de Tenerife). Con la llegada de la democracia, los carnavales recuperaron su esplendor y su libertad de expresión, incorporando nuevos elementos, como las murgas, las comparsas o las batucadas.
En España, esta festividad presenta una gran diversidad cultural, reflejando las peculiaridades y tradiciones de cada zona. Así, podemos encontrar los carnavales del norte, con los zanpantzar de Navarra, los peliqueiros de Ourense o el Descenso Internacional y Fluvial de la Calle de Galiana en Avilés.
También podemos encontrar los carnavales del sur, con su mezcla de influencias, como las satíricas chirigotas de Cádiz o la guerra de los cascarones (lanzamiento de huevos rellenos de papel) en el Carnaval de Águilas, Murcia. E imposible ignorar los carnavales de las islas, donde se refleja la creatividad de las culturas insulares, como la fiesta de los indianos de Santa Cruz de La Palma.
En conclusión, los carnavales en España son unas fiestas tradicionales con un origen muy antiguo, que han evolucionado con el tiempo y que presentan una gran riqueza y diversidad cultural donde han desarrollado características únicas que hacen que poseamos algunos de los carnavales más espectaculares de todo el mundo.
Además, son también una forma de atraer turismo y desarrollar la economía local, como lo refleja un estudio encargado por el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en el año 2021, y que destaca que el gasto de los participantes en disfraces y complementos fue de 5,5 millones de euros, así como se dejaron alrededor de 3 millones de euros en restaurantes y chiringuitos.
Comentarios