Hay derrotas que saben a victoria y victorias que tienen un sabor profundamente amargo. Es la sensación que ha dejado el paso de la ley de amnistía este viernes por el Palacio de Cibeles. Ni 24 horas después de permitir a Pedro Sánchez ser investido por tercera vez presidente del Gobierno y antes de ser aprobada definitivamente en el Congreso de los Diputados, el Ayuntamiento de Madrid ha rechazado el acuerdo del PSOE con Junts, ERC y Bildu gracias a la mayoría absoluta del PP. Vox también ha votado a favor, Más Madrid y PSOE, en contra. Hasta ahí, todo estaba en el guion. La sorpresa la ha dado la portavoz socialista, Reyes Maroto, al entrar al Pleno, vestida de rojo corporativo y con una chapa de 'Perra Sanxe' en la solapa, junto a la jefa de la oposición, Rita Maestre. Vale otro dicho: no hay animal más peligroso que el que se siente acorralado.
El gesto de la izquierda, enorgulleciéndose del entendimiento entre PSOE y Sumar, obligó al alcalde a cambiar las primeras líneas de su discurso. "Maestre y Maroto han decidido iniciar este pleno con una 'performance' para hacerse la foto. Pero es una foto incompleta porque deberían estar también Arnaldo Otegi, Puigdemont y Oriol Junqueras", comenzó Almeida, para censurar después que Sánchez no tiene palabra y lo peor es que diga a los españoles que "todo lo hace, no por los siete votos de un golpista prófugo en la justicia con el que negoció en un hotel de Waterloo, sino por la agenda para el reencuentro".
La bronca se hizo esperar en la sede de la política madrileña... hasta que Maroto se encaramó al atril. Sacó toda su artillería: una copia del decreto del BOE con el nombramiento de Sánchez como presidente y, después, la foto del Pacto del Majestic, firmado por Jordi Pujol y José María Aznar. Entonces una ola de protestas inundó la sala. "¿Cuándo Aznar firmó estos acuerdos humilló a España? La realidad es que todos los presidentes han llegado a acuerdos para ser investidos", intentaba hacerse oír mientras su concejal Pedro Barrero pedía al presidente del Pleno que pusiera orden. Finalmente, la que estuvo a punto de ser expulsada fue la propia Maroto por reclamar más tiempo al término de su intervención. "Si lo que está buscando es un titular, lo va a tener", advertía el popular Borja Fanjul, moderador de la sesión.
Viendo que sus ataques habían provocado el efecto contrario al que esperaba, Almeida pasó al ataque en la réplica.
—Señora Maroto, le recomiendo, porque la he visto muy nerviosa, que se tome sales de frutas, le van a venir muy bien—dijo con sorna, parafraseando a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
También dedicó unas palabras a la líder de Más Madrid, Rita Maestre, a quien comparó con "la madre Teresa de Calcuta", por "ese tono que ha utilizado conciliador, pacífico, de seriedad y de institucionalidad". Previamente, la también jefa de la oposición había reprobado los "actos violentos" que se ha producido en las protestas de la última semana frente a la sede socialista de la calle Ferraz. "Está usted escandalizada por la violencia, pero participó en el escrache a Rosa Díaz en la Universidad Complutense", le reprochó Almeida. El asunto no está zanjado: dentro de unas semanas se prevé otro Pleno extraordinario, solicitado por Más Madrid y el PSOE, para condenar, precisamente, la violencia callejera.
Ortega Smith ya lo hizo anoche en la decimocuarta concentración en Ferraz, donde se le pudo ver, carnet de diputado en mano, recriminando a varios agentes de policía que algunos de sus compañeros se hubieran "extralimitado" en su uso de la fuerza. "No aceptamos ni actitudes violentas de ningún manifestante, ni abuso de la autoridad por parte de ningún agente", publicó después en un mensaje en X, antes Twitter. En respuesta, esta mañana la Unión Federal de Policía, uno de los sindicatos minoritarios de los policías, ha emitido un comunicado exigiendo que "Ortega Smith y Vox dejen de coaccionar a las UIPs". "Hay que recordarle que estos policías son los mismos que defendían a su jefe, el Sr. Abascal, cuando le apedreaban en un mitin en Vallecas", decían los mismos que hace no tanto pidieron la dimisión del Delegado de Gobierno, Francisco Martín, por utilizar a la Policía Nacional "de forma partidista" para "reprimir a ciudadanos que se manifiestan legítimamente".
Ortega también recriminó que con la amnistía "se están riendo del Estado de Derecho, de la Justicia y de todos nosotros" y que "lo que ha hecho el PSOE con sus socios ha sido dar carta blanca para que cada uno pueda hacer lo que le dé la gana porque si eres amigo del poder te van a amnistiar". Por lo que, antes de terminar su alocución, se dirigió al PP para recordarle que tienen "una oportunidad extraordinaria en el Senado, donde tienen mayoría, para paralizar la tramitación de esta ley y para apoyar a Vox también en la ilegalización de los partidos separatistas". "¡Viva la libertad y viva España!", concluyó fiel a su estilo.
Para Maestre, a las derechas "les sobra la mitad del país", dado que ha considerado que su idea de España "se parece más a la de una, grande y libre". La líder de Más Madrid, tomó, en todo caso, un papel más secundario durante el pleno, dejando que sea Maroto la que se gane todos los aplausos. La portavoz socialista abandonaba la sesión "muy contenta", recordando que "ha venido para trabajar por Madrid" y descartando que esté "en ninguna lista" de ministros del futuro Gobierno de Sánchez. Y antes de irse, echó en cara al alcalde haber llamado a los madrileños a salir este sábado, 18 de noviembre, a manifestarse en la Plaza de Cibeles contra la amnistía. Almeida, por su parte, fue el único que no concedió declaraciones. Ya había avisado en mitad del debate: "He visto que hay una frutería en el Rastrillo y voy a comprar algo de fruta ahora".
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