Que el terrorismo global ha puesto el foco en Rusia es algo que los servicios de inteligencia del Kremlin saben desde hace una década. Estado Islámico se ha dedicado a propagar a través de sus canales de propaganda una narrativa en la que la Federación Rusa se ha convertido en uno de sus objetivos prioritario. Por ello, los hechos del pasado viernes no han cogido por sorpresa dentro del país, cuando varios miembros de una rama de Asia Central del ISIS acudía a un centro comercial y asesinaba a tiros a 140 personas y hería a 180.
La propaganda yihadista clama venganza contra el pueblo ruso por el apoyo del Kremlin al régimen sirio de Bashar Al Asad, la participación del Grupo Wagner junto al Gobierno de Mali contra la rama de ISIS en el Sahel o los agravios históricos sufridos por parte de la población musulmana chechena. Además, recientemente ha sido uno de los países que han mantenido la relación con los talibanes en Afganistán, Gobierno al que Estado Islámico considera infiel. Pese a que el propio ISIS había reclamado la autoría del ataque, el presidente ruso, Vladímir Putin, no lo reconoció hasta este lunes; y siempre insistiendo en la teoría de que detrás de los ataques está el Gobierno ucraniano.
"Rusia está intentando instrumentalizar este atentado, pero es evidente que no hay ningún tipo de prueba", reconoce a 20minutos el director del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo, Carlos Igualada, que añade que a todo el histórico de amenazas de grupos yihadistas contra Rusia hay que sumarle que fueron avisados por varios gobiernos sobre un atentado de estas características en una sala de conciertos. "El yihadismo aprovecha cualquier ventana de oportunidad que tiene para cometer atentados y Rusia ha sido objetivo de ellos tradicionalmente", dice en referencia, entre otros, a los ataques en los Juegos Olímpicos de Sochi en 2014 o el ataque a un avión de pasajeros en el Sinaí un año después.
Por su parte, Fernando Reinares, investigador del Real Instituto Elcano y catedrático de Ciencia Política y Estudios de Seguridad en la Universidad Rey Juan Carlos, apunta que pensar en otro grupo que no sea Estado Islámico como causante de este atentado "no tiene sentido". Reinares reconoce que en el último número de la revista que esta organización usa a modo de propaganda ya había amenazado a Rusia y había declarado el Ramadán como "mes de la lucha".
El ISIS-K: ¿la nueva amenaza global?
Detrás de este ataque está el llamado ISIS-K, Estado Islámico del Gran Jorasán, una rama territorial de Estado Islámico que concentraba originalmente su actividad en Afganistán, Pakistán e Irán, pero que con el paso del tiempo ha expandido su área de operaciones. Estos grupos internacionales cuentan con estructuras centrales, que sería la original surgida en Siria e Irak, y otros grupos que a raíz de su expansión en 2014 le juraron lealtad y han seguido creciendo. "En estos momentos, tanto Estado Islámico como Al Qaeda están siendo debilitados por la lucha antiterrorista, lo que le ha dado un papel de vanguardia a estas franquicias regionales", explica Igualada.
La coordinación y preparación de este ataque demuestra también cómo esta organización ha ganado capacidad de acción en el extranjero. El ISIS-K "es el único grupo terrorista en cuanto a ramas regionales capaz de aspirar a una agenda global" gracias a que han ampliado en los últimos años su "aparato de operaciones externos, logística económica y operatividad más allá de su región", dice el director de OIET.
Los expertos en terrorismo consultados por este medio coinciden en que este rama del Estado Islámico ha recogido a una mayoría de militantes que anteriormente estaban en organizaciones vinculadas con Al Qaeda en países de Asia Central y Asia del Sur. "Han extendido su rango de radicalización y reclutamiento entre otros lugares a países de la zona como Tayikistán, que tienen acceso a Rusia sin visado" por los acuerdos a los que se llegó tras la caída de la Unión Soviética, manifiesta Reinares. De Tayikistán son la mayoría de detenidos en el atentado en Moscú y, a su vez, ciudadanos de esta nacionalidad "han sido detenidos en Europa también en los últimos cinco años relacionados con estas actividades", añade.
¿Peligro en el resto de Europa?
Aunque el nombre de esta rama del EI ha saltado ahora a la palestra, Reinares asegura que en Europa Occidental ya han intentado atentados similares como el de Moscú, pero que "se ha podido desbaratar" gracias a los servicios de inteligencia. Para la OIET, en estos momentos se están viviendo los primeros estadios de un nuevo paradigma terrorista que amenaza Europa y que estará probablemente ligado a la figura de ISIS-K como actor terrorista más determinante.
"Lo ocurrido en Moscú ha sido un paso significativo", asegura Igualada, ya que "durante los últimos seis años los ataques terroristas en Europa los habían llevado a cabo individuos radicalizados que actuaban por cuenta propia", pero que no tienen ningún tipo de vínculo directo con una organización más allá de su ideología. Nos adentramos con la figura del ISIS-K en un nuevo estadio de atentados cometidos por células. Así lo reconocen los perfiles de las detenciones que se han producido en la segunda mitad de 2023 en países como Alemania, Países Bajos o Austria. "Eran individuos que habían recibido instrucciones por parte del ISIS-K y que estaban organizando células terroristas", reconoce Igualada.
Ambos expertos afirman que en materia de prevención del terrorismo la seguridad plena no existe, pero que los países Europeos están preparados para tratar de evitarlos. "El ISIS-K presenta otro modelo diferente de terrorismo, de ahí la complejidad para hacerle frente", dicen desde el Observatorio de terrorismo, aunque añade su director que "si todavía no se ha dado ningún atentado terrorista como el de Moscú en Europa Occidental es por el trabajo de las fuerzas antiterroristas, porque intentos ha habido similares".
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