Entrevista

El juez Taín: "Alfonso Basterra y Rosario Porto tenían un plan preconcebido y cada uno un papel asignado para matar a Asunta"

El juez Vázquez Taín, minutos después de la entrevista.
El juez Vázquez Taín, instructor del caso Asunta.
JORGE PARÍS
El juez Vázquez Taín, minutos después de la entrevista.

El 21 de septiembre de 2013 un crimen conmocionó a España. La muerte de la pequeña de 12 años Asunta Basterra, asesinada en Teo (A Coruña) a manos de sus padres adoptivos, Alfonso Basterra y Rosario Porto, se convirtió en el epicentro de la crónica más cruel y oscura del momento. Once años después del suceso, la sombra de la duda y las incógnitas siguen rodeando una trama que acabó con los autores condenados a 18 años de cárcel y el suicidio de Porto en 2020. 

Ahora, con el estreno de la serie El caso Asunta en Netflix, el juez José Antonio Vázquez Taín (La Merca, Orense, 1968), instructor del caso por entonces y ahora titular del Juzgado Penal nº 2 de A Coruña, cuenta todos los detalles de la investigación y despeja algunas de las elucubraciones que han girado en torno al crimen. Representado en la producción como el hombre que movía los hilos del caso, reconoce que "las filtraciones a la prensa" les destrozaron. "Lo único que me han dicho de la serie es que parece que soy yo el que hablaba con los policías, con los periodistas... qué estupidez, estropear mi trabajo, si yo preparaba los interrogatorios desde el secreto", sentencia.

José Antonio Vázquez Taín

JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ TAÍN

El juez Taín es uno de lo más populares en España y ha recibido apelativos como 'el Garzón gallego' o 'el Robin Hood de Villagarcía'. Entre sus éxitos profesionales está la captura en 2003 del mayor alijo de cocaína del siglo en Galicia, de alrededor de siete toneladas, a bordo del 'South Sea'. En los años 2011 y 2012 llevó el caso del robo y posterior recuperación del Códice Calixtino. Cuenta con varios libros publicados.

Después de que han pasado once años del crimen de Asunta Basterra, ¿su opinión sobre lo que pasó sigue siendo la misma?
Cuanto más se cuestiona el trabajo diciendo que hay lagunas o fallos, más detalladamente nos damos cuenta de que estaba todo perfecto. Con las prisas o con el tiempo no eres consciente de lo que habías hecho y después te das cuenta de lo minuciosa que fue la investigación. Entonces, no hay la más mínima duda de todo lo que hicimos, incluso a favor de Rosario Porto y Alfonso Basterra. Yo, en su momento, consideraba una estupidez que se le tomara declaración a toda aquella persona que había llamado al comisario diciendo que había visto a la niña, le tomamos declaración a cada friki que no te puedes imaginar... pero fue una cosa necesaria para que la defensa tuviera sus argumentos. Del mismo modo que hicimos una búsqueda de cuerdas de la misma textura y composición cuando sabíamos exactamente que esas cuerdas solo se fabricaban en un sitio. Hicimos demasiado trabajo, pero yo creía en ese momento que también las defensas necesitaban o tenían derecho a que se les dieran sus herramientas para poder ir a juicio en igualdad de condiciones. No me arrepiento de nada, al contrario, creo que fue una instrucción muy minuciosa y muy técnica.

El jurado popular condenó a 18 años de cárcel a Rosario Porto y Alfonso Basterra, ¿usted habría impuesto la misma condena?
El problema es que yo estaba contaminado. Ahora soy un juez que juzga, no un juez que instruye. Cuando quieres juzgar tienes que ser muy objetivo. Y luego están los matices... ahora estoy tan contaminado que, a lo mejor, sería más duro. Desde la contaminación de quién instruyó y vio determinados aspectos ya no puedo ser objetivo. 

La gente quiere saber qué hizo cada uno en cada momento y eso es imposible porque es una trama, no fue espontáneo

¿Cree que ambos jugaron el mismo papel en el crimen de su hija?Nosotros no tenemos una película, tenemos unas fotografías, como si fuera un mosaico en el que faltan piezas. Más o menos en esa época se juzgaba el crimen de José Bretón y, de esa instrucción, lo único que se llegó a saber es que ese día estaban los niños con él y que aparecieron quemados. Es decir, cómo los mató, si los habían rescatado o no los habían rescatado... de eso no se sabía nada. Y sin embargo, nadie se cuestionó que el padre fuera culpable. En este caso, la gente quiere saber qué hizo cada uno en cada momento y eso es imposible precisamente porque es una trama, no es algo espontáneo. Si hubiera sido espontáneo, a lo mejor hubieran dejado más rastro. 

