Benito Almirante, infectólogo de la Vall d'Hebron: "El coronavirus no puede acabar con la libertad de las personas"

  • El jefe de Enfermedades Infecciosas del Vall d'Hebron opina que científicamente "no tiene sentido que cada país tenga sus normas", porque el coronavirus se halla en un estado "muy parecido" en toda Europa.
  • Considera que las mascarillas "no son tan necesarias como hace unos meses" y rechaza totalmente las recomendaciones para practicar sexo sin contagios que se han publicado estos días.
  • DIRECTO | Últimas noticias de la crisis del coronavirus.
El doctor Benito Almirante, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas de Vall d'Hebron.
El doctor Benito Almirante, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas de Vall d'Hebron.
EFE/Marta Pérez
El doctor Benito Almirante, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas de Vall d'Hebron.

El doctor Benito Almirante, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, cree que las restricciones de movilidad entre regiones sanitarias o provincias se deberían retirar "en muy poco tiempo", así como la circulación entre los países de nuestro entorno. De hecho, el infectólogo piensa que "la movilidad dentro y fuera de los países tendrían que ir al unísono" y que en este momento "Europa tendría que considerarse un solo país" en cuanto a los desplazamientos.

¿En qué situación está España? 

La situación de la pandemia en España es muy favorable en este momento. De hecho, cuando ya hace varias semanas que tanto niños como adultos pueden salir a pasear y hacer deporte, no se ha notado ningún repunte en el número de casos, más bien todo lo contrario. Desde hace 14 días, en el hospital ingresan uno o dos pacientes como máximo al día, o incluso ninguno, diagnosticados de Covid-19.

Muy diferente al inicio de la pandemia... 

Sí, es una situación muy distinta a la que se vivía en el hospital Vall d’Hebrón –el más grande de Cataluña– en pleno pico de la pandemia. Entonces llegaban más de 80 ingresos por día.

A qué cree usted que se debe este cambio de comportamiento del virus. 

El SARS-COV-2 se está comportando como un virus estacional. Tal y como ocurre con otros virus como la gripe, este presenta una curva en la que hay unos días que suben los casos muy rápido; luego se mantiene en la parte alta y después va descendiendo lentamente hasta llegar a donde estamos ahora, que la curva es prácticamente plana.

Teniendo en cuenta este comportamiento, en su opinión, ¿se está haciendo bien la desescalada? 

El virus no se está acelerando en ningún territorio. De hecho, se está llevando a cabo según las expectativas.

Existe un amplio debate sobre la obligatoriedad del uso de las mascarillas, sobre si ha llegado demasiado tarde... 

Ahora ya no son tan necesarias como hace unos meses, menos aún en espacios al aire libre, donde no hay posibilidad de transmisión. Para contagiarnos al aire libre habría que estar al menos 15 minutos con alguien a menos de 1,5 metros de distancia, y que este estuviera hablando sin parar o tosiendo. Ahora bien, en espacios cerrados como supermercados o transporte público el uso obligatorio de las mascarillas aún puede tener su indicación.

Pero por ejemplo, causa alarma estos días ver grupos amplios de gente en las terrazas ¿Existe riesgo de contagio? 

Muy poco, piense que para que se produzca el contagio es necesaria una elevada cantidad de virus.

Y si fumamos... 

Vamos a ver, fumar no es conveniente, no hay que hacerlo, pero no por el coronavirus. Yo soy poco partidario de prohibir casi nada. Prefiero concienciar a la población y hacer recomendaciones, no obligaciones, y que cada uno asuma como propias las decisiones.

Si contemplamos que el virus es estacional, ¿existe el riesgo de un posible rebrote en otoño o invierno? 

Si el virus es estacional como parece, lo razonable es pensar que habrá un rebrote en invierno. Pero también le digo que absolutamente nadie sabe si va a pasar. Por ejemplo el virus anterior, el SARS-COV-1, afectó en los años 2002 y 2003 y luego desapareció por completo. Lo que podemos asegurar es que una nueva oleada no sería tan virulenta como la de este 2020. Además tras esta experiencia, el sistema público de salud está más preparado y el diagnóstico sería más fácil de realizar.

Dice que estamos más preparados. ¿Qué hemos aprendido?

A lo que más hemos aprendido es a organizarnos mejor, algo muy importante de cara a nuevos brotes. Hasta ahora el personal no tenía experiencia en situaciones similares, lo más parecido a esto fue la gripe pandémica del 2009 pero, aunque entonces sí hubo mucha más cantidad de enfermos, la gravedad no fue tan importante, ni tampoco se hizo confinamiento.

Se especula mucho sobre la inmunidad, la duración de los anticuerpos... 

Todo esto no lo sabremos hasta que no pase un tiempo y se hagan evaluaciones sucesivas. Además, aunque sí haya anticuerpos, deberemos comprobar que estos sean neutralizantes, es decir, capaces de combatir el virus para no producir la enfermedad. Cabe recordar que, en el SARS-COV-1, los anticuerpos duraban entre uno y dos años. Sería una excelente noticia que los de este coronavirus durasen lo mismo.

Las dudas y las preguntas son muchísimas... Si hablamos de sexo, ¿hemos de tomar medidas especiales? 

En este momento la mayoría de la población no tiene el virus. Hemos de tener en cuenta que los humanos necesitamos afectividad a todos los niveles y no tenerla podría hacernos salir de esta crisis con más daños.

Existen recomendaciones dispares como no besarse en la boca, por ejemplo... 

Entonces no estamos hablando de una relación afectiva. Estas recomendaciones no pueden entrar en las casas de las personas. Sería un gran problema para la humanidad. El coronavirus no puede acabar con la libertad de las personas. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento