Díaz reparte puestos de poder en el Gobierno y el Congreso para satisfacer a todos los partidos de Sumar salvo a Podemos

  • La vicepresidenta contenta a IU y Más Madrid, a los que dejó sin portavoces en el Congreso (como a Podemos).
  • Díaz potencia al ala de los 'comuns' más próxima a la antigua ICV en detrimento de la cercana a Ada Colau.
La líder de Sumar, la vicepresidenta Yolanda Díaz, la semana pasada.
La líder de Sumar, la vicepresidenta Yolanda Díaz, la semana pasada.
EFE
La líder de Sumar, la vicepresidenta Yolanda Díaz, la semana pasada.

El anuncio oficial, este lunes, de la composición del Consejo de Ministros supuso también la culminación del complejo juego de equilibrios que ha tenido que hacer la líder de Sumar, Yolanda Díaz, para contentar a todos los grandes partidos que hay en el seno de su coalición... a excepción de Podemos, que se queda sin posiciones de poder tanto en el Congreso como en el Gobierno. Los morados son la única excepción del juego que ha repartido Díaz entre todas las principales formaciones que componen Sumar, que ahora ocuparán o bien cargos ministeriales o bien portavocías en la Cámara Baja.

Finalmente, y a pesar de las dudas de las últimas semanas, Sumar mantendrá en el Ejecutivo los cinco ministerios que ya tuvo Unidas Podemos en la pasada legislatura, gracias también a que el Consejo de Ministros no adelgaza y mantiene las 22 carteras, pese a las críticas que ha suscitado su tamaño. Algunas de las responsabilidades que asumirá la coalición, no obstante, sí cambian: Sumar mantendrá los ministerios de Trabajo (Yolanda Díaz) y Derechos Sociales (Pablo Bustinduy), pero pierde Igualdad, Consumo y Universidades y pasa a controlar Cultura (Ernest Urtasun), Sanidad (Mónica García) e Infancia y Juventud (Sira Rego).

El reparto de posiciones que ha hecho Díaz en esos ministerios que corresponden a Sumar es una obra de orfebrería interna, con la notable excepción de Podemos, que se queda sin controlar ningún departamento pese a ser —junto a IU y sin contar al Movimiento Sumar de la propia vicepresidenta— el partido que más diputados aporta a la coalición. De las cinco carteras que controlará Sumar, dos corresponden directamente a la cuota de Díaz: Derechos Sociales, que controlará un Pablo Bustinduy que desde su salida de Podemos en 2019 no tiene adscripción partidaria, y Trabajo, que la propia líder de Sumar compaginará con la Vicepresidencia Segunda del Gobierno.

Por otra parte, el Ministerio de Cultura ha ido a recaer en En Comú Podem, la rama catalana de Sumar, en la figura de Ernest Urtasun. El suyo, sin embargo, es un perfil especial: representa a su organización, pero a la vez tiene mucha cercanía con Díaz y, de hecho, es el portavoz de Sumar desde la campaña electoral. Su elección, además, refuerza al sector de los comuns catalanes al que Urtasun pertenece: uno de los más alejados de la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha perdido peso dentro de la formación desde que no consiguió revalidar el bastón de mando en las elecciones del pasado mayo.

No es el primer revés que recibe Colau por parte de Díaz en los últimos meses. En las negociaciones para conformar las listas electorales para el pasado 23 de julio, la exalcaldesa ya vio como la líder de Sumar prefirió situar como número 1 de En Comú Podem a Aina Vidal, del mismo sector que Urtasun, en lugar de a Jaume Asens, muy próximo a Colau y que, sin embargo, se quedó fuera de las listas. Vidal, posteriormente, fue elegida por Díaz como portavoz adjunta de Sumar en el Congreso, aunque a Asens se le delegó la responsabilidad de negociar por parte de la coalición con el expresident catalán Carles Puigdemont para la investidura.

IU y Más Madrid

El caso de IU es diferente. En la federación sentó muy mal que, el pasado septiembre, Díaz decidiera dejarles sin una de las portavocías adjuntas de Sumar en el Congreso, lo cual implica que IU (al igual que Podemos y Más Madrid) no podrá durante esta legislatura registrar iniciativas por su cuenta en la Cámara Baja ni tendrá un referente propio dentro del grupo. No obstante, por entonces fuentes de Sumar intentaron quitar hierro a la decisión explicando que, posteriormente, los partidos perjudicados por ese reparto serían compensados. Y, en el caso de IU, lo han sido con el ministerio de Infancia y Juventud, de nueva creación y que asumirá Rego.

Aunque su militancia viene de lejos, la nueva ministra ha tenido una carrera política fulgurante en lo que a cargos públicos se refiere. Elegida por primera vez para un puesto político en 2015, cuando asumió el puesto de teniente de alcalde de Rivas Vaciamadrid, el principal bastión municipal de IU, ha sido durante los últimos cuatro años eurodiputada y se ha colocado como una de las figuras más próximas al recién dimitido coordinador federal, Alberto Garzón. El nombre de Rego, de hecho, suena con fuerza para ocupar el liderazgo de IU una vez Garzón haga efectiva su renuncia y se convoque un congreso para escoger la nueva dirección.

En la campaña electoral, de hecho, Rego fue uno de los principales referentes de IU, que además trató de escenificar su cercanía a Díaz a través de su participación en varios actos junto a la candidata. Y eso que la convulsa negociación para formar las listas electorales acabó con Rego fuera de las candidaturas al Congreso, dado que IU decidió dar un paso atrás en Madrid —donde la eurodiputada era su opción para ocupar un puesto de salida en las listas— a cambio de que Díaz facilitara la incorporación de perfiles de IU en las listas de otras provincias.

La tercera formación que sale ganando con la composición de Consejo de Ministros es Más Madrid, ya que su líder, Mónica García, consigue proyección nacional al hacerse con la cartera de Sanidad. Desde allí, y con toda probabilidad, García mantendrá su pulso político con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, habida cuenta de que, precisamente, Más Madrid ha apoyado buena parte de su discurso en los últimos meses en denunciar el descontento de una parte de la población madrileña con su servicio sanitario público y, en particular, con la atención primaria de la región.

Sin embargo, Díaz no solo consigue una ministra para confrontar con el ala del PP que representa Ayuso, sino que, además, logra contentar a Más Madrid, a la que también molestó que (como a IU y Podemos) la vicepresidenta no les entregara ninguna de las portavocías adjuntas en el Congreso del grupo parlamentario de Sumar. Eso no significa, sin embargo, que para Más Madrid sean todo buenas noticias: el partido termina sin su principal perfil en la Asamblea de Madrid y, además, su diputado Íñigo Errejón —con una relación bastante fría con García— se queda como diputado raso en el Congreso.

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