Los embalses españoles comienzan el año con sus niveles de agua a la baja. Así lo aseguran las cifras publicadas este miércoles por el Ministerio para la Transición Ecológica, que sitúa el estado actual de la reserva hídrica en el 45,7% de su capacidad tras sufrir un descenso de 0,4 puntos porcentuales en los últimos siete días. Esto supone un inicio peor que el de 2023 y en el que preocupan especialmente los niveles de Cataluña.
Esta es, además, la segunda semana consecutiva en la que baja el agua embalsada en España, ya que el año pasado también se despidió con una nueva caída. En ese caso fue del 0,2%, con lo que los embalses cerraron en el 46,1%. Y eso a pesar de que el nivel de los pantanos no dejaba de subir de forma generalizada desde finales de octubre.
La reserva, por tanto, pierde esta semana 243 hectómetros cúbicos y acumula en total 25.588, lo que supone un peor arranque que en 2023 ya que la reserva en estas fechas acumulaba 25.977 hectómetros cúbicos, es decir, el 46,4% de su capacidad. Por tanto, esta se encuentra ahora hasta 0,7 puntos por debajo de los del año pasado.
Además, de entre las dieciséis cuencas hidrográficas que la conforman, ninguna consigue esta semana mejorar sus datos. Siete se mantienen así al mismo nivel del miércoles pasado y nueve empeoran. De ellas preocupa especialmente Cataluña, cuyos niveles descienden en estos siete días del 17,1% de capacidad al 16,8, esto es, un 0,3%. Son cifras cada vez más críticas ya que la región se acerca poco a poco a la barrera del 16%, el mínimo acordado para que se declare la situación de emergencia en Barcelona y en su área metropolitana.
Si esto ocurre, el consumo máximo por persona y día se limitará a los 200 litros, una cantidad que se iría reduciendo a 180 y 160 si la gravedad pasa a nivel dos y nivel tres respectivamente. Asimismo, no se podrán llenar las piscinas -solo las de uso público- y aunque inicialmente no estaba permitido, sí que se podrá regar finalmente el arbolado urbano.
Grandes diferencias entre norte y sur
Más allá de Cataluña, la situación sigue presentando grandes diferencias entre norte y sur. Preocupa también la cuenca de Guadalete-Barbate, en Cádiz, que se encuentra al 14,5% de su capacidad y se establece una semana más como la que peores números presenta de España.
A esta le siguen la Cuenca Mediterránea Andaluza al 18,8%; Segura al 18,9%; Guadalquivir al 19,3% y Guadiana al 26,7%. En el lado contrario se encuentran Galicia Costa al 85,5% de su capacidad como la cuenca con los mejores registros; Cantábrico Oriental se encuentra al 84,9%; Cuencas internas del País Vasco al 81%; Miño-Sil al 78,4% y Cantábrico Occidental al 75,3%.
Por debajo de la media de los últimos 10 años
Para dar cuenta de la situación de sequía que vive nuestro país hay que revisar también otro dato: en los últimos diez años, la media de la primera semana del año se encuentra en el 53,9% de su capacidad. Esto es, hasta 8,3 puntos por encima contando con más de 30.000 hectómetros cúbicos, unos registros totalmente alejados de los actuales.
Por otra parte, según datos del ministerio, 2023 ha sido el sexto año que ha finalizado con menos agua embalsada de lo que llevamos de siglo. Es, además, el undécimo con menos agua al terminar el ejercicio desde que se comenzaron a tomar registros en 1990.
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