Sánchez constata en Euskadi la "receta" a seguir en la campaña catalana: quiere vender gestión y aupar el "liderazgo" de Illa

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la reunión de la Ejecutiva Federal al día siguiente de las elecciones vascas.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la reunión de la Ejecutiva Federal al día siguiente de las elecciones vascas.
Eva Ercolanese
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la reunión de la Ejecutiva Federal al día siguiente de las elecciones vascas.

Los socialistas están contentos con los resultados de las elecciones en Euskadi. El primero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha podido coger aire tras una mala racha electoral y también tomar nota de lo que puede funcionar de cara a los próximos comicios, que serán en Cataluña y en Europa. La "sensación" de Sánchez es que la de Eneko Andueza es la "receta" electoral acertada y el "camino a seguir". "Un liderazgo sólido y hablar de los problemas de la ciudadanía", detallan fuentes socialistas, que apuntan a que aplicar esta fórmula también les dará buenos resultados en Cataluña, ya que consideran que el candidato del PSC, Salvador Illa, cumple con todas las condiciones y ya cuenta con una victoria a sus espaldas, la de 2021. En este sentido, avanzan que Sánchez tendrá mucha presencia en la campaña. "Es un gran activo", aseguran desde Ferraz.

Los socialistas son conscientes de que los resultados en el País Vasco, donde ganaron dos escaños respecto a los 10 que tenían desde 2020, no repercutirán directamente en la campaña catalana, pero sí en el ánimo de los socialistas para coger con fuerza en la nueva contienda electoral con la certeza de que "no está todo hecho". Quedan solo tres días para que comience, pero el candidato del PSC ya ha cogido carrerilla mediática con su comparecencia de este lunes en el Congreso de los Diputados para detallar la contratación del Ministerio de Sanidad que dirigía durante la pandemia, a la que le seguirá una segunda comparecencia, esta vez a petición del PP, en el Senado, con el propósito de dilucidar los posibles vínculos con la llamada trama Koldo.

Con todo, reconocen que en el País Vasco su proyecto aún tiene que "cristalizar" para dar un bocado al electorado de la izquierda, ya que Bildu ha subido, situándose con casi la misma fuerza que el PNV, lo que achacan a que han absorbido mucho voto joven e identitario. Por su parte, el PSE-EE de Eneko Andueza creen que se ha erigido como una marca territorial de izquierdas pero sin un pasado en Euskadi como el que tiene Bildu, lo que también ha resultado atractivo electoralmente.

Un liderazgo sólido y lejos de las tesis independentistas

El "trabajo de fondo bien trabado" ha sido parte del éxito del PSE-EE. A esa conclusión ha llegado la Ejecutiva socialista que se celebró este lunes en Ferraz tras los resultados del domingo electoral en el País Vasco. Sostienen que esto les ha colocado en una posición de "fuerza" a la hora de revalidar la coalición con el PNV, lo que a su juicio confirma que la directriz que había dado Pedro Sánchez de cara a la triple contienda electoral es -de momento- la adecuada. Por ello, la campaña del 12-M que comienza este jueves será en clave catalana y con la perspectiva de conseguir "muy buenos resultados", apuntan fuentes socialistas.

Los liderazgos fuertes y la presencia de un proyecto sólido en los distintos territorios formarán parte de su receta, junto con los temas de gestión de servicios públicos, la educación, la sanidad, el transporte o la vivienda. Todo ello, entrando lo menos posible a la cuestión independentista a la que, en cualquier caso, el PSOE y el Gobierno se tendrán que enfrentar una vez pase el periodo electoral ya que ERC y Junts son socios necesarios para sacar adelante el proyecto legislativo en el Congreso de los Diputados.

De momento, el Gobierno ya asumió que este año no habrá Presupuestos y se centra directamente en las cuentas públicas para 2025. También se suspendió la mesa de diálogo entre el Ejecutivo y la Generalitat, así como las negociaciones entre el PSOE y Junts. Todo ello, menos las cuentas de 2024, se retomará una vez pasen las elecciones europeas.

Así, Illa aprovechará la campaña para intentar distanciarse de la "pelea" de Junts y ERC y centrarse en otras cuestiones. Su tesis es que el PSC conserva su ventaja en las encuestas, que le sitúan como ganador de las elecciones, mientras que ERC está a la baja y Junts no consigue rentabilizar el "fenómeno" Puigdemont, en alusión a la advertencia del líder de Junts de que abandonará la política activa en el caso de no ser presidente, y el anuncio de su regreso a España para el pleno de investidura, sea él o no el protagonista del mismo. 

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