El PSOE mira ya a las elecciones vascas tras la debacle gallega mientras los barones críticos le piden a Sánchez repensar la estrategia

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, preside la reunión de la Ejecutiva Federal de su partido este lunes en Madrid.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, preside la reunión de la Ejecutiva Federal de su partido este lunes en Madrid.
Flickr PSOE
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, preside la reunión de la Ejecutiva Federal de su partido este lunes en Madrid.

"Reflexión" fue la palabra que más resonó ayer en Ferraz, sede del PSOE. La debacle en las elecciones gallegas del pasado domingo -quedando como tercera fuerza con menos del 15% de los votos y perdiendo cinco escaños de los 14 con los que contaban- ha provocado que diferentes voces autorizadas del socialismo hayan pedido al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, meditar sobre el golpe vivido en una autonomía en la que el PP logró su quinta mayoría absoluta consecutiva. En Ferraz comparten que se ha de repensar la estrategia, pero circunscriben la derrota a "circunstancias territoriales" y niegan que haya un "ciclón" electoral que amenace a los socialistas, puesto que insisten en que siguen siendo "vertebradores" en toda España -señalan que el PP, por ejemplo, tiene un 6% del voto en el País Vasco y un 4% en Cataluña, lejos de su 14% en Galicia-. Además, la estrategia pasará por consolidar los liderazgos territoriales, muy mermados tras la 'ola azul' que supusieron las últimas elecciones autonómicas.

Este lunes, Javier Lambán y Emiliano García-Page, líderes de las federaciones de Aragón y Castilla-La Mancha -donde gobierna con mayoría absoluta-, alzaron la voz tras la derrota del día anterior. El aragonés felicitó a Alfonso Rueda, presidente de la Xunta y ganador de los comicios, y lamentó "profundamente" el mal resultado de su partido, así como "el avance del nacionalismo soberanista gallego", lo que definió como "dos noticias pésimas para España". Lo hizo en la red social X.

Page fue más prolijo en sus palabras al pedir una reflexión "profunda", pero no solo, también una "rectificación en algunos aspectos" que no concretó para evitar que "un ciclo muy difícil, adverso y hostil" que lleva el PSOE desde 2020 se convierta en un "ciclón". Además, insistió en que los resultados han de leerse en clave nacional. "La realidad es que yo creo que el producto de estas últimas elecciones era regional, pero el guiso era nacional [...] Es importante que se obtengan conclusiones desde la seriedad", apuntó el presidente castellanomanchego. 

El barón contradijo así el argumentario que da Ferraz, que defiende que la derrota se debe estrictamente a "cuestiones territoriales" y desligan el resultado de haber asumido la ley de amnistía para los implicados en el procés independentista catalán. "Se ha votado en términos muy territoriales, en términos gallegos", declaró Esther Peña, portavoz de la formación. Asimismo y como ya hicieran el domingo fuentes de la dirección, los socialistas recalcaron ayer la idea de que la amnistía nada ha tenido que ver con el resultado electoral, que es el peor en las elecciones gallegas para el PSOE y que se ha producido en la primera apertura de urnas tras las generales y la tramitación de la medida de gracia.

La autocrítica de los socialistas pasa, pues, por el tiempo, que dicen que es lo que le ha faltado a su candidato, José Ramón Gómez Besteiro. Tras años apartado de la primera línea por causas judiciales, Sánchez le recuperó el año pasado tras quedar archivadas todas ellas. Ferraz insiste en que no ha tenido tiempo, al contrario que Ana Pontón, del BNG, que lleva años consolidando su proyecto. Es por eso por lo que el presidente y toda la cúpula socialista ha cerrado filas con el candidato, que ya prevén que repita en las próximas autonómicas de Galicia, fijadas para 2028.

Esto es algo, además, que se prevé ampliar al resto de territorios autonómicos, que Sánchez cree que deben consolidar sus liderazgos tras la debacle vivida en las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo, en las que los socialistas solo lograron revalidar tres de las nueve autonomías con las que contaban. Apuntó también a ello Óscar Puente, cercano al jefe del Ejecutivo y ministro de Transportes, además de miembro de la Ejecutiva Federal. Desde Barcelona, declaró que el problema es "más de fondo" por lo que insistió en la necesidad de que el PSOE haga una reflexión desde el punto de vista de su implantación territorial. La próxima prueba electoral serán las elecciones vascas, a las que el partido ya mira para cambiar el rumbo, pues allí sí prevén ser llave de Gobierno y retener el poder -en la actualidad, gobiernan junto al PNV-.

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