El 20 de diciembre de 1973 un atentado de ETA acabó con las vidas de Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno franquista, su chófer y su escolta. A Franco le quedaban dos años de vida, pero los cimientos del edificio de su dictadura ya temblaban. Y más que lo hicieron con la muerte de su hombre fuerte.
Fue el segundo asesinato organizado de la historia de ETA tras el del jefe de Policía de San Sebastián Melitón Manzanas, en 1968. El atentado tuvo una enorme dimensión histórica porque liquidaba cualquier posibilidad de continuismo del régimen de Franco. Según muchos analistas, con el almirante Carrero vivo la transición hubiera sido prácticamente imposible.
En estos 50 años, los historiadores han tenido tiempo e información suficiente para elaborar un relato completo de cómo fue el atentado y de quién estuvo detrás. Hoy sabemos todo (casi) lo ocurrido aquel 20 de diciembre de 1973.
Quién
El almirante Luis Carrero Blanco era Presidente del Gobierno y hombre fuerte del régimen de Franco. En 1967 llegó a ser vicepresidente y no tardó en convertirse en la mano derecha del dictador. Llegó a ser considerado el segundo hombre más poderoso en el seno de la dictadura. Cuando fue asesinado, apenas llevaba seis meses como primer hombre del Gobierno y se dibujaba como sucesor del dictador.
Cuándo ocurrió
Eran las 9:27 de la mañana del 20 de diciembre de 1973. Carrero venía de oír misa en la iglesia de los jesuitas de San Francisco de Borja, en la calle Serrano, justo en frente del edificio de la embajada de EE UU.
Dónde tuvo lugar
ETA le asesinó cuando el coche oficial del almirante, un Dodge 3700 GT negro, pasaba por el número 104 de la calle Claudio Coello, del madrileño barrio de Salamanca. Dentro del automóvil iban, además de Carrero, el chófer, José Luis Pérez Mogena (33 años), y un escolta, Juan Antonio Bueno Fernández (52).
Quiénes fueron los autores del atentado
Fueron los tres miembros del autodenominado comando 'Txikia'. Lo integraban Jesús Zugarramurdi 'Kiskur' (25 años), Javier Larreategi 'Atxulo' (22 años) y el propio José Miguel Beñarán 'Argala' (24 años).
Cómo fue la explosión
Al pasar el coche, ETA hizo explotar las cargas que había colocada bajo el asfalto de la calle Claudio Coello, mediante un túnel que los terroristas fueron practicando durante días. El Dodge saltó impulsado por la tremenda explosión y voló pasando por encima del edificio de enfrente, la Casa Profesa. El vehículo cayó en el patio de manzana.
Cuánto explosivo puso ETA
El comando 'Txikia' de ETA llevaba meses planeando la acción. Al final del túnel que habían excavado bajo la calzada, los etarras colocaron 100 kilos de GOMA-2.
Qué se pensó al principio
La detonación produjo un enorme socavón, de tal tamaño que inicialmente se creyó que había sido una explosión de gas. Como el coche de Carrero había desaparecido, los miembros de la seguridad, que viajaban detrás en el vehículo escolta, pensaron que simplemente el almirante se había marchado.
Cuál fue el balance del atentado
Carrero Blanco y su escolta, Juan Antonio Bueno, murieron en el acto. El conductor, José Luis Pérez, fue trasladado con vida a la ciudad sanitaria Francisco Franco. Se dio la casualidad que el mismo día su madre había acudido a ese centro hospitalario para visitar a una amiga. El chófer falleció horas después de ingresar.
Cómo sabía ETA que Carrero iba a pasar por allí
El comando etarra sabía que el Presidente del Gobierno acudía diariamente a misa; siempre a la misma hora; siempre en la misma iglesia; siempre por la misma ruta; y acompañado únicamente por un escolta. ETA obtuvo esa información a través de Eva Forest, colaboradora fundamental del atentado, y después por la confirmación que hizo el "hombre de la gabardina blanca" (50 años después, nadie ha revelado la identidad de esta persona).
Cómo reaccionó el régimen
Tres horas después del atentado (a las 13 h.), el Gobierno de Franco emitió un primer comunicado: no reconocía que se tratara de un atentado. A las 16:30, compareció el Ministro de Información a través de TVE y tampoco lo reconoció. A las 19 horas, casi diez horas después de la explosión (hubo que convencer a Franco), el régimen reconoció que sí, que se trataba de un atentado.
Qué hicieron los etarras para huir
ETA organizó en Burdeos una rueda de prensa con los supuestos autores del atentado. Se trataba de simular que habían logrado huir de España. En realidad, los tres integrantes del comando 'Txikia' se habían refugiado en un piso en la localidad madrileña de Alcorcón. Allí estuvieron hasta finales de diciembre, esperando a recibir la ayuda de la banda para salir hacia Francia.
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