La reforma eléctrica de la UE llega a la recta final atascada por las ayudas a las centrales nucleares y la prohibición de los cortes de luz

Bruselas ofrece limitar los precios en el mercado mayorista de la electricidad Europa Press
Bruselas ofrece limitar los precios en el mercado mayorista de la electricidad

La reforma del mercado de la electricidad de la UE llega a la recta final atascada en los puntos más difíciles para que el Parlamento Europeo y los gobiernos lleguen a un acuerdo. A dos semanas de que termine el año -y, con él, la Presidencia española del Consejo de la UE- y nueve meses después de que empezara la negociación, este miércoles celebran una nueva reunión donde volverán a oponer sus diferencias en torno a las dos cuestiones más espinosas que en los meses pasados enfrentaron a los Estados miembros entre sí, especialmente Francia y Alemania -las ayudas a las centrales nucleares para generar electricidad y la redistribución de posibles beneficios por los nuevos contratos de venta-. Para la Eurocámara también es crucial que el acuerdo final haga que en la UE queden prohibidos los cortes de electricidad por impago a los consumidores vulnerables.

Estas son algunas de las diferencias que se mantienen en la negociación final entre Parlamento Europeo, Consejo de la UE -es decir, los gobiernos- y Comisión Europea denominada trílogo. En las últimas semanas, son muchos los asuntos que las tres instituciones han ido cerrando antes de que termine el año y la Presidencia española dé paso a la belga, en un semestre que ya quedará muy influido por la proximidad de las elecciones europeas de principios de junio. No ha sido así todavía en el caso de la reforma del mercado eléctrico. Si tampoco hay fumata blanca en la reunión de este miércoles, todavía habrá otra oportunidad, el próximo 20 de diciembre, para cerrar antes de 2024 uno de los proyectos prioritarios para el Gobierno español en su semestre. En ese caso, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que este miércoles está regresando de la COP28 de Dubái, podría estar estar presente, tal y como ya dijo que le gustaría, para tratar de cerrar el acuerdo político en persona en tanto que presidenta semestral del Consejo de Energía.

El 'trílogo' se compone de reuniones políticas y técnicas y es el último paso para legislar en la UE en materias que son por codecisión, es decir, que requieren el acuerdo no solo de los gobiernos, sino también del Parlamento. El de la reforma eléctrica arrancó el pasado 19 de octubre, una vez que los Estados miembros consiguieron cerrar su posición negociadora, un mes después de que lo hiciera la Eurocámara. En la tarea de conciliar las posiciones de las dos instituciones es donde está la dificultad que, de momento, no se ha conseguido superar.  

El ponente del Parlamento, el eurodiputado socialista español Nicolás González Casares, admitía antes de la reunión de este miércoles que iba a ser "muy difícil" llegar a un acuerdo. Que la negociación se prolongue hasta la madrugada no será buena señal, porque eso significará que las conversaciones están atascadas, previsiblemente en el punto que parece más complicado y que en el Consejo enfrentó durante meses a Francia y Alemania, el relacionado con permitir que las centrales nucleares -francesas- tengan acceso a los esquemas de ayudas que la reforma del mercado prevé para las instalaciones renovables con el fin de incentivar la generación de electricidad verde.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también se ha referido ante el Pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo a la reforma del mercado eléctrico de la UE, que entre la Presidencia española y el frente español en el Parlamento Europeo está teniendo un evidente calado español, dejando a un lado la confrontación franco-alemana. 

"Estamos a punto de culminar la reforma histórica del mercado eléctrico", ha dicho Sánchez horas antes de la reunión entre Consejo, Comisión y Parlamento de este miércoles. "Además de fomentar la necesidad de impulsar las energías renovables, va a hacer que los precios de la luz sean más bajos, más estables y una mayor transparencia en el sistema, que dará más información a los ciudadanos", a los que la reforma "va a proteger frente a los posibles abusos de las multinacionales energéticas", ha dicho Sánchez. 

Ayudas a la nuclear o a los consumidores

El principal escollo gira en torno a la nueva modalidad de subastas públicas que introduce la reforma. Aunque el objetivo es promover y dotar de transparencia los contratos privados a largo plazo para la compra mayorista de electricidad -los conocidos como PPA-, también se busca dar estabilidad a los precios de la electricidad mediante un nuevo tipo de compra regulada, llamados Contratos por Diferencias (CfD). Similar a las subastas actuales, se introduce como novedad un esquema de ayudas estatales para promocionar las instalaciones renovables y donde Francia ha luchado -con éxito en el Consejo, de momento no tanto en el Parlamento- por que también puedan aplicarse a las nuevas inversiones en centrales nucleares ya existentes, su principal fuente de generación eléctrica.

En su empeño de que la reforma eléctrica favorezca la transición energética hacia las renovables y no hacia la nuclear, el Parlamento Europeo sigue rechazando que los países puedan dar millones de euros en ayudas a las centrales nucleares, algo que Francia ya 'ganó' e introdujo en la posición negociadora del Consejo, que ahora confronta con la de la Eurocámara, que si bien no cerró del todo la puerta, no es tan explícita sobre este punto.

Por otra parte, y fieles a la propuesta de la Comisión y en línea con la pretensión de España y otros países, el Parlamento quiere mayores controles sobre la redistribución que cada país podrá hacer de los eventuales beneficios que podrían generar los nuevos CfD por la diferencia entre el precio de remate y el precio de mercado. La propuesta inicial de la Comisión planteaba que se redistribuyera entre los consumidores -lo que haría bajar la factura- y así lo quería también España, pero Alemania luchó -y consiguió- imponer entre los Estados miembros que pudieran emplearse también para ayudar a las industrias, lo que podría dar lugar a posiciones anticompetitivas sobre las que tendrá que dirimir la Comisión. En nombre del Parlamento, González Casares advirtió antes de entrar en la reunión que no van a cerrar un acuerdo "a cualquier precio" también sobre otra cuestión.

Prohibir los cortes de luz

En defensa de un mercado energético cada vez más verde, donde los combustibles fósiles tengan menos peso y se impulsen las renovables, la Eurocámara tampoco está de acuerdo con la llamada "derogación polaca", la posibilidad que la Presidencia española del Consejo planteó y los Estados miembros aceptaron de permitir seguir dando subsidios a las plantas de carbón hasta 2028, para contentar a Alemania y sobre todo a Polonia, para quien este asunto es una "línea roja".

Por otra parte, para los eurodiputados también es clave que el acuerdo final mantenga la prohibición de los cortes de luz en la UE en hogares vulnerables como una medida de protección de consumidores. 

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