La interacción humana con los perros de las protectoras aumenta notablemente sus posibilidades de adopción

  • El estudio se realizó con casi 2000 perros procedentes de 51 centros de recogidas de animales.
Los perros que permanecen largos periodos en perreras, albergues o protectoras pueden desarrollar importantes problemas de salud y conducta.
Los perros que permanecen largos periodos en perreras, albergues o protectoras pueden desarrollar importantes problemas de salud y conducta.
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Los perros que permanecen largos periodos en perreras, albergues o protectoras pueden desarrollar importantes problemas de salud y conducta.

El departamento de psicología de la Universidad de Arizona, junto a la facultad de ciencias animales de la universidad de Virginia han publicado recientemente un estudio científico en la revista especializada Animals sobre cómo influye la interacción humana en la dura experiencia de los perros que viven en centros de recogida de animales esperando ser adoptados.

Con la participación de un total de 1.955 perros procedentes de 51 refugios de animales de Estados Unidos, establecieron dos tipos de nuevas rutinas: una salida o excursión de unas pocas horas al día, y el desplazamiento durante 1 a 2 noches en un hogar de acogida.

Los perros que ingresan en centros de recogida de animales pasan mucho tiempo en las instalaciones, lo que puede acarrear problemas de salud y de comportamiento y dificulta su adopción.

El estrés de las perreras

La situación actual para la gestión y sensibilidad hacia los animales que ingresan en los centros de recogida, tanto por parte del equipo humano como de las instituciones responsables, ha mejorado significativamente en los últimos años, pero no obstante sigue suponiendo una situación de gran estrés y ansiedad para los perros que ingresan, aunque se trate de una estancia que se espera que sea temporal.

Los perros que viven en dichos centros segregan más cortisol, la llamada 'hormona del estrés', que los que residen en un hogar. Los perros con estrés son más propensos a desarrollar comportamientos problemáticos, como ladrar, morder o adquirir hábitos de destrucción.

Además, también hay evidencia científica de que su descanso es más breve y pobre, durmiendo menos en comparación a los perros que viven en una casa.

Los hogares de acogida mejoran el bienestar canino

En el nuevo estudio publicado, el equipo de investigadores utilizaron los datos de un total de 27.901 perros: los 1955 que se seleccionaron para las salidas breves y la acogida temporal de una o dos noches fuera de la perrera, y 25.946 perros de refugios que no participaron en las dos nuevas rutinas y sirvieron como controles.

El resultado de la investigación reveló que los perros que salían cada día a pasear e interactuar varias horas y los que pasaban un par de jornadas en un hogar de acogida fueron adoptados con más rapidez y frecuencia que aquellos perros que no recibieron estas intervenciones.

En concreto, las posibilidades de adopción aumentaron cinco veces más en aquellos perros que salían diariamente y hasta catorce veces más para los que podían pasar un par de noches (con sus días) en un hogar. En ambos casos, los perros participantes estuvieron una media de solo 10 días para ser adoptados, una cifra considerablemente más corta que para los perros que no salen nunca de los refugios. Estos resultados proporcionan evidencia de los enormes beneficios que tiene la interacción humana prolongada con los perros residentes en los centros de recogida.

Ser partícipes de estas intervenciones no solo afectaron positivamente el comportamiento de los perros, sino que también brindaron a los responsables de los refugios información valiosa sobre su conducta fuera del centro. Esto permite una mejor coincidencia entre los perros y los posibles adoptantes, haciendo que los perros sean más visibles y deseables para futuras adopciones.

En general, hay cierta resistencia a convertirse en casa de acogida para perros de perreras, albergues o protectoras, especialmente debido al apego emocional y la dedicación que implica el compromiso, sin embargo, tal como destacan los autores del nuevo estudio: “Las salidas breves abordan estas preocupaciones, ya que tienen una duración mínima y no requieren alojar al perro. Como demuestran nuestros datos, esta intervención en particular puede ser una poderosa herramienta de participación ciudadana”.

En conclusión, la investigación destaca los notables beneficios de la interacción humana con perros que viven en los centros de recogida de animales, bien a través de paseos diarios o en casas de acogida temporales. No solo mejora su bienestar general, sino que también acelera el proceso de adopción y proporciona a los futuros cuidadores información relevante sobre su comportamiento.

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