Guía básica por si te has perdido la campaña del 23-J: los temas estrella y las polémicas entre partidos

Ilustraciones de los cuatro principales candidatos.
Ilustraciones de los cuatro principales candidatos.
Henar de Pedro
Ilustraciones de los cuatro principales candidatos.

Nunca España había vivido una realidad electoral tan insólita. Los ciudadanos estamos llamados a los comicios en la segunda quincena de julio, cuando se producen cerca de 20 millones de desplazamientos en el país, y tras un inesperado adelanto electoral con la resaca del 28-M aún persistiendo. Votar en bañador y chanclas es muy singular, aunque no es ni mucho menos la única exclusividad de estas elecciones.

La campaña electoral del 23-J está siendo única. Estamos ante la campaña del voto por correo, de la sombra de los pactos con Vox sobre Feijóo, de los de Sánchez con Bildu, de los debates electorales cargados de ausencias y reproches, y de ataques políticos que se disfrazan de lonas.

El voto por correo, entre récords y fracturas políticas

En estas elecciones se ha batido el récord de sufragios a distancia: más de 2,6 millones de ciudadanos han decidido ejercer por este sistema su derecho al voto. Esta cifra supone un incremento del 95% respecto al número total de solicitudes admitidas en las Elecciones Generales de abril de 2019 y del 80% con respecto a las registradas en los comicios celebrados en junio de 2016 que, hasta ahora, marcaba el récord.

La elección masiva de este modo de participación en pleno verano ha provocado que 450.000 personas deban recoger la documentación pertinente para votar en las oficinas de Correos, que la empresa pública tuviera que extender sus horarios hasta las 22:00 o que la Junta Electoral haya ampliado el plazo para votar por carta hasta dos días antes de la celebración formal de los comicios.

Este asunto también ha generado polémica entre los candidatos a gobernar. Alberto Núñez Feijóo ha tildado de "mediocre" al equipo directivo de Correos del ex jefe de gabinete del PSOE y ha señalado la "falta de voluntad" del Gobierno para agilizar el voto por correo. 

Por su parte, Pedro Sánchez ha acusado al líder del PP de "embarrar" y "crear desafección para que la gente desconfíe del proceso electoral", mientras los sindicatos consideran que no se han puesto todos los medios necesarios para frenar esta avalancha.

Bildu como herramienta electoral

Otro de los hitos que marcan la campaña es la continua acusación a Pedro Sánchez de haber pactado con Bildu para conformar el Gobierno de coalición que nos precede, una estrategia también utilizada durante las elecciones del 28-M y que los partidos de Feijóo y Abascal no han dudado en utilizar.

Por un lado, el presidente del Gobierno ha optado por defenderse bajo la acusación de 'gobernar': "No es cierto que haya gobernado con Bildu porque no hay un acuerdo de gobierno con Bildu, sino una dinámica parlamentaria para sacar adelante avances sociales". Él entiende que "un acuerdo de gobierno significa tener ministros y ministras de un partido político" en el mismo y que tal suceso no ha ocurrido.

Además, Sánchez ha presumido de haber contado en más ocasiones con el voto a favor del PP que con el apoyo de Bildu y se pregunta si eso significa que el PSOE haya pactado con los 'populares'. Más tarde, en una entrevista en RNE, el líder socialista sí hablaba de "pactar" y aseguraba que pactaría "con quien haga falta para hacer avanzar en derechos y libertades a nuestro país".

Por su parte, Feijóo ha lamentado tener que "ver a Sánchez negando sus pactos con Bildu y posponiendo el gobierno de Navarra para que, después de las elecciones, vuelvan a pactar con Bildu". "Bildu es su socio, se lo ha dicho el señor Otegi, claramente", acusaba el líder 'popular' a Sánchez durante su 'cara a cara'.

También criticaba el gallego la negativa de Sánchez de entenderse con el PP y su predisposición a hacerlo con los partidos independentistas: "Estamos hartos de los follones de su Gobierno, hartos de la arrogancia con la que trata al principal partido de la oposición y lo bien que se entiende con ERC o Bildu". Feijóo habla de "pactos de la vergüenza" entre PSOE y Bildu, mientras presume de un pacto "transparente" con Vox.