Entonces, dejaron pocas pistas...Tuvieron mucho cuidado en algunas cosas, o al menos en algunos aspectos. Alfonso Basterra tuvo muchísimo cuidado de que la cosa no le salpicara y, por lo tanto, vamos a tener siempre lagunas. Lo que no dudamos es que los dos realizaron todo un plan preconcebido para matar a Asunta en el que cada uno realizaba el papel que se había asignado. ¿Quién fue el que organizó? ¿Quién fue el que lo ejecutó? ¿Quién fue el que mandó? Cada uno tenemos nuestras teorías y eso pertenece a una especie de apreciación subjetiva. Como es una cosa que no se puede demostrar, quiero silenciarla. Pero básicamente la teoría que tenemos casi todos los que llevamos el caso, con algunos matices, es la misma. Tenemos muchos detalles y creo que estamos en la línea correcta.

Los conoció a los dos, ¿cómo los definiría?
Yo he conocido muchos narcos, muchos. ¿Por qué? Porque les he escuchado hablar por teléfono cuando pensaban que nadie les escuchaba y ahí ves cómo es una persona de verdad. Es como los mensajes de Whatsapp de La Manada. Por otro lado, cuando estás en un interrogatorio judicial, tú ya sabes que te están mintiendo. El pensar que yo les conocí es muy utópico. Yo hablé con ellos y psicológicamente tuve una cierta batalla para intentar escrutar lo que estaban pensando, lo que habían hecho y lo que me estaban diciendo, pero eso no significa que los haya conocido. Lo que sí puedo decir es que las personalidades de cada uno eran muy distintas, también la forma de enfocar la vida.

No hubo una dominación como puede ocurrir en las violencias de género, no hay una preeminencia, ni moral ni personal, para que Charo se viera obligada a hacer lo que hizo

¿Por qué cree que Rosario Porto se suicidó?
Tengo que respetar a la persona, la distancia y la imparcialidad, pero, en un plano genérico, puedo decir que las reacciones de la gente una vez que pasan por prisión son de lo más impensable. Hasta que estás allí no puedes imaginar lo que se te va a pasar por la cabeza en cada momento. Hay muchísima gente que se institucionaliza y hay gente que después de una condena larga lo primero que hace al salir es volver a delinquir porque estaba más cómodo dentro. Creo que el detonante para el suicidio de Charo fue que iba a empezar a tener permisos y no lo supo gestionar. A lo mejor tenía miedo a la libertad o a enfrentarse a la realidad. 

Cuando ella se quitó la vida dijo en los medios que había varios tipos de víctimas... ¿cree que fue víctima de sí misma o de su marido?
Hacerse la víctima es algo muy típico de este país y muy latino y otra cosa es la verdadera víctima, es decir, aquella persona que es manipulada, arrastrada y dominada. En este caso no hubo una dominación como puede ocurrir en las violencias de género, no hay una preeminencia, ni moral ni personal, para que Charo se viera obligada a hacer lo que hizo. Lo que estamos intentando aclarar es algo más: si una de las personas era el cerebro y el otro el brazo ejecutor. Está todo en el sumario, pero la prensa se queda con lo más llamativo y no va a más. Os seguís preguntando qué hizo cada uno y por qué y no os dais cuenta que cada uno tenía sus razones. La Justicia lo único que tiene que hacer es mostrar los hechos. No juzgamos si lo hicieron por venganza, por hastío, por animadversión o por instinto libidinoso.

Habla del sumario, pero la ciudadanía no tiene acceso a él, ¿cree que, con los hechos ya juzgados, sería mejor contar los detalles para acabar con la especulación?
Desde el punto de vista periodístico sí, pero desde el punto de vista del Derecho es imposible porque afecta a la intimidad de esas personas. Ya bastante afectó que en el juicio sacaran aspectos de su vida familiar, personal... como para que después de que sean condenados se abra la ventana. Tienen derecho a su intimidad. La prensa publicó muchísimas cosas, pero eso no puede justificar que se publique toda la verdad. No, la verdad es la que está en la sentencia y eso es lo que tenemos que creer. El resto quedará en la conciencia de la única persona que aún vive (Alfonso Basterra). 

