La ampliación de Barajas enfrenta de nuevo al PSOE con sus socios tras el rechazo de Sumar y ERC al plan del Puerto de Valencia y El Prat

Pasajeros con sus maletas en la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas.
Pasajeros con sus maletas en la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas.
EP/Carlos Lujan
Pasajeros con sus maletas en la Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas.

El anuncio por parte del presidente, Pedro Sánchez, de que el Gobierno invertirá 2.400 millones para ampliar el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas suma otra gran obra de infraestructuras a los planes para esta legislatura y también supone un nuevo foco de enfrentamiento entre el hermano mayor de la coalición. PSOE, con Sumar, que se opone a ampliar el Puerto de Valencia y este viernes no tardó en reaccionar en contra de los planes para el aeropuerto madrileño. Fuera del Gobierno, otro partido clave en el Congreso y que gobierna la Generalitat, ERC no está tampoco de acuerdo con el proyecto para ampliar el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, para el que el Gobierno ha comprometido 1.700 millones, 700 menos de los anunciados en esta ocasión.

A la espera de que el Ministerio de Transportes presente el proyecto global, los únicos detalles que se conocen de esta futura ampliación de Barajas es que contará con una inversión de 2.400 millones y que "se traducirá" en un "fuerte crecimiento de la capacidad de las instalaciones y de rutas, creación de miles de empleos directos e indirectos; así como en generación de riqueza". Se trata, dijo el presidente, de "la mayor inversión en la última década en las infraestructuras aeroportuarias de España. Es una extraordinaria noticia para Madrid y España", ha asegurado Sánchez durante su visita a la Feria Internacional de Turismo (FITUR).

Las críticas por este impulso al transporte aéreo no se hicieron esperar desde dentro del propio Gobierno. El nuevo portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, lo calificó de "despropósito económico y ecológico", que "supone regresar a modelos del pasado". El asesor de Más Madrid Pablo Padilla acusó a los socialistas de ir "de farol ante la emergencia climática" y de "tapar con  anuncios millonarios su absoluta incapacidad de imaginar un modelo de desarrollo diferente al del PP". "No se puede ser ecologista a ratos", dijo poco después la líder de sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.

A través de redes sociales, Errejón recordó al PSOE que en su acuerdo de investidura con Sumar incluyó "sustituir los vuelos cortos por el tren", un proyecto que no parece ser prioritario para el Ministerio de Transportes. El ministro, Óscar Puente, lo citó solo de pasada este miércoles en una comparecencia de más de cuatro horas en el Congreso y este viernes tiraba de ironía para contrarrestar las críticas de Errejón. "Íñigo quiere viajar a Buenos Aires o a Hong Kong en tren. Estamos en ello, pero de momento es un poco difícil", tuiteó.

Roces con ERC por El Prat

La ampliación de Barajas forma parte de un plan más amplio de remodelar y agrandar otros aeropuertos, dado alas a un transporte, el aéreo, que todavía tiene pendiente la tarea de descarbonizarse que el propio Gobierno considera inaplazable. Desde este viernes es un punto más de fricción entre la parte socialista del Gobierno y no solo Sumar, también ERC, con quien tiene su propio contencioso a cuenta de la ampliación de El Prat. "No hay consenso en la ampliación de El Prat", le recordó esta semana en el Congreso la diputada de ERC, Teresa Jordà. 

Precisamente allí, Puente anunció que, además de Barajas y El Prat, su plan es ampliar a lo largo de la legislatura los aeródromos canarios de Tenerife Sur, Tenerife Norte-Ciudad de la Laguna y César Manrique-Lanzarote, así como remodelar el de Palma de Mallorca y llevar a cabo actuaciones en otros aeropuertos con menor tráfico como Melilla o Córdoba.

También en esta comparecencia, Puente se mostró dispuesto a seguir buscando "el necesario consenso institucional" para la ampliación de El Prat, un proyecto para el que recordó que el Gobierno no necesita el visto bueno de la Generalitat -como tampoco necesitaría el del Gobierno madrileño en el caso de Barajas-. No obstante, querría tener dentro a ERC, otro de sus apoyos 'fijos' en el Congreso, que se opone a este proyecto, también por cuestiones medioambientales.

Al contrario que ERC y la Generalitat, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, celebró este viernes los planes para ampliar Barajas, que contarán con su "plena colaboración", a pesar de que dijo recordar que ya se anunció en noviembre de 2022. "Es muy bueno si es así, porque eso supondría que mejoraría nuestro tráfico aéreo y nuestra conexión con el mundo a través del aeropuerto, algo en lo que creemos totalmente", afirmó Ayuso, que aprovechó para pedir al Gobierno que deseche la idea de suprimir los vuelos cortos.

En Cataluña, Junts está a favor y Puente dejó claro que el Gobierno, también y de hacerlo a través de una de las alternativas con las que considera que se molesta menos a los vecinos. "El aeropuerto [de El Prat] necesita incrementar su capacidad operativa porque es candidato a convertirse en un hub internacional y para eso solo caben dos salidas: o variar la operación de una de sus pistas causando molestias a los ciudadanos o incrementar la capacidad de otra pista ciudad más próxima al mar", dijo el ministro sobre su opción preferida.

Ampliar el Puerto de Valencia

Además de El Prat y Barajas, la "línea de puntos" de las grandes infraestructuras de transporte que Sumar ha criticado al Gobierno por emplear el mismo modelo que el PP llega también hasta el Puerto de Valencia. El proyecto para ampliarlo fue lo primero que anunció Puente como ministro, en un acto en Valencia junto con el presidente de la Generalitat Valenciana, el popular Carlos Mazón, y enseguida tuvo que afrontar las críticas de los ecologistas y de Compromís -uno de los partidos que se integran en Sumar- por las afecciones medioambientales del proyecto.

Por el contrario, Puente defiende una ampliación que por primera vez está motivada por el aumento de la demanda en el Puerto de Valencia y no en la expectativa de que la ampliación la genere, como suele ocurrir. "No es un capricho", dice, y asegura que no habrá más afecciones medioambientales de las ya provocadas con anterioridad.

"El Puerto de valencia tiene un desarrollo ya enorme, los problemas medioambientales, que no se pueden ocultar derivados de la construcción del Puerto, ya se crearon, no los va a crear esta operación", dijo hace unos días en un desayuno informativo en Madrid, donde aseguró que "desde el punto de vista medioambiental es una operación impecable". "El daño ya está hecho y se está interviniendo, nos hemos gastado 30 millones en las playas de El Saler, no estaban así ni en los años 60".

Sin embargo, las garantías del ministro tampoco convencen a Sumar ni a Compromís. Esta semana, en el Congreso un diputado de esta formación Alberto Ibáñez le reprochó que se "empeñe" en ampliar el Puerto de Valencia, que hará aumentar los niveles de contaminación, por la que cada año mueren en la UE 350.000 personas. "Supone disparar las enfermedades respiratorias que colapsan los hospitales, el cáncer de pulmón, empeorar la fertilidad y destruir nuestra biodiversidad", dijo.

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