Nuevo impulso para la aprobación definitiva de la ley de amnistía. Este jueves, la ponencia de la comisión de Justicia del Congreso, el órgano encargado de retocar el texto que se someterá finalmente a votación en unas semanas, dio luz verde a las enmiendas conjuntas que presentaron hace unos días PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu y el BNG. Y lo hizo, además, con el voto favorable de Junts, que no había querido firmar junto al resto de los grupos la presentación de las modificaciones, lo que supone un pequeño gesto de distensión con el Ejecutivo tras el choque de la semana pasada, cuando Junts estuvo a punto de derribar el decreto de medidas sociales contra la crisis del Ejecutivo.
Las enmiendas pactadas por PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu y BNG fueron apoyadas por Junts justo un día después de la reunión que mantuvieron el miércoles el secretario general de Junts, Jordi Turull, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, para rebajar tensiones tras la crisis de los últimos días. Los cambios introducidos son básicamente técnicos, aunque modifican algunos aspectos del articulado de la proposición de ley para ampliar el alcance de la amnistía.
Entre otras cosas, por ejemplo, este jueves se aprobó incluir en el texto el olvido jurídico de los agravios y críticas llevados a cabo a través de la prensa, de medios de comunicación, redes sociales o actividades educativas, una reivindicación de los secesionistas para intentar cubrir a todos los implicados de una manera o de otra en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y la posterior declaración de independencia.
El planteamiento consiste en cambiar el primer artículo de la ley, que describe el "ámbito objetivo" de aplicación de la medida de gracia. Uno de sus párrafos establecía que "quedarán amnistiados los actos de desconsideración o crítica vertidos contra las autoridades y funcionarios públicos, los entes e instituciones públicas, así como sus símbolos o emblemas". Y una de las enmiendas aprobadas establece que, además de amnistiar todos estos actos, se olvide también "el agravio" (no solo la desconsideración o crítica). También plantea que se perdonen "los actos llevados a cabo a través de la prensa, de la imprenta, de un medio de comunicación social, de internet o mediante el uso de redes sociales y servicios de la sociedad de la información equivalentes".
Como estaba previsto, las presentadas conjuntamente han sido las únicas enmiendas incorporadas a la ley de amnistía en la fase de ponencia. Ahora, el texto pasará a ser debatido en la comisión de Justicia, previsiblemente la semana que viene, y allí deberán debatirse y votarse las modificaciones propuestas en solitario por ERC y Junts, que previsiblemente no saldrán adelante, puesto que PSOE y Sumar —como ya hicieron este jueves— las rechazarán. Estas enmiendas plantean que se incluyan en la ley los delitos de terrorismo entre los actos que se beneficien de la medida de gracia, algo que ha rechazado taxativamente el PSOE.
Junts, además, quiere ampliar el periodo que abarque la amnistía, desde el 1 de noviembre de 2011 —dos meses más—, y añadir una disposición adicional para garantizar que la ley se aplique de forma "inmediata" una vez aprobada por las Cortes Generales. Además, los de Carles Puigdemont buscan ampliar los actos englobados en la norma, incluyendo los "atribuidos" en base a "operaciones policiales artificiosas orientadas a la criminalización de cargos públicos". Asimismo, Junts ha pedido amnistiar actos de "colaboradores" aunque no estén directamente "vinculados" al procés, un planteamiento que podría ir dirigido a personas como la presidenta de Junts, Laura Borrás —condenada por corrupción— o Gonzalo Boye, el abogado del expresident.
Una vez votadas (y, previsiblemente, derribadas) estas enmiendas, al texto final de la proposición de ley de amnistía le quedará tan solo ser sometida a debate y votación en el pleno del Congreso. Una vez sea aprobada por la Cámara Baja, la norma llegará al Senado, donde el PP utilizará su mayoría absoluta para retrasar su aprobación un máximo de dos meses. Como la Camara Alta rechazará la amnistía, el texto deberá volver al Congreso para, ya de forma definitiva, recibir luz verde y convertirse en ley. La tramitación, por tanto, podría terminar en torno a abril.
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