Sigue habiendo esa obsesión por saber la verdad, como si tuviera que haber alguna prueba física, o que alguien hubiera visto algo... si todo mi trabajo consistiera en ver películas sería muy fácil

Fue un crimen muy mediático, como sucede ahora con el caso de Daniel Sancho, ¿eso afectó a la investigación?Nos perjudicó muchísimo. En ese momento acababa de entrar en vigor la doctrina que especificaba que eran 72 horas máximas de detención. Hasta ese momento había 72 horas para la Policía y otras 24 horas para el juez, con lo cual hubo que precipitar la puesta en disposición y acelerarlo todo muchísimo. En la primera declaración a Charo, que todos habéis visto televisada, yo llevaba preparadas una serie de sorpresas para ella donde se iba a ver que nos estaba mintiendo. Desgraciadamente un periódico,  esa misma mañana, ya publicaba que la Policía tenía fotos que demostraban que Charo llevó a la niña a la casa de Teo. Todavía nos seguimos preguntando cómo pasó porque nos destrozó totalmente la instrucción y nos ralentizó meses. La madre pasó de decir que había dejado a la niña en un sitio a acordarse de que había ido con ella en el coche. 

Y ha habido decenas de teorías sobre el crimen...Como yo sé la verdad, algunas de las noticias que salían, que eran absolutamente absurdas y estúpidas, las he olvidado. A mí me quedaban las otras porque me preguntaba cómo coño se habían enterado de eso y pensaba que cuando la gente lo viera se iba a dar cuenta de lo que pasó. Y no, sigue habiendo esa obsesión por saber la verdad, como si tuviera que haber alguna prueba física, o que alguien hubiera visto algo... si todo mi trabajo consistiera en ver películas sería muy fácil, pero muchas veces lo que tenemos simplemente son indicios y de ahí hay que aplicar la lógica. 

¿Qué pasó exactamente con la camiseta de Asunta y la famosa mancha de semen?Fue un línea de defensa, se aferraron a un clavo ardiendo que no tenía ningún sentido. Cuando fuimos a levantar el cadáver, la niña tenía la cabeza ladeada hacia el pecho y había una mancha de saliva en su camiseta. Los 36 cortes de la prenda que se analizaron en el laboratorio dieron como resultado que era saliva de Asunta. En la analítica, en dos cortes que ni siquiera eran contiguos, aparecieron 27 espermatozoides que dieron el ADN de una persona, no era ni el semen en sí. El laboratorio, quizás, tenía que haber sido más claro, ya que en otros cortes aparecieron dos ADN de dos guardias civiles y dijeron que era una contaminación. Con el de esta persona intentaron decir que no se podía explicar cómo había aparecido eso ahí, pero nosotros comprobamos, con el rastreo de sus movimientos y del móvil, que era imposible que ese hombre hubiera estado allí. No había ninguna duda. 

Soy una persona muy sensible y lo más triste de llevar un asesinato es saber que nunca se puede recuperar la vida del fallecido

Fue sancionado por el Poder Judicial por "bromas de mal gusto" al decir en una conferencia que "Asunta volaba"...Fue algo absurdo del todo, ni siquiera fue una sanción, sino una advertencia. Dije en una conferencia que era pornográfico cómo la prensa se aferraba a un tuit para hacer una noticia, que "en periodismo funciona, sale un tuit y dicen, no, los datos revelan que Asunta volaba". Un periodista, al que el juez Garzón le pasaba los sumarios, me denunció. Después, el Tribunal Supremo dijo que se había interpretado de mala forma, que la sanción era excesiva, pero como era discrecional y el competente era el Tribunal Superior de Justicia, se quedó en una advertencia. Ni le di importancia en su día, ni se la doy ahora. 

¿Qué es lo más complicado de llevar un caso de asesinato? ¿Le afectan?
A mí me afecta personalmente todo porque soy una persona muy sensible, aunque la gente no lo crea. Lo más triste de llevar un asesinato es la frustración, saber que nunca se puede recuperar la vida del fallecido. La obsesión es identificar al culpable para que no se repita el hecho. Aunque parezca absurdo, recuerdo que en este caso la gente me decía, "no te preocupes, no se va a volver a repetir porque son ellos". Lo que nunca se puede hacer es dejar a un asesino suelto. 

¿Verá la serie?Si no están todos los capítulos no, es una manía, tengo que verlas del tirón. Además, como sé que hay gente de los que participaron en el caso que la están viendo, si alguno de ellos me dice que no la vea, no la veré. Lo decidiré más adelante, según lo que me comenten. 

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