La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha comparecido este lunes en la Comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados para presentar las que serán las principales líneas de actuación del Gobierno en materia laboral a lo largo de la legislatura. Entre las tareas pendientes, la líder de Sumar ha destacado el compromiso del Ejecutivo de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales, una medida que ha señalado que negociará con los agentes sociales, pero que saldrá adelante cuente o no con el beneplácito de los empresarios.
"Vamos a sacar adelante una reducción de la jornada a 37,5 horas semanales sin reducción salarial", ha afirmado Díaz, en referencia al punto pactado entre PSOE y Sumar en su acuerdo de gobierno. El acuerdo entre ambas formaciones recoge el adiós a las 40 horas semanales, fijando primero la jornada máxima legal en 38,5 horas semanales en 2024 y bajándola finalmente a las 37,5 horas prometidas en 2025. "Reducir la jornada laboral va a servir también para mejorar la productividad", ha defendido la ministra, que ha explicado que esta iniciativa se abordará junto a la mejora del control horario. Según la líder de Sumar, la regulación del registro diario de jornada es "susceptible de ser sutilmente reformada", tal y como recoge también el pacto de coalición con el PSOE.
Para materializar la rebaja de la jornada laboral, Díaz ha recalcado la voluntad de su departamento de negociar con patronal y sindicatos en el marco del diálogo social, así como con los diferentes grupos políticos. No obstante, la titular de Trabajo ha avisado de que, si los empresarios no están de acuerdo, la reducción se pactará solamente con los representantes de los trabajadores. "Vamos a intentar un acuerdo, que a mí me gustaría que fuera tripartito; si no puede serlo, será bipartito, pero vamos a hacerlo", ha afirmado, después de asegurar que la iniciativa beneficiaría a más de 12 millones de trabajadores del sector privado. "El diálogo social es lo importante, luego habrá acuerdo o no", ha insistido.
"Nadie está diciendo que no se puede reducir la jornada; de hecho, hay sectores con más productividad que tienen menos jornada", ha respondido el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, durante su participación en el foro Innovación Turística-Hotusa Explora. "No todos los sectores son iguales, por eso lo que planteamos es que se haga sector a sector, en cada mesa, que es como se ha hecho siempre", ha agregado.
La CEOE ya se quedó fuera del acuerdo firmado la semana pasada por el Ministerio de Trabajo y los sindicatos para subir el salario mínimo un 5% en 2024 hasta los 1.134 euros brutos mensuales en 14 pagas y a jornada completa. La portavoz del PP en la Comisión de Trabajo, Alma Alfonso, ha criticado precisamente que el Gobierno no consiguiera el respaldo de los empresarios. "Lo ha vuelto a dejar claro con la subida del salario mínimo sin tener en cuenta a aquellos que pagan las nóminas, los ignora, ni los escucha ni les importa lo que les ocurre", le ha afeado la diputada popular a Díaz. "Es hora de ponerse a trabajar, recupere el diálogo social", le ha pedido.
"No teníamos por qué subir el salario mínimo con diálogo social y lo hacemos. Estoy muy agradecida a los agentes sociales, incluida a la patronal española, de que no se levanten de ninguna mesa", ha matizado por su parte Díaz, que ha calificado como una "propuesta trampa" el planteamiento puesto sobre la mesa por la CEOE para subir el salario mínimo. "A veces las organizaciones patronales se dedican a alguna otra cosa que se aleja de los intereses que deberían representar", ha criticado.
La ministra ha asegurado que el alza del salario mínimo ha sido la "herramienta principal" empleada por el Gobierno para redistribuir la riqueza generada en el seno de las empresas, dado que desde 2018 esta renta se ha incrementado un 54%. "Como país era un deber moral, porque el salario mínimo que teníamos en 2018 era una vergüenza", ha afirmado. "El salario mínimo ha sido un poderoso instrumento para reducir la desigualdad, la brecha salarial de género y la pobreza laboral", ha agregado, aclarando que el alza recientemente pactado con los sindicatos irá acompañado de un cambio en el IRPF "para asegurar que todo el incremento del salario va íntegramente a las personas que lo cobran".
Reformar el despido
Además de la reducción de la jornada laboral, Díaz se ha marcado también como objetivo para esta legislatura la reforma del Estatuto de los Trabajadores -para lo cual ha anunciado la creación de una comisión de trabajo con expertos en las próximas semanas-, así como del despido, para adecuarlo a la Carta Social Europea. La líder de Sumar ha recalcado que el despido ha de ser "reparativo y disuasorio". "Es imprescindible eliminar el despido automático por discapacidad sobrevenida", ha añadido como hito para una legislatura en la que también prevé que el Estatuto del Becario llegue al Congreso de los Diputados "inmediatamente".
Otra de las tareas pendientes es la modificación del subsidio de desempleo, que Podemos tumbó recientemente en el Congreso. Díaz ha subrayado su intención de recuperar buena parte de los puntos recogidos en la fallida reforma, como son el aumento de la cuantía, la cobertura para menores de 45 años sin cargas familiares y para trabajadores eventuales agrarios, la supresión del mes de espera para empezar a cobrarlo y su compatibilidad con el trabajo durante un periodo de hasta 180 días. La titular de Trabajo también se ha comprometido a ampliar el permiso de maternidad y paternidad a 20 semanas y a remunerar cuatro semanas del permiso parental por cuidado de hijo.
Asimismo, la ministra ha recalcado la necesidad de continuar con la reducción del desempleo, a pesar de celebrar la pujanza del mercado laboral español, que cerró 2023 con cifras récord de ocupación. "El desempleo es, junto con la vivienda, el principal problema de nuestro país", ha afirmado. "Queda mucho por hacer pero damos pasos en la buena dirección", ha concluido.
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