Pedro Sánchez y José Ramón González Besteiro cuentan con ciertas similitudes en sus carreras políticas, aunque por motivos diferentes. Si el ahora presidente del Gobierno tuvo que dimitir como secretario general del PSOE en 2016 tras un motín interno, el actual candidato del PSdG a la Xunta se vio obligado a dar un paso atrás ese mismo año tras recibir diversas imputaciones judiciales. Renunció como líder de la formación socialista en Galicia y, consecuentemente, a su intención de disputarle la Presidencia de la autonomía a Alberto Núñez Feijóo.
Besteiro fue acusado, en el marco de la Operación Pulpo, de cohecho, tráfico de influencias, prevaricación, fraude a las administraciones públicas, fraude de subvenciones y malversación de caudales públicos. También se le imputó en el caso Garañón. Fue desimputado y no llegó a ir a juicio por falta de indicios. La jueza Pilar de Lara, responsable de las investigaciones, fue apartada por el Consejo General del Poder Judicial del Juzgado de Instrucción 1 de Lugo por dilaciones en los procesos. Ya liberado de toda causa judicial, pretende desbancar, ahora sí, al PP, liderado en estos momentos por Alfonso Rueda.
El actual presidente se presenta por primera vez a unas elecciones autonómicas tras el salto de Feijóo al liderazgo del Partido Popular a nivel nacional. Eso sí, las encuestas le son favorables: todas ellas le dan margen para mantener la mayoría absoluta que los 'populares' llevan cosechando ininterrumpidamente desde 2009, cuando el líder de la oposición desalojó al último presidente socialista: Emilio Pérez Touriño. Es el Centro de Investigaciones Sociológicas -CIS- quien da más margen a la izquierda para hacerse con el poder, siempre con el BNG de Ana Pontón en segunda posición y el PSOE en tercera. Eso sí, Besteiro se aferra a la participación para lograr la posible y difícil "remontada" con José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno, como gran activo en la campaña, como ya hiciera en las semanas previas a los comicios del 23 de julio. En el partido ya le han bautizado como gladiador. "Ayuda mucho a la épica porque se viste de romano", dijo otra socialista gallega, la alcaldesa de A Coruña Inés Rey.
En su haber, el abogado nacido en Lugo en 1967 puede presumir de que no sería la primera vez que desbanca al PP de una institución gallega. Lo hizo en 2007, cuando se convirtió en el primer presidente de la Diputación de Lugo que formaba parte del PSdeG. Lo hizo, además, ,con el BNG, con quien deberá entenderse para desalojar a Rueda del poder si así lo terminan permitiendo los números. No fue el primer pacto entre los socialistas y los nacionalistas gallegos en el que estaba implicado, puesto que gobernó junto a ellos en el Ayuntamiento de la ciudad. Entre 1999 y 2007, Besteiro fue portavoz y, también, concejal de Urbanismo.
Cuatro años después, en 2011, fue uno de los pocos socialistas que aguantó en el poder mientras su partido se hundía por la crisis económica y Mariano Rajoy, también gallego, cosechaba una mayoría absolutísima en las elecciones generales de ese año. Al año siguiente, entró a formar parte del Comité Federal del partido. En 2013, al tiempo que Sánchez era aupado por la militancia a la secretaría general del PSOE, Besteiro seguía sus pasos a nivel autonómico, donde la militancia le respaldó con el 77% de los votos. Tres años más tarde llegaron las imputaciones judiciales antes mencionadas. Y sus siete años de ostracismo, a los que puso fin el año pasado. El presidente del Gobierno le nombró delegado del Gobierno en Galicia en sustitución del que pasó a ser ministro de Sanidad, José Miñones. En las generales de 2023 entró a formar parte del Congreso de los Diputados.
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