Se estima que alrededor del 80% de las personas en España presentará lumbago en alguna etapa de su vida, a partir de los 30 años de edad cuando se tiene más riesgo de padecer lumbalgia. Existen diferentes causas que pueden ser detonantes del dolor lumbar como enfermedades, hábitos poco saludables, fracturas o traumatismos, todas ellas suelen ser tratadas mediante rehabilitación, analgésicos y relajantes musculares, pero existe una forma muy sencilla al alcance de todos que ayuda a prevenir y/o disminuir el dolor producido por el lumbago.
¿Por qué tenemos lumbago?
Aunque es más frecuente en personas de edad avanzada, mucha gente joven sufre lumbalgia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe la lumbalgia como un dolor o contractura en la zona baja o lumbar de la espalda, causada por la afección de la estructura de esta parte del cuerpo. El lumbago se considera agudo cuando dura unos días, y crónico cuando el dolor supera los 3 meses.
El 17% de los casos de años vividos con discapacidad (AVD) a nivel mundial son consecuencia de trastornos musculoesqueléticos. Más de 1700 millones de personas sufren este tipo de trastornos en todo el mundo, y el lumbago encabeza la lista.
Pasar mucho tiempo de pie o sentado, realizar movimientos bruscos o repetitivos, así como levantar o empujar objetos pesados de forma inadecuada pueden ser los responsables de sufrir lumbalgia a corto plazo.
Por otro lado, determinadas enfermedades como artritis, endometriosis o enfermedades inflamatorias intestinales, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, pueden producir lumbago como efecto secundario a la persona enferma.
La existencia de una hernia discal, así como la estenosis espinal, y diferentes tipos de fracturas o lesiones pueden desencadenar en lumbalgia.
La manera eficaz de tratar el lumbago sin reposar
Reposar si tienes dolor lumbar es contraproducente, ya que en muchas ocasiones la lumbalgia es una consecuencia directa del sedentarismo. Llevar un estilo de vida saludable en el que se realicen ejercicios de tonificación y flexibilidad será clave para prevenir este tipo de enfermedades.
Son muchas las prácticas deportivas que pueden disminuir los síntomas de la lumbalgia, como natación o pilates, pero hay una práctica muy sencilla que todos podemos realizar y no implica un gran esfuerzo: se trata de caminar.
Andar puede llegar a ser altamente beneficioso para nuestra salud por muchos motivos, entre ellos, puede colaborar a eliminar o disminuir el dolor lumbar. Caminar diariamente sobre superficies planas, subir o bajar escaleras supone una mejora significativa para la movilidad integral de nuestro cuerpo, y contribuye a fortalecer la musculatura.
Otras formas de combatir la lumbalgia
La OMS recomienda caminar mínimo 30 minutos diarios, dormir de medio lado con una almohada entre las piernas, evitar el sedentarismo y controlar el peso. Por otro lado, ha apoyado activamente refuerzos del sistema sanitario con el fin de mejorar los servicios de rehabilitación en más de 20 países diferentes. Ya que la OMS considera imprescindible que la rehabilitación esté disponible para toda la población, independientemente de la edad o circunstancia social.
Para eliminar contracturas musculares que pueden derivar en lumbago se recomienda aplicar calor. Después de un examen médico, es posible que se receten analgésicos o antiinflamatorios, sobre todo si estamos ante un caso de lumbago crónico.
Referencias
Trastornos musculoesqueléticos. OMS (2021) https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/musculoskeletal-conditions
Comentarios