La dificultad de los jóvenes para emanciparse en España es un hecho, tan solo el 15'9% de los españoles menores de 30 años puede permitirse irse de casa a temprana edad, y uno de los principales impedimentos es la poca oferta de vivienda de alquiler existente en el mercado, según un estudio de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) recogido por Idealista. 

"La escasez de vivienda asequible está causando gran preocupación entre los jóvenes y sus familias, convirtiéndose en uno de los principales temas de debate público. Esta situación tiene además consecuencias perceptibles en la integración en el mercado laboral, la movilidad y la inserción social en general", asegura la fundación. 

Asimismo, que los jóvenes no encuentren una vivienda para emanciparse repercute directamente en "la baja tasa de natalidad", según el estudio de Funcas en el que citan a su vez diferentes estudios.

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Los datos son claros, la edad media de emancipación en España aumentó en el último semestre de 2022 hasta los 30,3 años, la edad media más alta de los últimos 20 años, y muy por encima de la edad media europea que se sitúa en 26,4 años. 

Faltan viviendas de alquiler 

la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) detalla que "el elevado volumen de demanda latente que proviene de jóvenes que no pueden emanciparse, unido al incremento continuo de los precios, apunta a la escasez de oferta como principal escollo".

"Desde 2015, se han iniciado una media de 75.000 viviendas cada año, frente a casi 120.000 nuevos hogares que se formaron anualmente durante el mismo periodo" y "la oferta ha tendido a concentrarse en el segmento de la vivienda en propiedad, algo que perjudica especialmente a los jóvenes", ha aportado Funcas en forma de datos. 

"La disponibilidad de un parque de vivienda en alquiler abundante y a precios asequibles —vía de emancipación preferida de los jóvenes europeos— es sin duda la principal carencia en nuestro país", añade el estudio.

La oferta se desploma con el estallido de la burbuja inmobiliaria

La poca oferta existente en el mercado inmobiliario también se debe al "pinchazo de la burbuja inmobiliaria" que provocó que "la construcción de inmuebles residenciales" se expandiera "a un ritmo inferior al de la demanda".

Desde ese momento, "la oferta se ha desplomado y las condiciones de obtención de un préstamo hipotecario se han endurecido" y "esta tendencia se está acentuando como consecuencia de la subida de tipos de interés, de modo que los jóvenes que habitan en una vivienda en propiedad proceden mayoritariamente de familias con niveles de renta elevados, o se han beneficiado de una herencia", asegura Funcas.

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Esta situación choca con la de los países nórdicos y los de Europa central donde el "mercado del alquiler es relativamente abundante y la inmensa mayoría de los jóvenes tienen acceso a una vivienda", explica la fundación, "muchos países han subvencionado el acceso a la vivienda en alquiler a través de la puesta en marcha de pisos sociales o bien, de ayudas directas al pago del arrendamiento".

Subida de precios

En España, el escaso stock de inmuebles en arrendamiento y la creciente demanda, está provocando una subida de los precios. Sin ir más lejos, según datos de Estate Agency Rent Survey compartidos por Idealista, Madrid es "la séptima capital de la UE con el precio medio del alquiler más alto en 2022, por encima de Berlín, Viena, Bruselas o Roma, tras haber registrado un incremento de las rentas del 39% en los últimos siete años, frente al 26% registrado de media en las demás capitales europeas".

Según Funcas, la subida de precios aumenta el esfuerzo económico de los hogares para pagar las rentas mensuales: "Cuatro de cada diez inquilinos dedican más del 40% de su renta disponible al pago del alquiler, casi el doble de la media europea".

El empleo no es el principal escollo

La fundación garantiza que, aunque España sea el país de la Unión Europea con mayor tasa de paro entre los jóvenes, la falta de oferta de vivienda de alquiler en la emancipación juvenil se sitúa por encima de la falta de empleo como mayor dificultad para los menores de 30 años. 

"Casi dos de cada tres personas de entre 25 y 34 años que viven con sus padres tiene un empleo, un porcentaje ligeramente inferior a la media europea. Además, la mayoría de estos jóvenes trabajan a tiempo completo", recoge el estudio.

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La solución "pasa necesariamente por la elevación de la oferta, en especial en el segmento del alquiler" apuntala Funcas. 

Otras alternativas que remarca la fundación son "la inversión pública en vivienda social de alquiler" y "la colaboración público-privada, con subvenciones y ayudas públicas o condiciones favorables para los promotores privados".