Japón se dispone a verter al Pacífico miles de toneladas de agua contaminada de Fukushima pese a las quejas y ataques

El vertido tendrá lugar entre la próxima primavera y el verano, a pesar de la oposición de los pescadores locales.
El vertido tendrá lugar el próximo jueves 24 de agosto.
El vertido tendrá lugar entre la próxima primavera y el verano, a pesar de la oposición de los pescadores locales.

Japón se dispone a verter en las próximas horas al Pacífico miles de toneladas de agua contaminada de Fukushima pese a las quejas recibidas por sus países vecinos, como China y Hong Kong, y por asociaciones como Greenpeace. Además, el país ha sufrido numerosas marchas y manifestaciones, así como un ataque de Anonymous.

El 11 de marzo de 2011, la central de Fukushima Daiichi se vio envuelta en uno de los mayores accidentes nucleares de la historia cuando un tsunami de más de 14 metros de altura inundó sus instalaciones, provocando la explosión de tres reactores.

El agua que se utilizó para enfriarlos siguió un circuito que terminaba su recorrido en unos tanques donde se eliminaban la mayoría de los elementos radiactivos. Ahora, los tanques de almacenaje han alcanzado su capacidad máxima, por lo que el Gobierno verterá su contenido en el Pacífico la mañana de este jueves 24 de agosto (hora japonesa).

El resultado de los exámenes

Sin embargo, fue en abril de 2021 cuando el país anunció su política para descargar el agua de la central al mar, solicitando la asistencia del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), convirtiéndose en el encargado de examinar lo planes y su actividad.

A partir de ese momento, el Gobierno y Tokyo Electric Power (TEPCO), empresa propietaria de la central, han sido los responsables de elaborar el plan de vertido que se llevará a cabo en las próximas horas, bajo la supervisión del OIEA.

Tras los exámenes, se ha determinado que el agua, además de residuos de materiales radiactivos, contiene cantidades mínimas de tritio. Este es un isótopo de hidrógeno considerado relativamente inofensivo, puesto que carece de la capacidad de alcanzar la piel humana. Sin embargo, su ingesta sí puede aumentar los riesgos de padecer cáncer.

Por ello, el filtrado del agua debe ser impoluto: una vez tratada y habiendo conseguido reducir a un séptimo la presencia de tritio, el agua se mezclará con agua de mar para diluir aún más la mezcla, que finalmente se liberará en el Océano Pacífico.

Japón y el OIEA defienden que este proceso convierte el agua contaminada en agua potable y que, por lo tanto, no existe riesgo para la biodiversidad, la vida humana y las actividades económicas.

Procedimiento

Según el plan elaborado por el Gobierno nipón, las 1,32 millones de toneladas de agua residual han sido previamente tratadas en una instalación secundaria, disminuyendo sus niveles radiactivos de hasta 62 elementos, excepto de tritio.

A continuación,  agua se ha diluido con agua de mar previamente bombeada hasta el sistema de descarga para que, finalmente, la mezcla se envíe a través de un túnel de 1 kilómetro a una zona restringida para la pesca comercial.

Gráfico del proceso de evacuación de agua radiactiva de Fukushima al Pacífico
Gráfico del proceso de evacuación de agua radiactiva de Fukushima al Pacífico
Carlos Gámez

Según Luis Echávarri, experto nuclear español, esta es la "menos mala" de las opciones puesto que está aprobada por el "informe exhaustivo e independiente" del OIEA, según informa EFE. Para Luis, la descarga al Pacífico retirará la mayor parte de los componentes radiactivos, por lo que señala esta opción como la más "razonable" de las contempladas por las autoridades japonesas.

Hong Kong prohíbe las importaciones japonesas

Las respuestas de los países vecinos no se han hecho esperar y, pese a que no todas han sido negativas, otras han conllevado decisiones drásticas. Es el caso de Hong Kong, desde donde se ha anunciado un veto "indefinido" a las importaciones de productos japoneses de hasta 10 prefecturas.

Las afectadas son Tokio, Fukushima, Chiba, Tochigi, Ibaraki, Gunma, Miyagi, Miigata, Nagano y Saitama, y los productos vetados serán el marisco, la sal de mar y las algas. Esta decisión viene motivada por el fin de tomar "medidas preventivas" para garantizar la seguridad alimentaria y salud pública, según recogió South China Morning Post.

Por su parte, China también ha vetado la suspensión de la importación de productos pesqueros japoneses "para prevenir el riesgo de contaminación radiactiva" tras haber urgido en días previos a Japón a cancelar su plan, según indica EFE. Sin embargo, el Gobierno de Corea del Sur, a pesar de haber sufrido numerosas protestas, defiende la decisión, puesto que no ve problemas científicos ni técnicos en la operación.

Congregación frente al Parlamento

Ante la llegada del criticado momento, cientos de personas permanecen congregadas desde este martes frente al Parlamento japonés. Ciudadanos y, en concreto, los dedicados a la pesca, se mantienen firmes en su desacuerdo con la medida.

“No hay ningún cambio en nuestra postura contra la medida, porque como venimos insistiendo, se trata de un vertido al mar que no cuenta con la comprensión de los pescadores ni del pueblo japonés”, denunció el representante de la federación nacional de pescadores en un comunicado recogido por EFE, en el que también dejaba claro que el único deseo de su sector es "poder volver a pescar con seguridad como antes del accidente".

Instituciones como Greenpeace también han advertido de que la decisión “viola los derechos humanos de las comunidades en Japón y la región del Pacífico y no cumple con el derecho marítimo internacional”. “Ignora la evidencia científica” y “las preocupaciones de su pueblo, incluidos los pescadores”, añaden.

El colectivo Anonymous, conocido por sus numerosos ataques contra gobiernos, lanzó este viernes un ciberataque contra la planta nuclear con el fin de detener el operativo que, por el momento, continúa en marcha. 

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