Sumar prevé que Podemos apoye la investidura de Sánchez pero pase a actuar por su cuenta al verse sin ministerios

Yolanda Díaz y Ione Belarra, juntas en Pamplona en la campaña del 23-J
Yolanda Díaz y Ione Belarra, juntas en Pamplona en la campaña del 23-J
SUMAR
Yolanda Díaz y Ione Belarra, juntas en Pamplona en la campaña del 23-J

Sumar da por hecho que Podemos apoyará la nueva investidura del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, pero intuye que pasará a actuar por su cuenta en el Congreso de los Diputados cuando no se le conceda ningún ministerio de los tres o cuatro que la formación de Yolanda Díaz calcula que detentará en el próximo Gobierno de coalición.

Ésta es la perspectiva que barajan en la dirección y el grupo parlamentario de Sumar, según fuentes del espacio, que dan por seguro el voto de los cinco diputados de Podemos en la investidura, a pesar de que la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, desató la semana pasada toda suerte de elucubraciones y preguntas en ruedas de prensa al dictaminar en TVE que "la propuesta política" de Podemos "no está incorporada en ese proyecto político", el de Sumar, y que ambos son partidos "distintos que buscan objetivos parcialmente distintos". "Hemos firmado una coalición, pero eso no significa ser el mismo proyecto político", puntualizó, marcando distancias más explícitas que nunca con la formación de Yolanda Díaz.

Medios de comunicación y analistas interpretaron que la líder de Podemos había deslindado los votos de Podemos de los de Sumar en la investidura, pero, en realidad, cuando se le preguntó por ese evento parlamentario concreto, ella se acogió al habitual "siempre hemos sido muy responsables", aunque dejó caer que se podría "dar estabilidad al futuro Gobierno incorporando todas las sensibilidades". 

El predecesor de Belarra, Pablo Iglesias, garantizó esta semana que los votos de Podemos en la investidura están fuera de duda. "¡Lo ha dicho el director de Canal Red!", bromeaba un destacado diputado de Sumar citando como autoridad a Iglesias en Podemos, que ahora no tiene responsabilidad orgánica alguna pero sin duda "está bien informado".

En la distinción que hizo la secretaria general entre dicha responsabilidad ante la investidura y la advertencia de que el Gobierno gozaría de "más estabilidad" si incorporara a Podemos es donde las fuentes consultadas de Sumar auguran que estará el "punto de inflexión" de la actitud de este partido, formalmente parte del grupo parlamentario que preside Díaz, pero que una y otra vez quiere marcar distancias con éste.

Así, en Sumar barruntan que Podemos votará a favor de la investidura sin exigir que se incluya ninguna de sus propuestas en el acuerdo de gobierno, sino aprovechando precisamente este desdén de Sánchez y Díaz para remarcar su mensaje de que el mismo es "insuficiente" o "poco ambicioso", como viene denunciando desde el lunes, cuando aún no se había presentado el acuerdo. Y, a partir de ahí, una vez se vea fuera del Gobierno, se considerará con legitimidad para emanciparse del todo de la candidatura dentro de la que concurrió a las elecciones generales.

Todo ello sin siquiera necesidad de abandonar Sumar y pasarse al Grupo Mixto, lo cual le privaría de los recursos económicos asociados al primero. Es más, aprovechará que en algunas iniciativas de índole territorial otros partidos de Sumar como los Comunes, Compromís o Más Madrid podrían adoptar posiciones particulares para hacer lo propio en aquéllas en las que a Podemos le interese especialmente marcar distancias, como las de Defensa. Esta semana, el diputado de los Comunes Gerardo Pisarello y el de Izquierda Unida Enrique Santiago descartaron en sendas ruedas que el partido de Belarra vaya a dejar el grupo parlamentario.

Los cinco votos más exigentes

En el grupo parlamentario sospechan, por el contrario, que Podemos, sin salir de Sumar, obligará al Ejecutivo a negociar bilateralmente con ellos el apoyo de sus cinco diputados a las iniciativas legislativas, que portavoces del partido ya han insinuado en alguna ocasión que son los mismos que tiene el PNV y por tanto albergan idéntico valor y, en la aritmética parlamentaria actual, son igual de decisivos. Es más, como el resto de socios parlamentarios habrán llegado a algún acuerdo de investidura con el PSOE y Podemos no, esta formación será la que podrá hacer "sudar" a los socialistas su apoyo más que ninguna otra.

Éste sería el hueco que trataría de aprovechar Podemos, el de considerar insuficiente lo que promueva el nuevo Gobierno de coalición, compararlo con los supuestos logros del anterior y hacerse imprescindibles para aprobar políticas más ambiciosas. Todo ello, una vez que se vean sin ministerios pese a su insistencia en exigir que su secretaria de Acción de Gobierno, Irene Montero, siga siendo la titular de Igualdad para continuar con los "avances feministas". Sumar no tiene intención de ceder a esta pretensión, a la que tampoco está dispuesto el PSOE, pero a día de hoy tampoco quiere conceder a Podemos ningún otro departamento gubernamental.

Sumar, que contempla que en el reparto de ministerios se le asignen tres o, como mucho cuatro, reservaría uno, previsiblemente el de Trabajo, para su jefa de filas, Yolanda Díaz, actual ministra del ramo en funciones.

Otro con muchas papeletas para encabezar una cartera sería el hoy secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, que formalmente pertenece a la Ejecutiva de Podemos como su secretario de Economía, pero a quien el partido ya no considera de los suyos al ejercer a la vez como portavoz de Sumar y haber encabezado la negociación del acuerdo de gobierno con el PSOE. Podemos lleva ya semanas exigiendo ser él quien designe a sus ministros, como hicieron IU y los Comunes en el Gobierno actualmente en funciones.

Además de Díaz y Álvarez, si el reparto de carteras que depare la negociación entre el PSOE y Sumar otorgara a esta segunda organización el Ministerio de Sanidad, tendría muchas posibilidades de encabezarlo, según las fuentes consultadas, la portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García, que es médico de profesión. Por el contrario, está descartada, y de hecho se autoexcluyó públicamente ella misma, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau.

Pedro Sánchez dijo explícitamente este viernes tras el Consejo Europeo que no le corresponde decidir si Podemos entrará o no a formar parte del Gobierno, dando a entender que es cosa de Yolanda Díaz. Hasta ahora, en Sumar han aplazado una y otra vez las preguntas sobre la composición del Ejecutivo asegurando que sólo se estaba negociando el acuerdo de contenidos. Pero, una vez presentado éste, la cuestión ya no podrá postergarse más. Probablemente se planteará en las ruedas de prensa de Sumar y Podemos de mañana.

Además, el próximo sábado, Podemos tiene prevista una Conferencia Política en la que aprobará un documento que reniega expresamente de coaliciones que se conformen con vetos y sin primarias, como la que se firmó con Sumar para las elecciones generales. En las intervenciones que se sucedan en el acto, convocado en el Círculo de Bellas Artes, se volverá con toda seguridad a reclamar la continuidad de Montero en el Ministerio de Igualdad. Su previsible exclusión legitimará a Podemos para desvincularse de cualquier disciplina con el Gobierno y Sumar y, el año que viene, como las fuentes consultadas dan por seguro, a presentarse por su cuenta a las elecciones europeas, aprovechando que ellos se adscriben a La Izquierda y la formación de Díaz a los Verdes.

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