Auge y caída de Podemos: "Puede desaparecer como lo ha hecho Ciudadanos"

Los dirigentes de Podemos durante el acto de proclamación de Pablo Iglesias como secretario general en mayo de 2014.
Los dirigentes de Podemos durante la proclamación de Pablo Iglesias como secretario general en mayo de 2014.
EFE
Los dirigentes de Podemos durante el acto de proclamación de Pablo Iglesias como secretario general en mayo de 2014.

Corría enero de 2014 cuando Podemos surgió como partido político. Pablo Iglesias creaba, junto a figuras como Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón o Carolina Bescansa, una opción de izquierdas al bipartidismo y que bebía de las influencias del 15-M. Subió como la espuma. La indignación por la crisis financiera de 2008 se convirtió en votos, para el partido morado y para Ciudadanos, que también empezaba a andar. En las elecciones de 2016, Podemos consiguió un total de 69 escaños en el Congreso de los Diputados (por delante de los 40 de Cs) convirtiéndose así en la tercera fuerza política. Un dato llamativo ante los cinco diputados que ha conseguido ahora, en 2023.

"Podemos supo aprovechar una ola enorme de indignación a causa de la mayor crisis financiera que ha habido en España y que el PSOE no supo solucionar porque había sido el causante", explica a 20minutos Luis Arroyo, politólogo y presidente del Ateneo de Madrid. "Era un PSOE controlado por Alfredo Pérez Rubalcaba, causante y no solución", reitera y añade que "Podemos se subió a esto con mucha maestría y con el liderazgo impecable y televisivo de Pablo Iglesias". Manuel Mostaza, politólogo y director de Asuntos Públicos de ATREVIA, también dice que "no solo la crisis económica lo provoca, también la crisis institucional con la corrupción". Mostaza recuerda que el PSOE estaba en descomposición y que Podemos ve una ventana en la situación. "Su hueco viene de los socialistas. Consiguen además entrar en unas europeas". 

Ese escenario parece quedar lejos tras algo más de una década. El futuro de Podemos no parece muy halagüeño. La formación morada ha perdido 30 diputados en el Congreso tras las pasadas elecciones generales del 23-J y de los 48 autonómicos se ha quedado con 15 tras los comicios del 28 de mayo (ya no tiene representación en Madrid, Valencia, Canarias, Castilla-La Mancha y Cantabria). Una debacle para un partido que ha pasado a formar parte del recién nacido Sumar y que este mismo lunes anunciaba un ERE para cerrar sus sedes en nueve comunidades y echar a la mitad de sus trabajadores por la pérdida de representación institucional y también de ingresos, un 70% a nivel estatal y 90% aproximadamente en los territorios.

"La diferencia con Cs es que estos que se han dejado comer por un adversario. En el caso de Podemos se lo han comido sus propios socios"

"Creo que Podemos va a desaparecer como ha desaparecido Ciudadanos", señala Mostaza. Mostaza cree que esto "será pronto" después de que el partido haya acabado subsumido a Sumar. "Las causas son parcialmente similares a lo que le pasó a Cs. Son proyectos muy ligados al líder. Ni Podemos ni Cs tuvieron nunca primarias competitivas de verdad, hay un exceso de personalismo y muchas dificultades para estructurarse territorialmente. Además, el bipartidismo ha vuelto", agrega. 

En palabras de Arroyo, "Podemos ya ha muerto". "La diferencia con Cs es que estos se han dejado comer por un adversario. En el caso de Podemos se lo han comido sus propios socios", comenta y además insiste en que "Cs ha desaparecido como proyecto político, Podemos ha cambiado de nombre y liderazgo pero sigue siendo lo mismo". 

La arrogancia y el bipartidismo

Aunque las razones que esgriman ambos expertos para una posible desaparición de la formación morada son algo distintas. Para Arroyo, "el hiperliderazgo y la arrogancia de Pablo Iglesias" han sido uno de las piezas fundamentales para el fracaso de los morados. "En muy poco tiempo ha dejado de relacionarse con todos sus amigos. Empezó con Ramón Espinar, siguió con Íñigo Errejón, después Carolina Bescansa y ha finalizado con Yolanda Díaz", añade. Para el presidente del Ateneo "ningún líder acepta pacíficamente la llegada de un sustituto". 

Mostaza, por su parte, apunta a un problema territorial y de estructura, "fuera de las grandes ciudades les cuesta. Nunca llegó a tener una estructura propia en Cataluña (Podemos está allí ligado a Ada Colau) y los partidos institucionales (PP, PSOE) les sacan mucha ventaja en este sentido", pero también asevera que "hay una vuelta al bipartidismo. Vox debería estar tomando nota de lo que le está pasando a Podemos". 

"Pablo Iglesias quería asaltar los cielos y salió del Gobierno con un chalet"

Aunque el director de Asuntos Públicos de ATREVIA también señala a la figura de Iglesias. "Quería asaltar los cielos y salió del Gobierno con un chalet", concreta, para añadir que "también ha habido el desgaste propio de estar en un Gobierno de coalición como fuerza minoritaria". 

El feminismo "fraccionado"

En este supuesto cataclismo del partido, Arroyo cree que Irene Montero "ha tenido su propia responsabilidad". "Ella ha contado con un papel muy importante como ministra y la ley trans ha fraccionado el feminismo. En el entorno del PSOE hay una ruptura tras la marcha de Carla Antonelli en defensa de Montero. Al mismo tiempo, la vicepresidenta del Gobierno votando en contra de la misma...ha sido un desastre", relata. Según él, "el victimismo" no ha ayudado a la ministra de Igualdad, ahora en funciones, "tampoco la ley del 'solo sí es sí'". 

En opinión de Arroyo, la relación de un posible futuro Ejecutivo de izquierdas con Yolanda Díaz "será más fluida" que la que había hasta ahora con Pablo Iglesias, Irene Montero o Ione Belarra. "Díaz no se lleva bien con los cargos económicos del Gobierno, pero esto es normal, los ministerios que gastan no tienen buena relación con los ministerios que ingresan". A su juicio, Iglesias representa la figura del "hiperlíder" mientras que Díaz "es carismática, cercana.. todo lo contrario a él". 

Para Mostaza las cosas no están tan claras con respecto a la permanencia de Sumar y cree que, finalmente, correrá la misma suerte que sus socios. "Sumar tiene un problema similar al que tenía Podemos: no tiene estructura territorial", dice. "Todo este rollo de los movimientos que se extendió con las mareas es muy difícil para hacer política fuera de la estructura de partido", añade. 

El politólogo afirma que "el resultado de Sumar es malo. Se ha presentado como heredero de Podemos y ha perdido diputados. No le auguro un gran futuro", remata. "El futuro de Podemos es terrorífico", culmina Arroyo. 

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