Los pactos PP-Vox

Los populares han conformado gobierno autonómico en coalición con Vox en Castilla y León, Comunidad Valenciana y Extremadura. El PP de Baleares gobierna en solitario tras ceder la presidencia de las Cortes autonómicas al partido de Abascal, algo que también ha ocurrido en Aragón, aunque en este caso todavía no se ha cerrado el Gobierno. En Murcia ambas formaciones sufren un rifirrafe aún por resolver que podría desencadenar en una repetición electoral.

Unos firmados y otros en el aire, los pactos entre ambos partidos han perseguido a Feijóo durante toda su campaña. Sánchez le acusa de ser la "extrema derecha" y de asumir el discurso de Vox, como ocurre con el término "violencia intrafamiliar" del acuerdo en Valencia, y entiende estos pactos como un "recorte obsceno de derechos a cambio de votos".

Con su lema 'Adelante', el presiente del Gobierno cree que estos acuerdos tienen un "poder de destrucción y de retroceso, un puente al pasado": "Se quitan banderas LGTBI de las fachadas de ayuntamientos, acuerdan que no se hagan concentraciones de repulsa contra la violencia machista, o se cambian las concejalías de igualdad por concejalías de familias".

Yolanda Díaz también ha juzgado estos pactos: "Feijóo no tiene escrúpulos ni proyecto de país. Y, como ha hecho siempre en Galicia, hará lo que sea necesario, y contra quien sea, y utilizará los mecanismos necesarios para intentar ganar".

Si bien Feijóo sostiene que sus acuerdos son "transparentes", prefiere marcar distancias con Abascal durante su campaña: "El Gobierno tiene interés en que pacte con Vox, pero yo no. Mi objetivo no es ponerme de acuerdo con Vox. Yo quiero gobernar si gano", refiriéndose a su pretensión de gobernar en solitario si el PP sale como lista más votada, como auguran todas las encuestas -salvo el CIS-.

El lío de "la lista más votada", en campaña

Ante el profundo rechazo de los socialistas por los apretones de manos entre PP y Vox, Feijóo ofreció a Pedro Sánchez llegar a un acuerdo para que gobierne la lista más votada, es decir, quien gane las elecciones. Literalmente, le ofreció un papel y un bolígrafo para que lo firmase en directo durante su 'cara a cara'. Feijóo cree que "no puede ser que el partido ganador se convierta en perdedor, y el que pierda se convierta en gobierno".

Sin embargo, este acuerdo no convenció a Sánchez, que se negó a firmarlo y reprochó a Feijóo que pida tal acuerdo cuando el PP cuando ha conformado gobiernos autonómicos sin haber ganado las elecciones. "Entrégueselo al señor Vara", respondía Sánchez a la oferta del líder 'popular', apelando a la victoria de Guillermo Fernández Vara (PSOE), cuyo gobierno arrebató el PP como segunda fuerza. Lo mismo ocurrió en Canarias, donde el PSOE logró 23 escaños, pero la suma de CC (19 escaños) y el PP (16 escaños) ha permitido gobernar a estos dos últimos.

Otro rifirrafe sobre apoyos y listas más votadas durante la campaña ha sido el surgido tras el apoyo del PP al PSOE en Barcelona y Vitoria, donde el PP dejó gobernar a Jaume Collboni, del PSC, para evitar la entrada de las fuerzas independentistas en este Ayuntamiento; y a Maider Etxebarria, del PSE-EE, para que no gobierne Bildu. Importantes hitos de campaña, pues Feijóo los aprovechó para reprochar que el PSOE "jamás" les habría dado el apoyo que le habían dado, mientras se vanagloria de "haber cumplido" con su deber.

