Cuál es la mejor forma de pedir un aumento de sueldo y cómo saber cuándo hacerlo

Las prendas básicas y los tonos neutros serán tus mejores aliados en una entrevista de trabajo.
Proponer un aumento de sueldo y no obtenerlo es la principal razón por la que las personas dejan sus empleos
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Las prendas básicas y los tonos neutros serán tus mejores aliados en una entrevista de trabajo.

Según las estadísticas, algo más de la mitad de los trabajadores en activo no están de acuerdo con su salario y casi el 70% no siente que las funciones laborales que realiza sean coherentes con su retribución.

Y es que trabajamos para vivir (no al revés); sentirnos realizados desempeñando nuestra vocación es toda una suerte y sin duda nos facilita muchísimo el día a día, pero los empleados quieren que el dinero que perciben sea proporcional a la entrega, el esfuerzo, las horas y la dedicación que se ofrece. Los beneficios sociales y las palmaditas en la espalda están bien como reconocimiento, pero realmente se valora y se motiva al trabajador con un aumento de sueldo.

Y esta subida no cae del cielo, normalmente es un tema que hay que solicitar, negociar y, por tanto, preparar muy bien.

Hablar de dinero siempre es incómodo pero demorar esa conversación únicamente puede desembocar en una gran desmotivación con nuestro puesto de trabajo. 

Según Daniel Pink, un exitoso experto en derecho laboral y comportamiento: "El mayor error que comete la gente es posponer la conversación sobre un aumento de salario, disuadida por la posibilidad abstracta del rechazo. Subestiman las posibilidades de obtener un sí y exageran las consecuencias negativas de simplemente preguntar”.

Así que lo ideal es tener en cuenta algunas variables clave para 'controlar' mejor la situación, adquirir seguridad e incrementar el éxito de esta negociación salarial.

El momento

Si los datos y el crecimiento de la empresa son positivos es un buen momento para plantear una subida salarial. Tras el parón económico que ocasionó la pandemia, casi que todas las grandes empresas de todos los sectores están en auge por un visible 'efecto rebote'; el turismo, la hostelería, la consultoría, el ecommerce, la sanidad, la formación, el transporte... han repuntado de forma exponencial en el último año.

Por ello, si la empresa se encuentra en una posición financiera sólida, y ante la escasez de talento cualificado, podemos argumentar el valor que nosotros aportamos al negocio colaborando en este desarrollo al alza.

Es importante que te informes sobre cuándo se dirimen estas solicitudes en tu empresa, normalmente suele ser a finales del año. Así que a finales de noviembre o inicio del mes de diciembre puede ser un buen momento. Ni que decir tiene que se debe tener en cuenta el instante específico para agendar una reunión con tu jefe/a inmediato (responsable directo) en una jornada positiva y tranquila para ambos.

Como dato curioso: Un estudio de UK Biobank estableció que sobre las once de la mañana era la mejor franja horaria para pedir un aumento de sueldo (y tiene sentido).

Introspección

En este punto cada uno tiene que auto-analizar y recoger sus puntos fuertes y concretos que están potenciando la evolución de un proyecto o negocio. El argumento puede ser muy simple: ha pasado mucho tiempo desde la última subida o incluso nunca la ha habido. Aun así, intenta destacar, con ejemplos y datos, si tu carga de trabajo ha aumentado, si tienes más responsabilidad, si tus ventas y objetivos han mejorado, si estás formando a nuevas incorporaciones, tus logros, soluciones a problemas importantes...

De esta forma tú y tu responsable podréis comprobar que este aumento es merecido, no solo por el factor 'tiempo que llevo en la compañía', sino por tu valía, competencias y habilidades y que es por ello que te has 'atrevido' a plantear una subida. 

Estudio de mercado

Es fundamental que investigues las bandas salariales que se están moviendo en tu sector, infórmate sobre las ofertas que se están publicando en portales de empleo con puestos o funciones similares al tuyo, quizás también puedas utilizar esta comparativa en tu beneficio o establecer un porcentaje coherente de subida.

Empatía y asertividad

Nadie mejor que tú conoce cómo es tu responsable, ponte en su piel y elabora un guion con lo que sabes que le gustaría escuchar. Si tiene una personalidad más emocional y tenéis confianza, puedes apelar a un discurso más íntimo y personal, contarle tu situación económica, que has ampliado la familia y tienes más gastos, que tienes el proyecto tal y agradecerías su apoyo... Si es así, es lo más fácil.

Sin embargo, no suele ser habitual, entonces céntrate en un argumento racional, ceñido a lo laboral, con los datos recogidos en las fases anteriores. 

Puedes iniciar la reunión con un: "He querido reunirme contigo (o usted, depende del trato) porque me gustaría que se haga una revisión de mi salario; los datos de la empresa en el último año son buenos, llevo x años en la compañía y estoy muy contento y agradecido de trabajar aquí pero sí que creo que puedo obtener una retribución mayor ya que... (y aquí exponemos lo preparado)".

La actitud nunca debe ser agresiva ni reivindicativa si quiera, es mejor adoptar un rol agradecido y constructivo, pero manteniendo el foco en que estás pidiendo algo que mereces, es decir, no mendigas, no convences, no te arrastras, simplemente solicitas lo que consideras que necesitas para sentirte valorado en ese trabajo y si lo que recibes es una negativa sin alternativas (a veces no se consigue dinero como tal pero sí otros beneficios que respectan a un bonus, horario, funciones, compensaciones o salario emocional), o malas caras, o evasivas tras varias reuniones, quizás es buen momento para optar a otras ofertas y ver qué pasa entonces.

Según los estudios, desear y plantear una remuneración mayor y no obtenerla es la principal razón por la que las personas dejan sus empleos.

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