Esta rara y poco común raza felina surge como una mutación natural en una camada de gatos persas en Liberec, República Checa, en el año 1981. El linaje del que procedían los inesperados gatitos de pelo rizado era de dos persas azules importados de Alemania en la década de los 70, país de origen de la raza rex alemán, lo que, sumado a que también se trataba de un gen recesivo, hizo suponer que algún rex alemán se había entremezclado entre los persas procedentes de Alemania.
Sin embargo, el cruce de gatos de pelo rizado checo y de cornish rex también dio algunos gatitos de pelo rizado y otros de pelo liso. Esto significaba que hay bohemian rex que tienen el gen del cornish y del rex alemán, pero también un nuevo gen Rex desconocido que produce pelo rizado, mientras que otros bohemian rex solo tienen el gen desconocido.
En 1994, la raza pasó a formar parte de la lista de Razas Preliminares de Registro en la Federación Internacional Felina, donde continúa 30 años después debido al bajo número de ejemplares. En la actualidad, hay un puñado de criadores estables en la República Checa, aunque el número de ejemplares sigue siendo muy reducido y las camadas, escasas.
Perezosos y amantes de la tranquilidad
La estética del bohemian rex es, básicamente, la de un persa dollface, es decir, un gato braquicéfalo pero sin los extremos a los que se ha llegado con el persa actual. El estándar admite todos los colores, combinaciones y patrones de la genética felina, siempre que muestren un pelo rizado espeso y apretado, con un subpelo abundante.
La longitud del pelo también es más cercana a la original de los gatos persas de mediados del siglo pasado que al estándar moderno, donde el pelo es muy largo. En cuanto a comportamiento, se trata de un gato muy sereno, tranquilo, de juego relajado, que prefiere ser gato único. No son recomendables para hogares con niños muy pequeños o la presencia de otros animales domésticos jóvenes o nerviosos. Al igual que los persas, de donde sin duda lo heredan, son gatos extremadamente sensibles al estrés, los ruidos y la manipulación excesiva.
Por consiguiente, el gato de pelo rizado checo es una elección idónea para hogares con un ritmo de vida pausado y donde se disfrute de pasar largas horas en un sillón con un gato sobre el regazo. El mantenimiento de su pelaje requiere cuidados especiales, incluyendo peines y cepillos aptos para pelo rizado y que no estropeen el patrón, por lo que es necesario acudir a un profesional en peluquería felina para que nos oriente sobre materiales y cosmética adecuada.
Para ampliar información sobre la raza, se puede contactar con la Federación Internacional Felina (FIFe). Si se desea ampliar la familia con una nueva incorporación, recomendamos valorar la adopción responsable y acudir a protectoras, perreras o albergues donde el equipo humano podrá ayudar a encontrar el gato que más se ajuste a nuestro estilo de vida y expectativas.
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