Los debates electorales

Otro asunto que ha dado mucho que hablar son los famosos debates electorales. Primero porque Pedro Sánchez le ofreció a Feijóo seis 'cara a cara', ante lo que el PP aceptó uno, organizado por Atresmedia el 10 de julio. Este encuentro, cargado de reproches, estuvo protagonizado por la economía, los pactos de unos y otros y las consecuencias de la ley del 'solo sí es sí'.

La líder de Sumar, ausente en el debate, lamentó este encuentro televisivo y declaró que "la política es demasiado seria para convertirla en un cara a cara de zascas de dos señores que miran al pasado”. Santiago Abascal calificó el 'cara a cara' de "un debate bipartidista que no representa la pluralidad de España".

Donde se vio a todos los partidos fue en el 'debate a 7' de RTVE del día 13 de julio, con los portavoces de PP, PSOE, Vox, Sumar, ERC, PNV y Bildu. Este encuentro, con menor audiencia y mayor pluralidad, permitió que se hablase de pactos, indultos, diversidad lingüística y posibles referéndums.

Por último, a cuatro días de las elecciones, sucedía  este miércoles el que iba a ser un 'debate a 4', pero acabó siendo un 'debate a 3' tras la declinación de Feijóo de asistir al debate. El líder del PP justificó que no iría por la ausencia de ERC, PNV y Bildu, al asegurar que no representa la realidad política del país "porque las tres fuerzas llevan cinco años redactando las leyes que avala el PSOE y fijando las posiciones que defiende el Gobierno".

Durante el desarrollo del mismo, Santiago Abascal se enfrentó a los dos principales líderes de la izquierda española, que se alinearon y acudieron al debate en bloque, incluso se trataron con afecto, llamándose "Pedro" y "Yolanda" entre ellos. Sánchez y Díaz vincularon directamente a Abascal con Feijóo. "Coincide usted con el señor Feijóo, a quien está aquí representando", dijo Yolanda Díaz, mientras Sánchez señalaba que "PP y Vox son un dúo contrario a la convivencia entre españoles".

Las lonas, un nuevo arma electoral

Durante la campaña hemos visto en el centro de Madrid una serie de lonas colgadas con mensajes políticos que han crispado la situación electoral de cara a las elecciones generales. Una de las más polémicas ha sido la colgada por Vox contra el feminismo, el movimiento LGTBIQ+ y la Agenda 2030 y que la Junta Electoral Central hizo retirar porque aún no se había iniciado formalmente la campaña electoral.

También del partido de Abascal, se colgó una lona arremetiendo contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con motivo de la ley del 'solo sí es sí': "Sánchez ha puesto a cientos de estos monstruos en la calle, vota seguridad". Las redes sociales han hecho eco del curioso parecido del hombre del cartel con el líder de Vox.

Contra los pactos PP-Vox se mostraba la fundación Avaaz, con una lona que mostraba la cara de Abascal envuelta en la de Feijóo, para simbolizar que representan lo mismo, aludiendo: "Despreciar los derechos de las mujeres no es patriotismo, homofobia no es libertad, vota contra los pactos del odio". 

Muy polémica fue también la lona colgada por la plataforma Desokupa, que señalaba a Sánchez: "Tú a Marruecos, Desokupa a la Moncloa". Esta lona fue boicoteada por otra de Movimiento de Vivienda de Madrid, que citaba: "Ni alquileres, ni hipotecas, ni deudas. Vivienda gratuita, universal, de calidad y bajo control obrero".

Los socialistas expusieron un 'selfie' de Pedro Sánchez con algunos de sus ministros a todo color con el mensaje 'Adelante' y una foto de Abascal, Espinosa y Feijóo en blanco y negro con la palabra 'Atrás'. El PP fue más conservador con su estrategia. El partido colgó una lona con la cara de Feijóo, que decía: "Puede que no seamos tu partido, pero en este momento somos la solución", en una llamada al voto útil.

Quien decidió atacar directamente a los cuatro candidatos ha sido Greenpeace, que colgaron una lona en lo alto de la Puerta de Alcalá, donde se veían las caras y los hombros desnudos de Sánchez, Feijóo, Díaz y Abascal, mientras insertaban: "¿El cambio climático os la suda?".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento